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Luz Zoraida Rozo fue condenada a 2 años y 11 meses. | Foto: Archivo Semana

JUDICIAL

Procuraduría pide más mano dura contra la esposa de exgobernador Cruz

Le pidió al Tribunal Superior de Bogotá que incremente la pena que se le impuso a Zoraida Rozo por su intención de entorpecer la labor de la justicia.

22 de enero de 2016

La condena de sólo dos años y 11 meses de cárcel contra Zoraida Rozo, esposa del exgobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz, por tratar de entorpecer la investigación penal contra su marido dejó descontentos a muchos sectores. Entre los inconformes se cuenta la Procuraduría, que pidió un castigo más severo y ejemplar.
 
El Ministerio Público le pidió al Tribunal Superior de Bogotá que incremente la condena contra la abogada. A juicio del organismo de control, esa pena no restrictiva de la libertad no se ajusta a la gravedad del comportamiento.
 
Cuando la Fiscalía develó los detalles de la participación del exgobernador de Cundinamarca en el llamado ‘carrusel de la contratación‘, descubrió también el plan que orquestaron varios de sus allegados para evitar que el órgano de investigación probara la complicidad del alto funcionario en los actos delictivos.
 
Según la indagación, una de las más activas a la hora de entorpecer el trabajo de los investigadores fue la propia esposa del político, Zoraida Rozo. Según la Fiscalía, la mujer, abogada de profesión, ocultó elementos de prueba que incriminaban a su esposo antes del desarrollo de un allanamiento y evitó que los organismos de policía judicial dieran buena cuenta de ellos.
 
Pese a sus esfuerzos, la investigación siguió arrojando elementos comprometedores para Cruz, al punto de que parecía inminente la realización de una audiencia de imputación de cargos en su contra. Ante semejante eventualidad, dice el expediente, la señora Rozo acudió al procurador Hernán Jovel Muñoz para tratar de evitar, a toda costa, que la causa contra su marido prosperara.
 
Señalan las investigaciones que la esposa del político le hizo entrega de 2.000 millones de pesos a Jovel para que este, a través de un amigo del vicefiscal, Jorge Fernando Perdomo, buscara convencerlo de frenar una eventual imputación contra Cruz.
 
El intento por comprar la conciencia del segundo al mando de la Fiscalía se frustró. Igual sucedió con las intenciones de Zoraida Rozo de evitar que el exgobernador Cruz tuviera que responder ante la justicia por su participación en el ‘carrusel de la contratación‘. Al final, todos terminaron involucrados en líos penales, cuando la intención era marginarse de ellos.
 
Las gestiones ‘non sanctas‘ de la abogada quedaron al descubierto. Ella y el procurador Hernán Jovel fueron presentados ante la justicia como personas que trataron de torpedear las investigaciones de la Fiscalía.
 
La esposa de Álvaro Cruz no negó haber incurrido en esa conducta. Por eso, celebró un preacuerdo con el ente investigador y fue condenada a dos años y 11 meses de cárcel por un juez de Bogotá, como responsable de los cargos de ocultamiento y obstrucción a la justicia.
 
Para muchos la pena fue demasiado baja. Como la Procuraduría no fue ajena a esa percepción, apeló la sentencia, con el anhelo de que el Tribunal Superior le imponga a la procesada un castigo mucho más severo.