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¿CAMINO A CASA?

El proceso para que Alan García pierda su asilo en Colombia y sea devuelto al Perú para un juicio penal parece cada día más cercano.

3 de julio de 1995

LA SUERTE DEL EX PRESIdente del Perú, Alan García, se sigue cocinando a fuego lento. La semana pasada, mientras en Bogotá el canciller Rodrigo Pardo, respondía a cuestionamientos acerca de las razones que tiene el gobierno para mantener la condición de asilado político de García, en Lima el gobierno peruano realizaba una serie de ajustes a la nueva solicitud de extradición que viene preparando desde el momento en que la Vocalía Suprema de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia dictara orden de detención contra el ex presidente por los delitos de "colusión ilegal, negociación incompatible, cohecho pasivo (soborno), y enriquecimiento ilícito en agravio del Estado peruano".
Los primeros pasos ya se dieron. El 24 de mayo pasado, la Corte Suprema del Perú envió a la Corte Suprema de Colombia y a la Cancillería una solicitud de notificación para García en la que le informaba sobre la decisión tomada por esa Corte en el sentido de dictar 'mandato de detención' contra el ex presidente. Dos días después, la solicitud fue remitida por la Cancillería a la oficina de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General, organismo que a su vez informó al ex mandatario. La notificación de la Corte Suprema peruana es considerada por expertos consultados por SEMANA como un paso previo a la solicitud de extradición. "Técnicamente no ha sido pedida la extradición, pero ello no quiere decir que no se va a pedir que el señor Alan García sea devuelto a este país", dijo una fuente del gobierno peruano.
El ex presidente, una vez notificado de la instrucción abierta en su contra, dispondrá de un tiempo prudente para responder al fallo de la Corte Suprema del Perú, que lo obligaría a comparecer ante los tribunales de dicho país. En varias oportunidades, García ha dicho que el gobierno de Alberto Fujimori no le brinda garantías suficientes para un juicio justo e imparcial. "El gobierno del Perú, con su corte nombrada por él, lo que está buscando es vencernos por cansancio", dijo a SEMANA el abogado Ernesto Amézquita Camacho, apoderado de García.

AYER Y HOY
La solución al llamado 'Caso García' pareció entrar en tierra derecha a partir del momento en que el Congreso del Perú aprobó la pérdida de privilegios que tenía gracias a su condición de ex presidente. A ello le siguió una investigación de la Fiscalía de ese país por los delitos de enriquecimiento ilícito y corrupción, los cuales estarían relacionados con la contratación para la construcción del tren eléctrico de Lima.
Toda esta serie de hechos surgieron después de que el gobierno de Colombia le brindara asilo político al ex mandatario peruano, en mayo de 1992. Y la aparición de estas nuevas evidencias, así como las declaraciones del empresario Alfredo Zanatti, amigo personal de García, quien se encontraba huyendo de la justicia, han llevado a expertos a considerar que Colombia necesariamente tiene que replantear el asilo otorgado al ex presidente. "Las circunstancias han cambiado. Cuando el gobierno tomó la decisión de negar la extradición de Alan García estábamos ante un claro caso de persecución política. Había una serie de factores que ponían en peligro su vida. Se cuestionaba inclusive la autonomía del Congreso y de las cortes", dijo a SEMANA un ex funcionario del gobierno de César Gaviria, quien conoció los pormenores del asilo otorgado a García. Algo similar piensa el senador Carlos Albornoz, quien citó al Canciller al Congreso: "La figura del asilo político no es irreversible. Por tanto, si las razones de la nueva solicitud de extradición son de tipo penal y no político, el gobierno tendría que extraditar a Alan García".
En la propia casa del ex presidente se empiezan a sentir las goteras. En efecto el nuevo director del Apra, partido al que perteneció García, general (r) Germán Parra Herrera, dijo a SEMANA que los últimos sucesos en que se ha visto envuelto el ex presidente, más de tipo penal que político, afectaron gravemente a su partido en las pasadas elecciones. Según el dirigente, "nosotros también estamos realizando al interior del partido una campaña de moralización y también investigaremos las actuaciones de Alan García"
Aún faltan por escribir muchos capítulos a esta historia. El próximo tiene que ver con las salidas reiteradas de García de Colombia a Francia, con pasaporte francés, hecho denunciado la semana pasada por el diario El Comercio de Lima. Mientras tanto analistas peruanos sostienen que, pese a las garantías que hasta el momento le ha brindado el gobierno, los días de García en Colombia están contados.