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| Foto: Archivo particular

SECUESTRO

Capitán Ányelo Palacios había denunciado persecuciones

Días antes de ser secuestrado otorgó una entrevista en la que dijo ser objeto de seguimientos y se quejó de no haber recibido ningún tipo de protección de las autoridades.

13 de marzo de 2016

Si las versiones que el capitán Ányelo Palacios le entregó al periodista Gonzalo Guillén alrededor de la persecución de la que era objeto son ciertas, su plagio debería ser la crónica de un secuestro anunciado.

Días antes de su desaparición, dijo en una entrevista que Guillén hizo para Univisión que había sido amenazado y que era objeto de seguimientos ilegales. Para el oficial, era muy probable que la persecución y el hostigamiento fueran consecuencia de las denuncias que hizo respecto a la forma de operar de una supuesta red de prostitución masculina conocida en la Policía como la ‘Comunidad del anillo‘.

El uniformado le dijo a la Procuraduría que había sido inducido por el coronel Jaír Castellanos a participar en un grupo creado para satisfacer los deseos sexuales de altos oficiales de la institución y de algunos senadores de la República.

Como prueba de su participación en la ‘Comunidad’, entregó un video que habría sido grabado en el 2008, en el que se refleja cómo él y el entonces senador Carlos Ferro planeaban tener un encuentro sexual.

Según Palacios, el coronel Castellanos ponía a formar a los agentes de rasgos físicos más atractivos al frente del Capitolio y les entregaba banderas de distintos países para que los congresistas escogieran con quiénes deseaban relacionarse.

El testimonio del policía, que en ese momento tenía el grado de alférez, y la pieza audiovisual que aportó llevaron al organismo de control a abrir investigación al entonces director nacional de la Policía, general (r) Rodolfo Palomino.

Dado que el video fue dado a conocer por los medios de comunicación y salpicó la imagen de Ferro, el excongresista se vio obligado a presentar su renuncia al cargo de viceministro del Interior, que ocupó hasta ese día. Al día siguiente, el general (r) Palomino lo imitó y un día después lo hizo la periodista Vicky Dávila, pues fue la emisora radial que ella dirigía la que publicó el contenido de la grabación.

Por esos días, la Fiscalía empezó a indagar sobre la veracidad de las denuncias. Por eso citó al ahora capitán Palacios para que dijera lo que sabía sobre esa supuesta red de prostitución masculina.

El oficial se convirtió cada vez más en objetivo de la prensa. De ahí que el periodista Gonzalo Guillén decidiera entrevistarlo. Los señalamientos son tan certeros, que el Policía dice haber notado cómo tres personas lo grabaron con sus celulares cuando llegó al lugar donde se reunió con el comunicador.

En ese diálogo, Ányelo Palacios dijo temer por su integridad y la de su familia, pues los seguimientos en su contra parecerían develar la intención de amedrentarlo por las denuncias que hizo respecto a la ‘Comunidad del anillo’. Lo peor, dijo, era que no gozaba de ningún tipo de protección por parte de las autoridades. Según la Fiscalía, el propio oficial se negó a recibir el programa de protección que ofrece esa entidad.

Al margen de si fue él mismo quien le facilitó el trabajo a sus captores por no aceptar ese ofrecimiento, lo cierto es que sus temores se hicieron realidad este sábado, cuando el vehículo en el que se transportaba por la vía a Pamplona (Norte de Santander) fue interceptado por hombres que se desplazaban en motocicletas.

Según su padrastro, quien lo acompañaba en ese momento, las personas que se lo llevaron dijeron que lo devolverían tiempo después. Como el capitán nunca regresó, su padrastro denunció el episodio.

La Fiscalía y el Gaula de la Policía vienen adelantando pesquisas desde la noche del sábado, con el anhelo de encontrar pistas sobre lo sucedido. Para apoyar la investigación, el director Nacional de la Policía, Jorge Hernando Nieto, ordenó el desplazamiento al lugar de los acontecimientos de una comisión de alto nivel conformada por el subdirector de la institución, general Ricardo Alberto Restrepo, y el director de Antisecuestro y Antiextorsión, general Fabio Hernán López.

Ciertas o no las denuncias previas del capitán, lo cierto es que las dudas son crecientes pues la coincidencia del plagio con las denuncias sobre actos de proxenetismo en la Policía hacen sospechar a cualquiera.

Sin embargo, también es cierto que su labor como agente de esa institución bien puede haber despertado la furia de cualquier criminal que quisiera cobrarle otras deudas.