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La Secretaría de Movilidad calculó que no más de 500 taxis salieron a protestar. | Foto: SEMANA

BOGOTÁ

Los taxistas, tan cerca y tan lejos a causa de Uber

Entre el gremio de transporte individual hay posiciones opuestas que dejan al descubierto que no todo está claro para sacar la plataforma del mercado.

14 de marzo de 2016

La protesta protagonizada por los taxistas este lunes no sólo dejó al descubierto hasta dónde puede llegar el inconformismo de los conductores de este transporte público individual. También mostró que en ese gremio existen profundas diferencias.

En la madrugada del lunes un sector de los ‘amarillos’ preparaba lo necesario para iniciar un “plan tortuga” con el que pretendían colapsar la movilidad y llamar la atención al Gobierno para que sacara de circulación de los vehículos afiliados a la plataforma de Uber. Sin embargo, otros prefirieron guardar los vehículos ante la posibilidad de que fueran averiados por no apoyar la protesta.

Un tercer grupo se arriesgó y salió a la calle a prestar el servicio, pero algunos recibieron agresiones de sus colegas con mensajes pintados en los vidrios o pinchazos a las llantas de los carros. Los pasajeros también pagaron su parte, al ser obligados a bajarse de los vehículos en medio del servicio.

Tales comportamientos, evidenciados por los ciudadanos en fotos y videos, dejaron ver la división que existe en el gremio. Aunque conductores y propietarios coinciden en que el Estado tiene la obligación de prohibir el uso de la aplicación Uber, la diferencia está en la forma.

Posiciones encontradas

En el primer bando de taxistas están los que salieron a protestar este lunes con la consigna M-14 (por este lunes 14 de marzo), un eslogan con el que buscaban dejar huella. La Secretaría de Movilidad calculó que no más de 500 taxis, de los cerca de 52.000 que transitan en Bogotá, salieron a protestar. Aunque el número no era significativo, sí lograron colapsar la ciudad. 

Así lo reconoció el representante de los taxistas que lideró la protesta, Freddy Contreras, que representa a la Fundación Ayuda al Taxista. Para este hombre, excandidato del Polo Democrático al Concejo capitalino, es imposible dar más espera para que el Gobierno saque de circulación a Uber. “Hemos esperado mucho tiempo, en juego está la comida de nosotros y nuestras familias”, dijo a Semana.com.

Contreras reconoce que el gremio está dividido. Para él, lo que ha pasado es que los taxistas no se han radicalizado, “por eso la movilización era importante”. Incluso niegan la vocería de otros representantes, como Hugo Ospina, de Asoproctax. “No sabemos a quién representa, si a los conductores o a los propietarios”, dijo.

Ospina es tal vez el representante más conocido en el gremio y quien ha liderado una guerra jurídica en contra de Uber. Desde cuando se anunció la protesta, Ospina se opuso de inmediato con el argumento de que es necesario esperar al 27 de mayo, fecha límite que tiene Uber para constituirse como empresa de transporte. 

“No podemos irnos en contra del Decreto 2297 del 2015, que saca a Uber del camino y obliga a que cree empresa de taxis. No podemos irnos en contra de eso como lo propuso Freddy Contreras en los volantes que imprimió”, señaló Ospina.

Otra evidencia muestra la división entre los integrantes del gremio. A las reuniones que citan al Ministerio de Transporte o la Secretaría de Movilidad en Bogotá, los representantes de cada organización acreditada en la Cámara de Comercio no se reúnen previamente para acordar las propuestas para presentarlas al Gobierno. Así lo reconoce uno de los representantes.

Aunque las protestas tuvieron un impacto significativo en la movilidad y colapsaron algunos sectores de la capital, lo cierto es que la división interna impidió que tuviera la contundencia deseada por los taxistas y por eso preparan otra manifestación.