Dudas para recuperar todo lo perdido

(Por cortesía de El Colombiano Semana.com publica esta nota).

Ahí, sentada en el piso del salón Medellín del Hotel Intercontinental, chateando en su tablet, llora Nora Arias. Unas lágrimas cortas, breves, como para que la procesión siga por dentro, mientras escucha al delegado de la Superintendencia de Industria y Comercio, que promete acompañar a los damnificados del complejo Space en las reclamaciones ante la constructora del edificio.

Con una delicadeza extrema en el tono de su voz, sin rabia y con palabras muy cortas, Nora, como de 45 años y habitante del apartamento 608 de la torre 4, también desalojada, resumió su drama: “hace cinco años que vivía ahí, más que el apartamento, era mi hogar, lo había hecho con amor y de un día para otro se perdió. Y allá se me quedó todo, mis papeles, mis tarjetas, mis documentos, me siento desnuda en la calle y creo que tristemente esto va a tardar mucho en resolverse”, expresa Nora.

Nora sola, Nora viuda hace 12 años y con sus dos hijos en Estados Unidos, los que prefirió que no vinieran porque se pregunta, “¿a qué, a sumarle más damnificados a esto? conmigo basta”...

Al fondo, Jorge Sánchez, el delegado para la Protección del Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), les da a los presentes en el abarrotado salón, casi trescientas personas damnificadas, pistas para que enruten sus reclamaciones ante CDO.

“La Superintendencia, en este caso, ejerce como autoridad administrativa y ya inició acciones concretas”, les dijo, como antesala a la inspección que realizaron funcionarios de la SIC en la tarde de ayer en las oficinas de CDO.

Si se demuestra culpabilidad administrativa de la constructora, se podrían imponer multas de hasta 1.179 millones de pesos. Si la investigación arroja que CDO cumplió las normas de construcción, puede ser exonerada. En el caso más favorable para los damnificados, la Superintendencia puede ejercer como juez por tratarse de un contrato entre los consumidores (los compradores de los apartamentos) y una firma comercial, aplicando el Estatuto de Protección al Consumidor vigente desde 2012. Para casos de bienes inmuebles estipula una garantía de 10 años por fallas estructurales. La Superintendencia fallaría directamente.

“Hay una acción de protección al consumidor que puede ejercerse de modo individual o colectivo”, explicó Sánchez.  Recomendó hacerlo de la última forma, más ágil para el proceso.

Un mar de dudas

Pero todo eran dudas en el escenario. Quienes eran arrendatarios y perderán sus enseres encerrados en los apartamentos, tal vez no tengan manera de reclamarle a CDO. Para los de otras urbanizaciones desalojadas, las soluciones no afloraron muy claras en la reunión. Pero hay compromisos. El Personero, Rodrigo Ardila, confirmó su intención de seguir acompañando a los damnificados.

Santiago Uribe, vocero de los damnificados y quien perdió dos apartamentos, coordinó la reunión y ante reclamos sobre el impedimento de ingreso a sacar pertenencias, fue tajante: “yo estoy afectado, pero mi decisión es firme, no voy a entrar”. Y pidió acompañar en su duelo a la familia de Juan Esteban Cantor, el único rescatado y sin vida.

Norman Echavarría, que dejó todo encerrado en la torre 5 para salvar su vida, no ocultó su poca fe frente a lo que viene y la posibilidad de una pronta indemnización o restitución de sus bienes: “¿le digo la verdad?, lo dudo”.

En el edificio se quedó lo material: el auto, los documentos, los lujos, todo eso por lo que se lucha en la vida. Y seguro hasta su corazón. Pero aún así, tuvo un motivo para agradecer: “tenemos la vida, estamos vivos”. Y vi que su rostro se iluminó.