Home

Nación

Artículo

Según dos expertos de dos prestigiosas universidades, la peatonalización de la Séptima presenta más de un problema. | Foto: Guillermo Torres

URBANISMO

¿Por qué podría fracasar la peatonalización de la Séptima?

La próxima entrega del primer tramo de la vía pone sobre la mesa la inconveniencia de no concertar con los dueños locales. ¿Improvisación?

28 de septiembre de 2015

Desde que la Alcaldía Mayor de Bogotá propuso la peatonalización de la carrera Séptima en el centro de la ciudad, algunos se preguntan si tras tantos meses en obra las personas volverán al sector y si habrá algún impacto sobre los comercios del área.

Si bien venció el plazo para la entrega de la vía entre calles 10 y avenida Jiménez –que quedó en veremos mientras el contratista pule algunos detalles de la obra–, dos expertos advirtieron a Semana.com sobre las posibles consecuencias de no haber sido un proyecto integral.

“Cuando se hace una intervención urbana como la peatonalización, en cualquier parte del mundo, se toma siempre en consideración el sector privado: restaurantes y comerciantes en general, así como las fachadas de sus establecimientos”, indicó el decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, Eduardo Behrentz.

El experto indicó que los comerciantes, en principio, se vieron perjudicados en términos económicos debido a que, con ocasión de la intervención física en el sector, “disminuyó considerablemente el flujo de clientes, aunque se esperaría una recuperación en los próximos meses.

Tener en cuenta al sector privado –según dice- habría enriquecido el sector, puesto que ofrece bienes culturales a turistas y ciudadanos.

Por su parte, el urbanista y experto en planeación urbana y regional de la Universidad Javeriana Mario Noriega explicó que esta obra puede ser “un proyecto vacío”.

En su opinión, esto se debe tanto a la exclusión del sector privado como a la improvisación con que se hizo. “Es un desastre desde todo punto de vista; una improvisación urbana y una imposición sobre los comerciantes”, exclamó.

Pero eso no es todo. Para Noriega genera un problema de tránsito vehicular “colosal” porque la séptima cumplía un “papel de distribuidor que ahora asumieron las vías periféricas, lo que congestiona todo el sector”.

Noriega sostiene que los autores del proyecto creyeron que peatonalizar es una cosa fácil de hacer porque concentran sus esfuerzos e intelecto únicamente en el lugar de la obra y no en el área, “lo cual es típico de una improvisación de gente que ni entiende ni quiere entender cómo funciona la ciudad”.

Ambos expertos reiteraron, no obstante, que los espacios públicos son siempre necesarios habida cuenta de la oferta cultural que plantean, pero que su planificación “debe ser adecuada y meditada a fondo”, sostuvieron.

En el primer trimestre del 2016 se iniciarán las nuevas obras de peatonalización de la carrera séptima entre las calles 13 y 26 y los expertos dicen que deberá incluir, esta vez sí, al sector privado.