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La abogada que quiso estafar a Julio Gómez, el condenado por el 'carrusel'

En la historia de Julie Catherine Nieto Cortés se cruzan tres nombres conocidos del ‘carrusel de la contratación’. Una cámara oculta que grabó sus encuentros.

13 de septiembre de 2017

Las técnicas de investigación de la DEA parecen haber hecho mella en la justicia colombiana. En esta ocasión, fue la abogada Julie Catherine Nieto Cortés a quien capturaron los agentes del CTI por presuntamente haber intentado estafar al empresario Julio Gómez, condenado por el ‘carrusel de la contratación’ que desangró a Bogotá.

Según se desprende del relato de la fiscalía, la historia comienza el 17 de julio de 2017 cuando Julie entró a los calabozos de la fiscalía y se abrió paso hasta la celda en la que se encuentra encerrado el arquitecto Héctor Julio Gómez González.

En ese momento el empresario ya había cumplido las tres cuartas partes de la pena de 10 años de prisión a la que fue condenado y se encontraba a punto de poder solicitar su libertad condicional.

Entonces -según el ente acusador- Julie Catherine le propuso ayudarlo a que le dieran el beneficio de casa por cárcel a cambio de un pago de 120 millones de pesos para ella misma y supuestamente para la juez sexta de ejecución de penas en cargo de su proceso, dividido en paquetes de 100 y 20 millones respectivamente.

Lo que no podía saber Julie Catherine –una abogada que asesora a la personería en casos de corrupción y fue escribiente en la sala penal del Tribunal Superior de Bogotá- era que en la salida del lugar se encontraría con el antiguo director jurídico del IDU Inocencio Meléndez, cercano a Julio Gómez desde el episodio del carrusel por el que también fue condenado a 7 años de detención.

Este le avisó a Julio Gómez que la abogada era aparentemente cercana a Emilio Tapia –otro empresario conocido por el mismo caso del carrusel- y eso lo asustó a tal punto que decidió contar lo sucedido con Julie a la justicia.

Así, buscó no solamente al fiscal Jaime Zetién -quien maneja su investigación- sino a los delegados ante el tribunal, bajo la premisa de que podría encontrarse involucrada una juez de la República.

Después de intervenirr la línea telefónica de la presunta estafadora, los agentes del CTI decidieron lanzarle un anzuelo y equipar a Julio Gómez con un micrófono, así como activar las cámaras de seguridad para grabar su próxima visita.

En esa escena de película se puede escuchar al antiguo socio de los Nule hablando fuerte para que lo capten los micrófonos y a la abogada solicitar un primer pago de 40 millones de pesos a cambio de los servicios ofrecidos. En orden de asegurar los términos del acuerdo, el empresario le propuso contactarla con su hombre de confianza ‘Nicolás’ para que este le entregara el dinero.

Nuevamente, Julie Catherine cayó en la segunda trampa de la fiscalía cuando aceptó verse con el agente encubierto que tomó el alias de Nicolás en el local comercial Donkin Donuts de la calle 12 con carrera 8, en el centro de Bogotá. Un lugar elegido estratégicamente por encontrarse tan sólo a unos pasos del despacho donde trabajaba Julie. Era un espacio de grandes vidrios en su fachada.

Para rematar el caso, Nicolás llevó al encuentro una chaqueta negra en la que ocultó una cámara escondida. La llevaba en uno de los botones del abrigo. Desde ahí filmó la supuesta entrega de dinero en primer plano. Ya con todas las pruebas necesarias, los agentes del CTI procedieron a la captura en flagrancia de la mujer a la que acusan de haber querido estafar al empresario clave del ‘carrusel de la contratación’.

Durante las audiencias que se llevaron a cabo en los juzgados de Paloquemao, Julie Catherine Nieto Cortes llegó con una venda en la nariz y la teoría de que su caso no tenía que ver con ninguna estafa sino con un asunto disciplinario, ya que propuso a un posible cliente una remisión de pena que no se encontraba en capacidad de asegurar.

Sin embargo, se mostró dispuesta a generar un preacuerdo con la Justicia para avanzar en las pesquisas necesarias. Durante la audiencia también se aclaró que aunque en ningún momento existieron pruebas que puedan involucrar a la juez sexta en el asunto, Julie sí había tenido acceso al expediente reservado y lo había usado para convencer a Julio Gómez de sus propósitos.

Sin embargo, después de que le fue imputado el delito de estafa agravada por la fiscal 9 delegada ante el tribunal, el juez decidió imponer medida de aseguramiento en residencia.

De prosperar el caso en su contra, Julie Catherine se expondría a una pena de entre 4 y 8 años de prisión por este delito, la cual podría sumarse a la que resulte del otro proceso que tiene adelantado en su contra desde 2006 por falsedad en documento.