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En las caletas se encontraron 18 fusiles Ak-47 con cinco proveedores.

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Así se incautó la caleta más grande del Clan del Golfo en el bajo Cauca

En una requisa del Ejército a un hombre se le cayó el celular. En la pantalla quedó al descubierto una foto suya en camuflado. Ese fue el punto de partida para hallar el enorme arsenal.

19 de enero de 2017

En un requisa derivada de un movimiento de tropas por parte de la Séptima División del Ejército a los sectores de Piamonte —municipio de Cáceres— y Guarumo —municipio de Caucasia—, en el bajo Cauca antioqueño, cayó la caleta de armamento más grande incautada al Clan del Golfo en Antioquia en el último año.

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Después de varias reuniones con la comunidad con miembros del Batallón de Infantería Aerotransportado No 31 Rifles, se enteraron de que hombres del Clan del Golfo se movían por la zona con armas que guardaban en el monte.

Se designó un grupo de soldados para que vigilaran las carreteras y estuvieran alerta de cualquier movimiento, es así como un suboficial vio avanzar una motocicleta, detuvo al conductor y cuando le pidió papeles, en medio de una charla, el civil manipuló de manera nerviosa el celular, que finalmente cayó al suelo; cuando el oficial le ayudó a recogerlo vio en la pantalla una foto del motociclista con camuflado y fusil al hombro.

Al verse cogido, el hombre le pidió al oficial protección para su familia con el fin de darle información que le puede resultar importante, pues se declaró miembro del llamado Clan del Golfo. El sargento, con 16 años de servicio en el Ejército, notó al sospechoso muy nervioso, sacó una botella de jugo y le dijo: “Tranquilo, hermano, usted está con los buenos, bienvenido a la libertad”.   

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Ante la muestra de confianza del suboficial, el hombre le dijo que en la noche lo podía guiar hasta el lugar donde estaba escondida una caleta, y el operativo se organizó de manera inmediata a tres kilómetros de distancia, selva adentro. En el lugar, el equipo antiexplosivos revisó para descartar la presencia de minas antipersonal, con las que protegían este tipo de caletas. Allí, después de varias horas de escarbar, los militares vieron varias canecas plásticas con dos fusiles AK47, 15 granadas de mano, munición de diferentes calibres y material de intendencia.                       

El informante le reiteró al líder del pelotón que era necesario que lo protegieran, pues después del hallazgo su vida y las de sus familiares corrían peligro. El sargento lo tranquilizó de nuevo y le confirmó que ya estaba por llegar el CTI para realizar la judicialización y la legalización de la incautación, además de que ya se estaba enviando personal de inteligencia para proteger a su familia.                        

Al sentirse a salvo, el hombre informó que había una caleta más adentro en la selva, unos dos kilómetros aproximadamente. Ya en el lugar, tras una hora de búsqueda, y en varias canecas plásticas, hallaron una ametralladora M70 con dos cañones de respuesta, 16 fusiles AK47 y nueve fusiles M14.

Al final, en las caletas se encontraron 18 fusiles Ak-47 con cinco proveedores, nueve fusiles M-14  calibre 7.62 mm, una ametralladora M-60 E 4 y dos cañones adicionales para la misma, una pistola Jericó, 15 granadas de mano IM-26, un proveedor para pistola, 2.900 cartuchos calibre 5,56 mm, 1.387 cartuchos cal. 7,62 mm, 832 cartuchos calibre 7,62 mm, repuestos varios para fusil, 24 hamacas y seis equipos de campaña.