Home

Nación

Artículo

Campesino que participa en la movilización en el Sur de Bolívar. | Foto: Cortesía Juan Manuel Peña, Fundación Chasquis.

CONFLICTO

Campesinos del sur de Bolívar se movilizan para exigir atención del Gobierno

Piden la reactivación de la mesa de interlocución, en donde encuentran el único espacio para hablar de sus principales problemas: la violencia y la presencia de multinacionales que exploran las minas de oro en la región.

8 de septiembre de 2011

El miércoles en la noche asesinaron a una pareja. A el hombre lo sacaron de la finca y lo mataron. A la mujer le dispararon y la dejaron herida. Murió al cabo de unas horas. “El gobierno no tiene voluntad política y los paramilitares siguen matando”, dice uno de los hombres que participan en la movilización, que desde hace ocho días (el 1 de septiembre) se adelanta en el municipio de Arenal (sur de Bolívar).
 
¿Qué piden? Que el Gobierno nacional convoque a la mesa de interlocución, un espacio concertado entre las comunidades y el Gobierno nacional en el año 2005 para discutir la situación regional y generar compromisos estatales, en función de mejorar las condiciones de vida de quienes habitan en la región. Por eso, hasta que no tengan una respuesta clara a su petición se mantendrán ahí, en la cabecera del municipio de Arenal, controlando las vías de acceso hacia otros municipios y departamentos.
 
Teófilo Acuña, representante legal de la Federación Agrominera del Sur del Bolívar, es uno de los líderes del plantón. “Estamos reunidos para exigir el respeto a la vida. Luchamos por no ser despojados de nuestro territorio. También pedimos que se convoque de manera urgente la mesa de interlocución”, dice.
 
“Hemos insistido ante el Gobierno nacional para que retomemos la mesa de interlocución. Allí veníamos planteando nuestros proyectos de vida y nuestras propuestas de permanencia en el territorio. Queremos que se retome ese espacio que fue suspendido unilateralmente por el gobierno anterior”, asegura Acuña.
 
Los campesinos también protestan por lo que ellos consideran “absoluta indiferencia de las autoridades” ante el daño que –dicen– están generando las máquinas retroexcavadoras a las fuentes de agua, humedales y ciénagas. Con esto, sientan su voz de protesta ante la presencia de las multinacionales, que desde el año pasado están explotando las minas de oro en la región.
 
En la movilización participan habitantes de Santa Rosa, Morales, Montecristo, Norosí, Simití, San Pablo, Río Viejo y Arenal. Todos esperan lo mismo, “que se cumpla lo que el pasado 15 de julio se acordó en una reunión con el programa de derechos humanos de la vicepresidencia, cuando se dijo que se iba a retomar la mesa”.
 
La Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar y las comunidades agromineras de la zona encabezan la movilización. Ellos, en una carta enviada el pasado 2 de septiembre a la vicepresidencia, reiteran su petición.
 
“Desde enero del 2009, el gobierno anterior suspendió de manera unilateral el funcionamiento de la mesa de interlocución, instalada de común acuerdo entre las comunidades y el gobierno desde el año 2005. A pesar de que desde esa fecha las comunidades representadas por la comisión de interlocución hemos insistido en la urgente necesidad de retomar la dinámica de la mesa, tanto el gobierno anterior como el actual, del que usted hace parte, se han negado a dar una respuesta concreta sobre las propuestas de fechas y lugar que por diferentes medios les hemos presentado”, señalan en la misiva.
 
También se refieren a los asesinatos (más de 30) que se han cometido en la región –según ellos– por parte de los paramilitares. Las personas que se movilizan recuerdan que tanto el Defensor Nacional del Pueblo como el Defensor Regional de Barrancabermeja y Magdalena Medio se han pronunciado públicamente sobre la urgente necesidad de que el Gobierno convoque la mesa de interlocución.
 
“Hoy nos hemos movilizado nuevamente para exigir una respuesta clara e inmediata a nuestra propuesta de convocar la mesa de interlocución del sur de Bolívar y así poder reiniciar las discusiones sobre nuestra problemática y las alternativas de solución”, repiten los manifestantes.