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| Foto: Archivo particular

BOGOTÁ

Capturan al presunto asesino de ‘Calidoso’

Unidades de la Sijín capturaron a ‘Piraña’, presunto homicida del habitante de la calle.

22 de mayo de 2014

La semana pasada se conoció un caso que conmovió a todo el país: el asesinato del habitante de calle Marco Tulio Sevillano, conocido como 'Calidoso', quien murió quemado junto a sus tres mascotas, cerca de la Universidad Javeriana. Pero este jueves alrededor de las 4:00 p. m., se le dio captura a ‘Piraña’, otro habitante de la calle señalado como su presunto homicida. 

Semana.com habló con el comandante de la Policía de Bogotá, general Édgar Sánchez, quien dijo que tras una labor investigativa insaciable de la Mebog, después de conocer el fatídico crimen, se capturó al sospechoso. Aunque todavía no se le ha declarado culpable por sentencia judicial, el habitante de calle ‘Piraña’, presunto homicida, aceptó todos los cargos que le fueron imputados.

En la diligencia judicial que se realizó en el complejo de Paloquemao el hombre reconoció que le encendió fuego, luego de una discusión que habían tenido por un parlante que al parecer ‘Calidoso’ no le había regresado a ‘Piraña’. 

Alias ‘Piraña’ aceptó los cargos por el delito de homicidio agravado por el crimen del habitante de la calle. En las próximas horas será remitido a la cárcel Modelo de Bogotá, en donde podría pagar una condena de hasta 30 años de prisión. 

Hace dos días, Medicina Legal entregó el cuerpo de ‘Calidoso’ a sus dos hijos, quienes dijeron que los había abandonado cuando eran niños y que no conocían su paradero, ni de su situación de calle. Incluso, que se habían enterado de que era su padre cuando su madre vio el rostro de Calidoso en las noticias.

Recién se conoció el atroz hecho, la Policía ofreció una recompensa de 20 millones de pesos a quien diera información sobre el asesinato. 

El rechazo de la comunidad fue evidente. La semana pasada se realizaron varias marchas como protesta al crimen, encabezadas por los estudiantes de la Javeriana, pues ‘Calidoso’ se había convertido en una especie de ángel guardián para la comunidad universitaria, a quienes acompañaba en sus recorridos hasta altas horas de la noche.