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CARLOS LLERAS: MISION IMPOSIBLE

Se disuelve la Comisión de Paz en vísperas de un arreglo con el M-19.

14 de junio de 1982

La noticia estalló como una bomba el pasado viernes. Carlos Lleras Restrepo, cabeza de la Comisión de Paz, presentaba su renuncia ante el presidente Turbay junto con otros cinco integrantes de la misma. ¿Sus razones? "El proceso propuesto por nosotros, después de prolongados estudios y gestiones, para alcanzar el sometimiento al orden constitucional de los grupos alzados en armas, no ha sido considerado practicable por el gobierno". "Hemos llegado a la conclusión -decía Lleras Restrepo- de que nada nuevo podemos hacer para llevar a feliz término la delicada misión que usted nos confió".
Los hechos (confidenciales) que condujeron a esta renuncia, se ordenaron en el curso de un mes escaso como una novela de suspenso.
El 16 de marzo, apenas dos días después de las elecciones, un miembro del M-19, que acababa de salir de la cárcel, solicitó una entrevista privada con el ex-Presidente Carlos Lleras Restrepo. Se trataba de Ramiro Lucio Escobar, abogado (Javeriana, Externado), de 35 años de edad, quien dentro de la organización subversiva había tenido el rango de oficial. Lucio -tal es su apellido- fue hecho prisionero por las Fuerzas Armadas durante un encuentro armado en el municipio de Bolívar (Santander) junto con el conocido líder del M-19 Andrés Almarales, aún en prisión. El abogado Lucio Escobar, condenado en Consejo de Guerra a tres años de cárcel, pagó su condena en la Cárcel Modelo de Bucaramanga. Desde allí, y a lo largo de ese tiempo, sostuvo correspondencia con su amigo John Agudelo Ríos, casualmente miembro de la comisión de paz.
Liberado después de las elecciones Lucio Escobar consiguió a través de Agudelo Ríos que Carlos Lleras Restrepo lo recibiera en su residencia de la calle 70A, para manifestarle su interés en un eventual proyecto de amnistía. "El problema -le manifestó el exPresidente- es saber hasta qué punto y bajo qué condiciones está el M-19 dispuesto a acogerse a ella". Lucio se ofreció como emisario para consultar a los dirigentes del M-19 en la Cárcel de la Picota, respecto del anteproyecto de decreto preparado por el exPresidente.
Los principales puntos contemplados por Lleras Restrepo eran los siguientes:
1) La aministía contemplada en el decreto 474 se haría extensiva a los delitos conexos con la sedición (extorsión y secuestro);
2) Se eliminaría la condición de que los grupos armados se entregaran previamente antes de que se procediera a la liberación de los presos que pertenecieran a dichas organizaciones.
3) Se exigiría tan sólo que manifestaran públicamente su voluntad de incorporarse a la vida democrática y civil del país.
Gracias a un salvoconducto pedido por el propio ex-Presidente Lleras Restrepo al Minjusticia Felio Andrade, Lucio pudo entrevistarse en repetidas ocasiones con los dirigentes del M-19 recluídos en La Picota. Aquel fue un intenso ir y venir entre la casa de Lleras y la carcel, Lucio sostuvo casi una docena de entrevistas con el ex-Presidente.
Los dirigentes del M-19 no objetaron el ante-proyecto e inclusive, según rumores bien fundados, llegó a pensarse en una entrevista de Lleras Restrepo con Jaime Bateman en el exterior (posiblemente Panamá).
El anteproyecto fue presentado al presidente Turbay, quien lo sometió a consulta con los jefes políticos del bipartidismo. López Michelsen declaró que apoyaría lo que el presidente "encontrara provechoso para la salud pública". El ministro conservador Felio Andrade, en cambio, objetó el proyecto, en sintonía con los demás jefes conservadores. A estos se unieron los altos mandos militares, quienes sugirieron que el arreglo propuesto por la Comisión de Paz resultaría desmoralizante para las instituciones armadas y que al ser un compromiso exclusivo con el M-19, podría dar pábulo a la reanudación de las acciones guerrilleras por parte de las FARC.
Es interesante anotar que el candidato conservador Betancur, quien en su última intervención televisiva, anterior a estos hechos, había asegurado que "respaldaría todas las gestiones de la Comisión de Paz", no se diferenció de lo manifestado por Felio Andrade y los jefes conservadores.
Sopesados tales criterios, el gobierno nacional comunicó a Lleras Restrepo que, no estaba "en condiciones de aceptar la propuesta", pues ella contravenía "la conducta que el ejército ha observado durante los últimos cuatro años".
En consecuencia, Lleras Restrepo renunció a la Comisión de Paz que había sido creada por el gobierno en octubre del año pasado, y otro de cuyos miembros, el candidato Gerardo Molina, se había retirado de ella a mediados de abril de este año.