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Camacho es uno de los implicados en el 'carrusel' de la contratación. | Foto: SEMANA.

ESCÁNDALO

Procuraduría destituye a concejal Camacho Casado

También fue inhabilitado por 13 años. El cabildante habría manipulado contratos y nombramientos.

13 de agosto de 2014

El exconcejal Carlos Camacho Casado fue encontrado responsable disciplinariamente de haber incurrido en las conductas de cohecho y tráfico de influencias, faltas que fueron calificadas de gravísimas a título de dolo por parte de la Procuraduría General de la Nación.

El excabildante es investigado por presuntamente haber utilizado su influencia y su posición social y política para influir ante el entonces alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, alcalde de Bogotá, para que nombrara a Iván Hernández Daza director de la Unidad Administrativa de Rehabilitación y Mantenimiento Vial (UMV), en marzo del 2009.
 
Igualmente habría influido para que Daza hubiera buscado resultar favorecido en la celebración de contratos viales en Bogotá, así como influir para que los convenios le fueran entregados a los contratistas Emilio Tapia y Julio Gómez, procesados por estos hechos de corrupción administrativa.
 
Además recibió, según la investigación, 300 millones de pesos por parte del representante legal de la firma Patria Conalvías como contraprestación por haberle sido adjudicada la licitación 021 de 2010, que se hizo efectiva a través de un contrato suscrito el 8 de abril de 2010.

Las acusaciones 

Después de que la Fiscalía lo instaló en el capítulo del ‘carrusel’, Camacho no tuvo otra opción que rendirse. Consultó con muchos abogados y optó por aceptar el delito de tráfico de influencias porque en la Unidad de Mantenimiento Vial del Distrito, él y su partido político lograron instalar a un director para favorecerse políticamente durante la administración de Samuel Moreno.

El exconcejal Hipólito Moreno, el exsecretario de Salud Héctor Zambrano y el controvertido abogado Manuel Sánchez lo han mencionado en sus procesos. Camacho, con su poder en la entidad, logró que el desarrollo llegara a los lugares donde tenía su fortín en Bogotá. ¿Cómo? En uno de los aspectos que más impactan en los barrios capitalinos: arreglo y mantenimiento de vías.

A la vez, el concejal se habría lucrado de una empresa que contrató con esa entidad y que habría destinado entre 400 millones y 500 millones de pesos para la última campaña política que lo afianzó en el Concejo.

Camacho y su grupo político fueron, a la luz de las pruebas, quienes recomendaron al exdirector de la Unidad Iván Hernández, con quien logró su cometido. El cabildante está dispuesto a aceptar el delito ya mencionado porque también quiso manejar el contrato de las ambulancias que terminó por enredar a Moreno y Zambrano.

Para esa licitación, por 67.000 millones de pesos, presentó una empresa a la que quería le adjudicaran el contrato. El cálculo le falló porque ese contrato ya estaba amarrado por Hipólito Moreno. Pero si bien la empresa de Camacho no ganó, él sí está dispuesto a aceptar que, de manera irregular, puso el nombre de empresas en el tapete de las contrataciones.