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Gabriel Camargo, máximo accionista del Deportes Tolima, ya no piensa retirar al Tolima. | Foto: SEMANA

FÚTBOL COLOMBIANO

Camargo ya no amenaza con 'parar' al Deportes Tolima

El dueño del Tolima, que cada año confiesa estar sin plata para disputar el campeonato, esta vez fue noticia por todo lo contrario. Anunció los primeros siete refuerzos del vinotinto y oro.

Rodrigo Urrego B, redactor Semana.com
2 de enero de 2013

Desde los años 80 Gabriel Camargo es uno de los hombres más poderosos de Ibagué. Tanto, que sin tener curul en el Congreso, por las calles de la capital musical y en todo el país aún lo llaman senador. Camargo, nacido en Tunja en 1942, es el máximo accionista de uno de los principales emblemas del departamento de Tolima, el equipo que se identifica en todas las canchas de Colombia con los colores vinotinto y oro.

Se ha convertido casi en una tradición que en los primeros días de cada año, cuando sólo se oyen las voces de astrólogos y tarotistas prediciendo lo que va a pasar en el nuevo año, la voz de Camargo aparezca y se convierta en noticia. Porque, al parecer, cada comienzo de año agarra al máximo accionista del Tolima sin un peso en el bolsillo. Y por lo general anuncia que su equipo no disputará el campeonato por falta de presupuesto.

Palabras que causan revuelo pero que se apaciguan con el paso de los días. El Deportes Tolima lleva una década anunciando que no tiene plata, pero también una década en que su equipo es protagonista del torneo, pues clasifica a las finales, ha disputado títulos, ha ido a Copa Libertadores. Muchos críticos de fútbol coinciden en afirmar que el Tolima es el equipo de mayor regularidad en Colombia.

Camargo, además, siempre se sale con la suya. Porque contrata jugadores, en su mayoría con poca fama y cartel, pero que tras las buenas campañas terminan por cotizarse. El ‘senador’ gusta de los paraguayos. En 1993 trajo a la Primera B al desconocido Julio César Yegros, quien tiempo después jugó el mundial del 98 con la selección paraguaya. Hoy tiene al segundo mejor arquero de Paraguay, Anthony Silva, y al goleador del campeonato colombiano, el paraguayo Robin Ramírez.

Así también ocurrió con Christian Marrugo, el jugador cartagenero que rescató de sus fracasos al Nacional y a Santa Fe y que lo catapultó al Pachuca mexicano, donde supo triunfar Miguel Calero.

Pero, para ganarse los corazones tolimenses, Camargo tuvo que aflojar su chequera. Así lo hizo en las dos épocas en las que aterrizó en Tolima. A finales de los años 70 llegó a ponerle el sello y el patrocinio de Kokoriko y a romper el mercado de jugadores, al contratar lo mejor del país. Y a mediados de los 90, cuando volvió el Tolima a la primera división, Camargo se divertía desmantelando grandes equipos y y siendo el rey de las contrataciones.

Camargo siempre se ha definido como un hombre apasionado por el deporte. De él se dice que en sus años de juventud fue subcampeón nacional en los 100 metros planos. Que en la Universidad de Tunja jugó béisbol y fútbol, y ocupó uno de los puestos en la cancha que más lo han desvelado. Era arquero. También que fue dirigente de la Liga de Atletismo de Boyacá, y sus primeros contactos con el fútbol fueron de la mano de otro veterano y viejo conocedor del fútbol, el también senador Fuad Char, el patriarca de la dinastía que ha controlado el Junior de Barranquilla.

De Camargo se dice que le gusta ser técnico, que se mete en las nóminas de sus entrenadores, y ha habido futbolistas que han acabado su carrera cuando llegaron a manos del ‘senador’. Nelson Gallego, goleador antioqueño, quedó más de 16 meses parado, sin poder jugar ni cobrar un salario, por sus diferencias con Camargo en los años 80. Fueron públicas las controversias entre Camargo y Freddy ‘Muelas’ León, quien se perdió en el olvido tras ser la contratación estrella del Tolima en el 2006.

El año pasado, el delantero paraguayo Manuel José Maciel acusó en su cuenta de Twitter al ‘senador' de meterse en las alineaciones. Otros futbolistas, sin embargo, como Luis Manuel ‘Luisiño’ Quiñónez, quien fue selección Colombia en los años 90, sólo tienen elogios para el dirigente. “Don Gabriel –como lo llaman todos sus jugadores- siempre me cumplió en todo”, dijo en 1995 cuando Camargo sonaba para presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.

Gabriel Camargo Salamanca, quien va a completar cuatro décadas dentro del negocio del fútbol colombiano, siempre con el equipo que lo hizo poderoso e influyente en la política del departamento, volvió a ser noticia en los primeros días del 2013.

Ya no dijo que “tiraría la toalla”, o que este año no saldría el Deportes Tolima. Por el contrario, el ‘senador’, esposo de la exgobernadora de Cundinamarca Leonor Serrano, concedió su primera entrevista del año a Radio Caracol Ibagué y aprovechó para anunciar que el peruano Roberto Merino, de 30 años, formado en las divisiones menores del Barcelona FC, exjugador del Málaga, Mallorca y Murcia, y que en la selección peruana alguna vez lo llamaron ‘maradonita’, será su principal refuerzo. El reemplazo de Marrugo, su mejor negocio del 2012.

Camargo también anunció como sus nuevos jugadores al delantero paraguayo Rogerio Leichtweis, de 24 años y proveniente de Cerro Porteño; al argentino Imanol Iriberri, y a los colombianos Sergio Otálvaro (proviene del Santa Fe), Hilton Murillo (Quindío), Óscar Rodas (Santa Fe), Bréiner Belalcázar (Junior) y John Valencia (Chivas USA). 

Está claro que Camargo no retirará a su equipo. Este año tiene en frente el reto de la Copa Libertadores, que disputará desde el 24 de enero. Un negocio cuya rentabilidad conoce Camargo, desde el año 1982, cuando el Tolima por primera vez se paseó por el torneo de clubes más importante de Suramérica.