JUSTICIA
Así cayó ejecutivo de las tiendas ARA por denuncia de la misma multinacional
Un alto ejecutivo de los supermercados en Colombia fue capturado por corrupción privada. Llegó a pedirle a un contratista que le diera un trabajo a su esposa en el que no cumpliera ninguna función. Así intentó feriar las obras de expansión de la multinacional.
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La construcción de tiendas de bajo costo ARA es un negocio que viene en expansión por todo el territorio colombiano. A finales del año pasado el número de almacenes en el país llegó a 221, y el plan para 2017 es ampliar su oferta en 150 locales más.
Sin embargo, detrás del levantamiento de los establecimientos, que rápidamente se posicionaron en el ranking de las tres marcas más exitosas en Colombia, se escondía un escándalo de corrupción que puso tras las rejas este miércoles a un alto ejecutivo de la multinacional.
Se trata de Pedro Jorge Marqués Silvestre Dacosta Coelho, un portugués que ejercía como director de operaciones de la firma ARA a nivel mundial. En plena vía pública, el ejecutivo fue capturado por el delito de corrupción privada y constreñimiento para delinquir, cargos por los que deberá responder en las próximas horas ante un juez de Bogotá.
El caso comenzó con la denuncia que hizo la firma Jerónimo Martins Colombia SAS, nombre que lleva la multinacional de los supermercados ARA en el país, por serias sospechas de irregularidades en el manejo de recursos y denuncias de peticiones indebidas alrededor de la adjudicación de las obras.
Rápidamente las sospechas de la multinacional se confirmaron. Dacosta Coelho, la persona que estaba detrás de lograr las metas de expansión, pedía a los contratistas cuotas que oscilaban entre los 50 y 80 millones de pesos con el fin de acceder a adjudicar la construcción de los establecimientos.
En uno de los casos que fue documentado por la Fiscalía, aparece el de un contratista al que le exigieron pagarle 20 millones de pesos para la compañera del alto ejecutivo, además de la inclusión de ella en la nómina de la empresa sin que fuera a trabajar.
Los dueños de la firma recibieron con sorpresa que el empresario habría llegado al punto de pedirle a uno de los contratistas que le remodelara su propia casa, un lujoso apartamento en el norte de Bogotá, para no quitarles la obra adjudicada.
Contra el portugués existen dos denuncias, sin embargo, la Fiscalía trabaja para documentar otros casos en los que el ejecutivo habría solicitado a contratistas que ya habían entregado las obras, un porcentaje de dinero con el fin de dejarlos participar en nuevos contratos.
A través de un comunicado, la multinacional informó que se abstendrá a dar más detalles de lo ocurrido pubicamente, pero que confían en que al hombre, que ya fue separado de su cargo, lo juzguen por estos hechos de corrupción.