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Mauricio Cárdenas, el ministro de Hacienda, quien radicó la reforma. | Foto: Archivo SEMANA

REFORMA

Avalancha de críticas a los nuevos impuestos

Los primeros pasos de la reforma tributaria no han sido muy afortunados.

6 de octubre de 2014

Si bien toda propuesta para aumentar el recaudo es impopular porque nadie quiere pagar más plata al fisco, la iniciativa comenzó con pie izquierdo porque el Gobierno dijo hasta última hora que no se avecinaban nuevos impuestos sino la prolongación en el tiempo del 4o por mil o impuesto a las transacciones financieras y del gravamen al patrimonio. Pero el mayor hueco en las finanzas públicas lo llevó a romper esta promesa.

El pasado viernes el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, presentó al Congreso el proyecto de ley que levantó una gran polvareda en círculos económicos. Los principales gremios expresaron su preocupación por las señales negativas que se les estaban enviando a los inversionistas y por el efecto que podría tener en el crecimiento económico, en momentos en que sigue con buen impulso el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre creció 4,3 por ciento).

Una de las posiciones más radicales vino de la Federación Nacional de Comerciantes. Su presidente,
Guillermo Botero, calificó algunas de las propuestas como antitécnicas y regresivas. En este sentido se refirió al impuesto a la riqueza al señalar que no se puede generar polarización ni llamar ricos a los colombianos que generan empleo e invierten en el país. Sobre el 4 por mil aseveró que este impuesto no se desmontará sino que se prorrogará por lo menos por seis años más. Sin embargo, respaldó las medidas para combatir la evasión.

El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, dijo que las medidas son preocupantes, especialmente para un sector como el de hidrocarburos cuya contribución fiscal está alrededor de su renta gravable. “Alterar la estructura tributaria afectaría el impulso que en los últimos cinco años el sector le ha dado al crecimiento de la economía colombiana y que se expresa en más de $32 billones de pesos al año en regalías, impuestos y contribuciones, sin perjuicio del aporte al desarrollo de las regiones en forma de empleo, compra de bienes y servicios e inversión social”, sostuvo el gremio.

Por su parte, la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) insistió en que es necesario que estas normas deben tener un límite en el tiempo y sugirió aprovechar el 2015 para hacer una reforma tributaria de fondo que elimine múltiples distorsiones que existen actualmente. En igual sentido coincidió Bancolombia. Su departamento de análisis económico señaló que lo más importante de la discusión tributaria debe estar en el mediano y no en el corto plazo ya que hacia el futuro se plantean retos importantes.

Los partidos políticos también se están alineando frente a la iniciativa gubernamental. El Centro
Democrático, como era de esperarse, ya anunció su voto negativo. El congresista Iván Duque afirmó que el Gobierno debió hacer un mayor ahorro en los gastos en lugar de subir impuestos.

Las propuestas tributarias que tienen tan molestos a los analistas son:

1. Creación de un impuesto a la riqueza (antes impuesto al patrimonio) con tarifas escalonadas que van desde 0,20 por ciento hasta 1,5 por ciento a partir de 1.000 millones de pesos. A mayores recursos mayor será el porcentaje a pagar. 

2. Extensión del 4 por mil, que se cobra a las transacciones financieras y que se mantendrá por cuatro años más.

3. Se crea una sobretasa para el impuesto para la equidad (Cree) de tres puntos para empresas con utilidades superiores a los tres puntos.  

4. Se elimina la devolución de dos puntos del IVA en las compras con tarjeta débito y crédito.

5. Se crea un impuesto transitorio por tres años de 10, 15 y 20 por ciento para que las personas que tienen bienes en el exterior los declaren.

6. Se establecerá cárcel de cuatro a nueve años y multa del 20 % para los que omitan riquezas superiores a 8.000 millones de pesos.