Así fue la captura del jefe de los Sayayines Rosas de San Bernardo

Carlos Saúl Rojas Goyeneche se encontraba tomando un café en el barrio de San Bernardo, en el centro de Bogotá, cuando fue capturado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).

Estaba prófugo de la Justicia desde septiembre del año anterior y pesaba sobre él una orden de captura por el presunto homicidio de David Díaz González.

De acuerdo con lo que explicó la directora seccional de la Fiscalía en Bogotá, Carmen Torres, Carlos sería uno de los capos de la organización delictiva conocida como la Línea Rosado, dedicada al tráfico de estupefacientes en San Bernardo y uno de los hombres que mandaban sobre los ‘Sayayines‘ encargados de la seguridad en el que fue el segundo mayor expendio de estupefacientes de la ciudad.

Y es que después de que se interviniera el Bronx en junio de 2016, gran parte de los expendios del barrio se movieron a otras zonas de la ciudad, particularmente hacia los entornos del centro y de Ciudad Kennedy, según se desprende del informe publicado el 26 de mayo por la Fundación Ideas para la paz.

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Durante un tiempo San Bernardo fue uno de los lugares que acogió a los exhabitantes del Bronx que se sumaron a los cerca de 400 que ya moraban en sus calles, hasta que nuevamente fueron desalojados por las fuerzas policiacas que acordonaron la zona.

Pero el hecho de que se haya movido el consumo a calles cercanas como la avenida sexta o las carreras novena y décima no quiere decir que hayan desaparecido las estructuras criminales, precisa el investigador que lideró el informe, Rodolfo Escobedo, sino que se ha invisibilizado una problemática que persiste en gran parte de la ciudad y que sigue teniendo los mismos ejes criminales aunque se renueven sus cabecillas.

De hecho, desde que se realizó la intervención han sido desarticuladas varias bandas presuntamente originarias del Bronx, como los Reyes, aparentemente responsables del aumento de la violencia en sectores como Rafael Uribe donde les fueron imputados entre 10 y 25 homicidios; o la de Víctor, que disputó el control de Ciudad Bolívar a la organización Olimpo.

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En el mismo sentido, la libertad con la que se movió durante meses Carlos Rojas Goyeneche, después de presuntamente asesinar a un rival en un "ajuste de cuentas por tráfico de drogas" ocurrido en marzo de 2016, -según indicó Carmen Torres- sería otra muestra del poder que todavía ostentan los antiguos capos de la zona.

Sobre todo si resulta concluyente la investigación sobre la "cercanía" que mantuvo con agentes de de la Fiscalía, el CTI y la propia Sijin de la Policía, la cual le habría permitido evadir las acciones de justicia hasta la fecha de su captura.

A pesar de que Carlos Goyeneche negó los cargos que le fueron imputados, fue cobijado con medida de aseguramiento en la cárcel La Modelo por el juez 68 con función de control de garantías ante el que compareció, en espera de que las audiencias posteriores puedan arrojar más datos sobre la forma en que se habría según la Fiscalía organizado el microtráfico en San Bernardo.

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