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| Foto: Juan Carlos Sierra

POLÍTICA

Las mujeres de Peñalosa

El 70 por ciento del gabinete bogotano está en manos femeninas. Las 23 mujeres no solo son mayoría, sino que están a cargo de las carteras claves.

26 de marzo de 2016

Cada vez que Enrique Peñalosa viaja de su casa al Palacio Liévano o se mueve de una zona a otra de la ciudad hace paradas que no están contempladas en el trayecto inicial. El alcalde tiene la costumbre de bajarse del carro para tomar fotos de pasacalles ilegales, y, si va en bicicleta, anotar en un mapa los lugares en los que falta un semáforo para orientar a los ciclistas. Esa obsesión por los detalles es la que, en más de 20 años de carrera pública y siempre que ha hecho una campaña, ha convertido en un lugar común la frase que dice que “es un mal político, pero un buen ejecutor”.

Pero, contrario a lo que se piensa, estar pendiente de todos los detalles no convierte al alcalde en un microgerente. Quienes lo conocen destacan su habilidad para armar equipos de gobierno que le permitan estar pendiente de cada rincón, y aseguran que en este propósito prefiere trabajar con mujeres. De hecho, muchas de las que trabajaron en su primera administración en Bogotá a finales de los años noventa, se convirtieron en las décadas siguientes en protagonistas de la política nacional.

Es así como, en su primera Alcaldía, Peñalosa descubrió a la actual senadora del partido Alianza Verde Claudia López, quien fue su directora del Departamento Administrativo de Acción Comunal, y a Gilma Jiménez, que luego de ser directora de Bienestar Social se convirtió en la principal abanderada de la lucha contra el abuso infantil. En ese mismo periodo, Peñalosa contó además con el apoyo de tres funcionarias que posteriormente se destacaron como ministras de Álvaro Uribe: la excanciller Carolina Barco había sido secretaria de Planeación de la Alcaldía; la exministra Cecilia María Vélez, en Educación, y la exministra y actual secretaria de Integración Social, María Consuelo Araújo, había dirigido el Jardín Botánico.

Dieciocho años después, el alcalde le volvió a apostar a su capacidad de selección para formar un gabinete mayoritariamente femenino, que tiene a su cargo no solo algunas de las secretarías con mayor responsabilidad y ejecución, sino además los principales desafíos de la administración en materia de educación, recuperación del espacio público y movilidad.

María Victoria Angulo, secretaria de Educación, busca posicionar a Bogotá como la primera ciudad en el país en implementar una ruta de atención integral para la primera infancia. Además, espera ofrecer respuestas en cobertura y permanencia a nivel distrital, consolidar la jornada única y garantizar el acceso a la educación superior de calidad.

En el tema de recuperación del espacio público, una de las prioridades del alcalde, varias funcionarias tendrán juego. Desde el Instituto para la Economía Social, en cabeza de la administradora de empresas María Gladys Valero, se espera brindar acompañamiento permanente a quienes se dedican a las ventas informales. Con el apoyo de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), a cargo de la abogada Beatriz Cárdenas, se ha propuesto fomentar la participación de la ciudadanía, para que desde las empresas, colegios y universidades se realicen jornadas de transformación y embellecimiento del espacio público. Esta última iniciativa será acompañada con las jornadas de aseo y ornato con habitantes de calle en rehabilitación que lidera María Consuelo Araújo desde la Secretaría de Integración Social.

Alexandra Rojas, gerente de TransMilenio, también ha acompañado a Peñalosa de tiempo atrás. En su primera administración fue secretaria de Hacienda, y ha estado con él en todas sus campañas. Esta vez será la encargada de rediseñar el sistema de transporte masivo, que constituye, según las encuestas, una de las causas principales de malestar entre los bogotanos. Entre sus retos está conseguir los recursos para arreglar las losas de la avenida Caracas y la autopista Norte, mejorar la percepción de seguridad de los usuarios, acabar con las ‘colatones’ y daños a los buses de la empresa, e iniciar la construcción de las troncales en la avenida Boyacá, avenida 68 y carrera Séptima. Se trata de tareas complejas, cuya viabilidad financiera dependerá de los proyectos de ejecución que promuevan, desde la Secretaría de Hacienda, la exvicepresidenta de Bancoldex Beatriz Arbeláez y, desde la Secretaría General, Astrid Álvarez quien gerenció el acueducto en el primer gobierno del alcalde y su última campaña para volver al Palacio Liévano.

Quienes conocen a Peñalosa aseguran que hay varias razones por las cuales al alcalde le gusta trabajar con mujeres. “Comparte con ellas su preocupación por el orden y la estética. Aunque parezca pragmático, la idea de cuidar a la ciudad y embellecerla hace que el alcalde tenga una sensibilidad que usualmente se le ha asignado al género femenino”, dijo a SEMANA una de sus colaboradoras. Adicionalmente, parte de esta obsesión estética, viene de dos figuras muy importantes para el alcalde: su madre, diseñadora de jardines, y su abuela, quien le enseñó los secretos de la vida de barrio.

No obstante, tener un gabinete en el que las mujeres ocupan la mayoría de los cargos directivos no tiene que ver con que Peñalosa haya tomado, deliberadamente, decisiones de inclusión de género. “Yo no busqué tener un gabinete de mujeres. Busco el mejor equipo posible y, si son mujeres, bienvenidas”, dijo el alcalde a SEMANA e insistió en que las funcionarias de su gabinete no llegaron por recomendaciones políticas, sino de “la academia, la empresa privada y cargos del gobierno nacional”.

Con estas 23 mujeres, Peñalosa tiene la tarea de darle un nuevo aire a la administración de la capital, enfrentar retos como mejorar la seguridad y la movilidad y disminuir los altísimos niveles de pesimismo. Para hacerlo, insiste, “confío en ellas y en su carácter”.

De pie, de izquierda a derecha: Cristina Hermida, asesora del alcalde; Ana María Rojas, secretaria general; María Carolina Castillo, secretaria de Hábitat; María Victoria Angulo, secretaria de Educación; Viviana Barberena, directora del Jardín Botánico; Evamaría Uribe, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado; Cristina Vélez, secretaria de la Mujer; María Claudia López, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte; Adriana Gutiérrez, directora del Instituto Distrital de Turismo; Rocío Vargas, directora del Departamento Administrativo del Servicio Civil; Claudia Puentes, directora de Catastro Distrital; Nadime Yaver Licht, directora de la Defensoría del Espacio Público; María Gladys Valero, directora del Instituto para la Economía Social (Ipes); Luz María Sierra, asesora de Comunicaciones. Sentadas de izquierda a derecha: Giselle Manrique, secretaria privada; María Consuelo Araújo, secretaria de Integración Social; Ángela Anzola, alta consejera para las Víctimas; Beatriz Cárdenas, directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos; Beatriz Arbeláez, secretaria de Hacienda; Yaneth Mantilla, directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU); Alexandra Rojas, gerente de TransMilenio. Ausentes en la foto: Astrid Álvarez, presidenta de la Empresa de Energía de Bogotá; Dalila Hernández, secretaria Jurídica.