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Tras 600.000 millones de pesos, una parte de TransCaribe aún esta en la obra, lo que hace que los cartageneros solo puedan usar hoy menos de la mitad del sistema. | Foto: Cortesía El Universal.

CARTAGENA

TransCaribe en Cartagena: a paso de cangrejo

Cuando se pensaba que TransCaribe, el sistema de transporte masivo de Cartagena, iba a arrancar tras 12 años de espera, quedó claro que casi nada de lo planeado está listo.

6 de febrero de 2016

Existe la creencia de que el cangrejo camina hacia todas partes, menos hacia adelante. Ese parece ser el ritmo de TransCaribe, cuya obra comenzó en 2004 en Cartagena pero, 12 años después y luego de invertir más de 600.000 milones de pesos, aún está a medio camino.

El 27 de noviembre pasado este sistema masivo comenzó operaciones pedagógicas entre el centro y el barrio María Auxiliadora, un tramo de cinco kilómetros en el que los cartageneros disfrutan gratuitamente de un trayecto del sistema. Y se suponía que el 15 de febrero el sistema debía comenzar a operar plenamente con sus 11 kilómetros y 17 estaciones. Pero todo se fue al traste al parecer por una posible desarticulación entre los entes responsables del manejo, sumado a muchas verdades a medias, improvisaciones y promesas incumplidas.

Al hacer un recorrido se encontró que todas las estaciones o no tienen el sistema de recaudo instalado o están en construcción. El Patio Portal, lugar donde se parquearán y hará mantenimiento a los buses, está entre un 30 y un 60 por ciento, dependiendo de quien dé el reporte, y el lento proceso de chatarrización de los buses viejos tiene hoy sumida a la ciudad en un caos vehicular, especialmente en el centro de la ciudad.

Y para colmo de males, en la reunión de la junta directiva de TransCaribe, realizada el jueves pasado en la Heroica, a la que asistió la ministra de Transporte, Natalia Abello, presentó su renuncia el gerente Carlos Coronado, en medio de una amarga polémica en la que los concejales y una buena parte de la ciudad pedían su cabeza.

Tras esa reunión, se anunció que todo el sistema arrancaría después de Semana Santa. Pero, por lo visto, se trataba solo de ilusiones. Al fin y al cabo, la concejal Angélica Hodeg dijo a SEMANA que el patio taller tiene un retraso del 70 por ciento y lo más grave es que el consorcio que lo está construyendo amenaza con detener las obras si no se ponen al día con los pagos.

Este nuevo pare ha generado el rechazo de los dueños de los buses que serán chatarrizados, así como de mototaxistas y hasta de los transportadores ilegales. Unos porque no les han comprado sus buses, otros porque están perdiendo plata debido a que TranCaribe les ha quitado pasajeros, y los demás por los largos trancones y desórdenes en las vías en sectores cruciales como Zaragocilla, Bazurto y el centro.

Yanet Tobón, vocera del grupo de transportadores tradicionales, dice que antes de la etapa pedagógica la empresa debió haber chatarrizado y pagado 640 vehículos y a la fecha solo ha tramitado 50. Como propietaria de uno de ellos, afirma que ha perdido más de 100.000 pesos diarios, y confiesa que si se extiende la etapa pedagógica se declararía en quiebra.

Ante este panorama, la ministra de Transporte dijo que el gobierno nacional está al frente, junto con la Alcaldía, para resolver lo antes posible las obras que aún faltan y buscar el dinero para cubrir la chatarrización de los buses viejos y las obras del patio portal.

A pesar de las críticas, las encuestas reflejan satisfacción de los cartageneros con el sistema de transporte masivo al verlo funcionar, por fin, después de 12 años. Los usuarios se bajan de las viejas busetas, hacen filas para subirse al sistema, algo nunca antes visto, para recorrer algunas de las cinco estaciones: María Auxiliadora, La Bodeguita, Bazurto, Chambacú y el centro.

Los cómodos buses de TransCaribe cambiaron la percepción de los usuarios y ahora quieren que el sistema opere plenamente. Que de una vez por todas se junten todos los cabos sueltos para que ese gran cangrejo camine por fin para adelante.