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| Foto: Semana.

CONFLICTO

Bacrim, las principales reclutadoras de menores

Niños y adolescentes son reclutados para robar, ser abusados sexualmente e incluso construir explosivos.

13 de febrero de 2014

Los grupos neoparamilitares o bandas criminales (Bacrim) son los principales actores en el reclutamiento infantil en Colombia, seguidos por las guerrillas, denunció este 12 de febrero la Defensoría del Pueblo.

Esta entidad reveló esa tendencia en el marco de la celebración del Día Internacional contra el Reclutamiento Infantil y basó sus conclusiones en los datos recogidos a través del Sistema de Alertas Tempranas.

"Los grupos post desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (
AUC) o 'bandas criminales' son protagonistas principales del reclutamiento mediante la sustracción de personas en zonas rurales y urbanas", anotó en un comunicado en el que no presentó una cifra estimada de menores en sus filas.

Estos grupos incorporan a niños y adolescentes en sus organizaciones armadas y les ordenan desarrollar actividades de inteligencia y colaboración, según los datos de la Defensoría.

No obstante, indicó que las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) persisten en esta actividad.

Las FARC negocian con el Gobierno de Colombia una salida política al conflicto armado desde noviembre de 2012 y en el diseño de la agenda de negociaciones está previsto que se hable de las víctimas, incluidas las del reclutamiento.

La Defensoría citó cifras de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas del Gobierno y anotó que la vinculación de menores al conflicto es de 6.920 niños.

Además, detectó situaciones de riesgo por reclutamiento en 153 municipios de 28 departamentos, con mayor incidencia en Antioquia, Chocó, Nariño, Cauca, Valle del Cauca y La Guajira.

Los estudios de las alertas tempranas indican, por ejemplo, que en La Guajira, en la frontera con Venezuela, los niños son usados por las Bacrim para robar y comercializar combustibles, mientras que en el oeste el país se registran frecuentes episodios de abuso sexual contra niñas de edades tempranas.

En barrios del puerto de Buenaventura (Valle del Cauca), la Defensoría alerta que los actores armados atraen la atención de los niños y adolescentes con helados y dulces hechos con marihuana; mientras que en el Tolima, los menores reclutados son utilizados para colocar minas antipersona y construir artefactos explosivos.

El número de menores de edad reclutados por grupos armados ilegales es difícil de establecer, pero una forma de identificar la magnitud del delito se encuentra en las cifras de desmovilizados que atiende el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para su reintegración social.

De acuerdo con esta institución, entre noviembre de 1999 y diciembre de 2013, fueron atendidos 5.417 niños y adolescentes.

El año pasado, el ICBF acogió a 342 menores de edad, una cifra un 29,5 % mayor que en 2012, y que representa en un 60 % a víctimas que salieron de las filas de las FARC; en un 20 % a los desmovilizados de las AUC, en un 15 % procedentes de la guerrilla del ELN y en un 3 % a los niños que salen de las denominadas Bacrim.