Cae 'terror' de la comuna 13 en Medellín

Uno de los hombres que participó del pacto delincuencial del pasado mes de julio para disminuir las muertes por enfrentamientos entre bandas en Medellín era Ronald Rolando Echavarría Arango, alias 'Ronald' o 'el Zarco'. 

Él es el “terror de la comuna de San Javier”, como lo catalogó el Director Nacional de la Policía, general Rodolfo Palomino, en una entrevista al periódico local El Colombiano al informar sobre la captura de este sujeto. 

Palomino aseveró que 'Ronald' intimidaba a los establecimientos comerciales y rutas de buses y es el presunto cabecilla de la 'Odín San Javier', “una especie de confederación que agrupa a varios combos de la comuna 13”, como lo define el medio local.

Ronald Rolando, de 27 años, figura en un informe de la policía como el responsable del reclutamiento de menores de edad para el cobro de extorsiones, homicidios selectivos, hurto de vehículos, desplazamiento forzado, tráfico y venta de estupefacientes.   

Según el general Humberto Guatibonza, director Antisecuestro y Antiextorsión, tendría bajo su mando a 180 delincuentes y también está siendo investigado por los peligrosos préstamos “gota-gota”.

El diario antioqueño plantea que uno de los primeros jefes de 'Ronald' fue alias 'Toño', reconocido por ser sospechoso de conducir una de las motos de los sicarios que asesinaron a Jaime Garzón en 1999. 

'Ronald' se afirmó como presunto cabecilla del combo 'la Agonía' y se hizo aliado de 'Valenciano' en la lucha contra 'Sebastián' por el control criminal del Valle de Aburrá. 

En el 2009 fue capturado por la Policía durante un allanamiento en una vivienda de Itagüí. A finales del 2012 salió de prisión para liderar la 'Odín San Javier', tras las caídas de sus anteriores cabecillas: 'Georgi' y 'Chito'. En este escenario se convirtió a su vez en el enlace entre parte de la estructura de 'la Oficina' y 'Los Urabeños'.

Pero 'Ronald' se volvió uno de los principales socios del segundo bando y, por ello, participó en la reunión delincuencial del 13 y 14 de julio, en la que se pactó un acuerdo mafioso para reducir los enfrentamientos, repartirse y respetarse los territorios del Valle de Aburrá. Así lo señala información de Inteligencia publicada por el diario.