BOCADILLO CON QUESO

Es lo que en la playas de Salgar los vendedores ambulantes llaman "matrimonio": una tajada de bocadillo y una de queso, atravesadas por un palillo. Y es a lo que más se parecen las dos principales candidaturas a la Alcaldía de Barranquilla. Se trata, en efecto, de dos coaliciones liberal-conservadoras, que desafían buena parte de las leyes que rigen actualmente la política colombiana.

Por un lado está el favorito de las encuestas, el ingeniero de 52 años Jaime Pumarejo Certein. Por el otro, Gustavo Certein, un profesional cuyo padre ocupó la Gobernación del Atlántico hasta hace pocos meses. Pumarejo cuenta con el respaldo de los senadores liberales Pedro Martín Leyes y Juan Slebi, y del conservador Roberto Gerlein, así como de los representantes liberales Eduardo Crissien y Emilio Lébolo, y el Nuevo Liberalismo. Certein está respaldado por el senador liberal José Name y el conservador Abel Francisco Carbonell, y por los representantes liberales Jaime Vargas, Ricardo Rosales y Hernán Berdugo.

Las encuestas han hablado claro. Pumarejo va adelante y cada vez gana más ventaja. Hace 15 días tenía 28.9% sobre 23.8% de Certein. Al final de la semana pasada subió a 32.2%, mientras Certein bajó al 20.1%. Desde fuera de la capital del Atlántico, los observadores se niegan a aceptar la posibilidad de que el senador Name, el mayor elector liberal de la Costa, sea derrotado en su propia ciudad. "Lo que pasa es que las encuestas no miden correctamente la maquinaria", aseguran algunos. Y puede que tengan razón.

Pero el problema para Name es que los cálculos basados en maquinaria tampoco favorecen a su candidato. Si se tienen en cuenta los resultados de las elecciones para corporaciones públicas de marzo de 1986, Pumarejo puede sumar 100 mil votos de los 3 senadores que lo respaldan, 40 mil de los representantes y 10 mil más del Nuevo Liberalismo y otros grupos, con lo que alcanzaría un total de 150 mil votos. Certein por su parte, debería contentarse con 90 mil votos de los senadores Name y Carbonell, y 35 mil de los 3 representantes liberales que lo acompañan, para un total de 125 mil votos. A esto se agrega que en la actualidad, el poder burocrático de la ciudad está en manos de la coalición que respalda a Pumarejo.

Como si fuera poco, Pumarejo es un candidato con votos de opinión. No sólo es un hombre del Country Club, sino que además cuenta con el apoyo del periódico El Heraldo (80 mil ejemplares por día y único diario de gran tiraje en toda la Costa), del cual la familia Pumarejo posee una tercera parte de las acciones.

Un tercer candidato, el conservador Francisco Posada de la Peña, ex embajador en Washington y ex gobernador del departamento, tiene cada vez menos opciones: de un 14% que tenía en las encuestas hace 15 días, bajó la semana pasada a 8.3%. Según la opinión generalizada, sólo su imagen de político serio, de mejores épocas de la ciudad le permitirá alcanzar unos 25 mil votos, si es que además logra movilizar a una buena franja de los conservadores, que se niegan a votar por uno de los 2 liberales respaldados por las coaliciones de bocadillo con queso.--