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"BETANCUR JUGO LA CARTA SENTIMENTAL"

El director de "El Tiempo", Hernando Santos, habló Para SEMANA sobre la posición de su periódico frente a diversos hechos del país

15 de agosto de 1983

Hernando Santos Castillo el director de "El Tiempo", se mueve bastante, suelta una carcajada cada tanto, gesticula, sus manos suben y bajan. En medio de una oficina amplísima, está sentado en un canapé marrón estilo "chesterton". Encima del canapé hay un grabado de su abuelo, don Francisco Santos y, a lado y lado, fotografías de su tío Eduardo y su padre "Caliban". Vestido de corbata roja va respondiendo las preguntas con simpatía arrolladora, pero característica de las personas tímidas. Apasionado de la política nacional, liberal de antaño, ha escrito últimamente editoriales cuestionando algunas opiniones de la Iglesia colombiana sobre los medios de comunicación y otro refutando la actitud del Presidente Betancur al haber derogado el decreto de nombramiento de sus yernos en el exterior. Las respuestas van saliendo con fluidez. Los ojos pequeños le brillan. Son minutos de buena charla.

LA IGLESIA Y LOS MEDIOS
SEMANA: Voceros de la Iglesia han dicho que la libertad de prensa es restringida en el país, entre otras porque los medios de comunicación pertenecen a unas pocas familias. ¿Qué opina de esto?
HERNANDO SANTOS: Es desconocer el medio. Tendrían razón, por ejemplo, si, en el caso de la familia Santos, ella tuviera negocios de azúcar, café o arroz, o tuviera grandes empresas y por medio del periódico se dedicara a patrocinar sus intereses personales. Pero cuando las familias se dedican totalmente al ejercicio del periodismo esa es, precisamente, la mejor forma de garantizar la libertad de prensa, porque hay unas personas dedicadas a trabajar por esa libertad y bajo esa libertad. Además porque hay una tradición y la independencia necesaria para comprender lo que eso significa y lo que vale. Por eso no tienen razón los jerarcas de la Iglesia.
S.: Dicen los prelados, además, que las familias, sin consultar, imponen cierta cantidad de censura de prensa. ¿Qué hay de verdad en esto?
H.S.: Decir que existe libertad absoluta es una mentira. El criterio maniqueísta está llamado a desaparecer del planeta y no se puede decir que existan cosas absolutamente buenas y absolutamente malas. Eso es ridículo. Yo creo que nosotros tenemos un excelente grado de libertad de prensa dentro del concierto mundial. La máxima cantidad de libertad de prensa, y por ende la menor cantidad de censura, se encuentra en los Estados Unidos, que llega a un 90 por ciento de libertad. Yo calificaría a Colombia con un 60 por ciento.
S.:¿Porqué 60 por ciento no más?
H.S.: Porque este país, por ejemplo, no aguantaría tumbar a un Presidente sin que se forme el caos. Si estuviera en mis manos hacerlo, lo haría por una falta sumamente grave de tipo moral o delictivo. Pero Colombia no aguantaría un Watergate.
S.: Alguno de los jerarcas dijo que el que creyera en la libertad de prensa en este país debería preguntarle a Hernando Santos por "Klim". ¿Qué contestación hay para el interrogante?
H.S.: "Klim" decía que él tenía su columna para un fin pasional que debía cumplir. Yo contesto: ¿Qué moralidad es la de un periódico que se pone al servicio de los sentimientos pasionales de una persona?

LOS YERNOS DEL PRESIDENTE
S.: A la gente le gustó mucho la actitud del Presidente Betancur al derogar el decreto de nombramiento de sus yernos en el exterior, después de haber consultado a la opinión pública. ¿Porqué a "El Tiempo" no?
H.S.: Es el reflejo de una faceta de la personalidad del Presidente. Todos saben que el Presidente, que lo dijo en un reportaje de "El Tiempo" y en la televisión, había prometido no nombrar a ninguno de sus parientes en el gobierno. El sabía los problemas que eso traía. Sabía a conciencia lo que iba a suceder. Pero si él realmente creía que tenía que hacerlo como dijo: "Ustedes prefieren que mis yernos trabajen por bien de la patria por fuera del país o contra la patria dentro del país", pues es un argumento respetable. Pero se echó para atrás. Entonces me entra a mí la duda. Lo hizo para saber hasta dónde podía llegar y ver si los que yo llamo lambi-betancures se quedaban callados, o si por el contrario iba a haber reacción. Por eso me chocó que se hubiera echado para atrás.
S.: Sin embargo, el editorial de "El Tiempo " no tuvo acogida. ¿Por qué lo cree usted?
H.S.: Porque Betancur jugó la carta sentimental y eso le gusta al pueblo.
S.: Opiniones afirman que Betancur quería ver hasta dónde podía llegar y si le tocaba retractarse se retractaba sin problemas, para después, en lo de Colpuertos, entrar con mano dura y firme. ¿No es un buen argumento?
H.S.: Me parece que no tiene nada que ver. No es esa la manera de manejar un país. Este Presidente, históricamente, ha sido el que más ha gozado del respaldo público para actuar como quiera en Colpuertos. Además tiene un excelente gerente en Colpuertos y un ministro de Trabajo que ha probado ser muy bueno.

LAS CANDIDATURAS
S.: "El Tiempo" apoyó en un principio, el año pasado, a Virgilio Barco como candidato. ¿Se sigue manteniendo en esa posición?
H.S.: Uno tiene que estar ceñido a la realidad política. Curiosamente, dentro del partido liberal, en cualquier círculo, Barco es el que tiene más prestigio, es el que tiene más posibilidades como estadista, economista y personaje empapado de la problemática nacional. Barco está latente. Pero uno no sabe si él realmente quiere ser Presidente, si quiere meterse en la lucha. Eso habría que preguntárselo a él. En todo caso sé que es el mejor candidato liberal. Y también sé que Durán Dussán quiere ser Presidente.
S.: De manera que si Barco no funciona, "El Tiempo" apoya a Durán.
H.S.: Mire, la única solución que tiene el partido liberal es la consulta popular. Hay que tratar de buscar un acuerdo entre los precandidatos y que acaten la consulta popular. Si no la división se nos viene encima.
S.: Se plantea, entonces, primero la elección de candidato y después el programa de partido?
H.S.: Primero elecciones, porque no veo cómo Galán, que ha trabajado mucho y ya tiene un buen grupo formado, acepte otra fórmula. Durán Dussán acepta la consulta popular. Es el único rumbo que puede tomar el partido. De esta forma el candidato mayoritario sería refrendado en una siguiente convención. Hay que averiguar, sí, cuáles son las elecciones que se van a utilizar para llevar a cabo la consulta.
S.: ¿ Y si Santofimio gana esa consulta popular?
H.S.: No hay posibilidad de que Santofimio tenga una acogida suficiente para significar un hecho político nacional.
S.: Se dice que la candidatura Barco fracasó porque Barco quería salir de un consenso nacional y no de la dedocracia de los ex presidentes y "El Tiempo ". ¿Hay algo de cierto en eso? ¿Si "El Tiempo" insiste que puede pasar?
H.S.: Nosotros no vamos a insistir en candidato alguno. Vamos a ver cómo se va a denifir la situación. No tenemos vetos. Creo en la consulta, como le dije, y en poner al doctor Barco como cabeza de alguna lista. Pero no tenemos candidato. También tenemos simpatías ocultas. Son esos amores que tienen su tercer nombre.
S.:A "El Tiempo" no le ha resultado señalar un candidato en sus editoriales porque ha salido derrotado. ¿Va a cambiar de estrategia ?
H.S.: Vamos a impulsar la consulta popular y vamos a acatar lo que ella diga. Es la única vía de acuerdo. Hay que llegar a una claridad. Y si quedan dos candidatos mayoritarios, esperar a que la convención dirima el conflicto para llegar unidos a las urnas.
S.: "El Tiempo", entonces, no se desprende, de ninguna manera, de su faceta política.
H.S: "El Tiempo" es un periódico informativo. Pero desde luego no puedo ocultar que hay un sentimiento político. Habrá la información necesaria, como en las pasadas elecciones, tanto para liberales como para conservadores. Siguiendo, claro está, la línea política del periódico. Yo no le puedo ocultar, como le digo, que tengo inmensos deseos de que el partido liberal regrese al poder. Nosotros nos pronunciaremos, de todas maneras, sobre algún candidato liberal. Y si no tenemos candidato pues asi lo expresaremos.