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BOGOTÁ

Bogotá necesita más policías, pero permanentes: Secretaria de Gobierno

Olga Lucía Velásquez reconoce que delitos como el robo se han convertido en la principal amenaza para los bogotanos.

3 de febrero de 2011

Las historias no paran. En los buses, en la calle, caminando, en Transmilenio... Los robos con arma blanca o de fuego se han vuelto el pan de cada día en Bogotá. La secretaria de Gobierno distrital, Olga Lucia Velásquez, lo reconoce.
 
“El hurto de carros, a personas, de residencias y de motos es nuestra preocupación de hoy. Tenemos el firme propósito de desarticular esas bandas que atemorizan a la ciudadanía a través de intervenciones en diferentes localidades. No quiero generar pánico, pero reconozco la situación”, dice la secretaria de Gobierno.
 
Y es que aunque las cifras de homicidios son un indicador fuerte que, según la funcionaria, se está trabajando para disminuir, lo cierto es que el robo simple, el del atraco, el del día a día, se ha convertido en la principal amenaza del ciudadano de a pie.
 
“Hay delincuencia común organizada, además han llegado a la ciudad personas que vienen a hacer negocios ilícitos y que traen consigo delincuencia, microtráfico, narcomenudeo”, señala Velásquez, quien reconoce que a pesar de haber logrado el año pasado la desarticulación de 203 bandas, aún falta mucho.
 
“El problema es que aunque se logran las capturas, los sueltan a los pocos días. Hay un grave problema con el asunto de la judicialización por ser delitos menores, lo que genera dos cosas: que regresen a las calles y que la gente pierda la confianza en la autoridad, que crean que no vale la pena denunciar”, dice Velásquez, quien además cuestiona el papel del Gobierno Nacional.
 
“¿Qué se hizo en ocho años en la justicia del país para arreglar este tipo de situaciones? El tema no es de hoy solamente, así como la inseguridad en las ciudades tampoco".
 
La inversión en seguridad para Bogotá es de 739.261 millones de pesos a través del Fondo de vigilancia y seguridad, de los cuales el 60 por ciento es destinado a la Policía.
 
“Y se necesita más. Teníamos 17.500 agentes, con la llegada de 2.500 en el inicio de este año llegamos a una cifra que aún es insuficiente, porque para cumplir con un estándar mínimo necesitamos 5.000 hombres más. Ahora bien, para uno óptimo se requieren 10.000 más”, asegura la secretaria de Gobierno, quien también cuenta que el anuncio del director de la Policía, general Óscar Naranjo, de reforzar el pie de fuerza, es apenas la respuesta a una petición hecha por el Distrito en noviembre del año pasado.
 
“El 30 de noviembre, en un Consejo de seguridad, decidimos que quedara en un acta la petición al Ministerio de Defensa y a la Policía Nacional de reforzar el pie de fuerza con más policías. Nos enviaron 3.500 en diciembre y al poco tiempo se los llevaron otra vez. Esperamos que esta vez sean permanentes y no sólo una respuesta de momento”, dice Velásquez.

Pero no sólo el aumento de policías es una respuesta a la Alcaldía. Según la funcionaria, los puntos de la ciudad que la dirección de la Policía ha venido señalando como los más inseguros también son producto de un trabajo con la secretaría de Gobierno, que ya los había detectado.
 
Rafael Uribe, Ciudad Bolívar, Usaquén, Suba, Bosa, San Cristóbal, Kennedy son las localidades más inseguras. En ellas se concentran los mayores índices de criminalidad en la ciudad y sobre los que se espera encontrar resultados a través del Centro de operaciones, puesto a funcionar hace apenas unos días, y que reúne al Ejército, la Policía, la Fiscalía, el CTI y la Sijín, con el ánimo de analizar los problemas de seguridad de la ciudad, a través de información suministrada por la comunidad y de inteligencia de la Policía. “Si se nos criticaba por no trabajar con estas instancias, ahí está la respuesta”, señala.
 
La secretaria de Gobierno insiste además en decir que gestiones lideradas desde su despacho, como el Consejo de antiterrorismo, permitieron el año pasado desarticular 11 acciones de ese tipo. “Nos reunimos una vez al mes a analizar las principales amenazas, lo que nos permitió el año pasado evitar verdaderos actos de terrorismo”.
 
Y sobre las cifras de homicidio que muestran un crecimiento al compararse con años anteriores, aunque están por debajo de ciudades como Cali y Medellín, la secretaria de Gobierno intenta explicarlas.
 
Asegura que “efectivamente las cifras no engañan, pero es bueno que la gente entienda que antes las tasas se fijaban con proyecciones del censo de 1993 y con cifras solamente de la Policía Metropolitana. Nuestra tasa, en cambio, se calculó con las proyecciones del censo del 2005 al 2011 y con las cifras de homicidios de Medicina Legal, lo cual podría ser una razón para que se note un aumento casos”.
 
La funcionaria acepta que la baja popularidad del alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, sumada con cifras y con historias de atracos que escuchan todos los días, es un factor que hace sentir a los ciudadanos que Bogotá se le salió de las manos a la administración distrital.