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Diego Felipe Becerra y el mayor general Francisco Patillo. | Foto: SEMANA.

JUDICIAL

Caso del grafitero Becerra irá a la CIDH

La familia de Diego Felipe Becerra cree que este es un crimen de Estado.

20 de agosto de 2013

No gustó en la familia del Diego Felipe Becerra la decisión de la plenaria del Senado que ascendió a mayor general de la Policía a Francisco Patiño, oficial señalado de -presuntamente- manipular la escena del crimen del joven grafitero.

El general es señalado de haberse reunido con Jorge Eliécer Narváez, conductor de bus que denunció ante las autoridades que Becerra intentó atracarlo. La investigación busca establecer si el general Patiño se reunió la noche de los hechos en un CAI en el sur de Bogotá para hablar con Narváez y si les entregó unos bonos al chofer y a su compañera sentimental.

Aunque Gustavo Trejos, padre del grafitero, dijo que estaban preparados para la decisión, luego de conocer el apoyo de los senadores anunció una demanda internacional pues para la familia este es todo un crimen de Estado.

“Estamos viendo qué leyes nos pueden amparar para entablar una acción ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, en contra del Estado colombiano”, dijo indignado el padre del grafitero. 

La familia ha evaluado todas las posibilidades y tiene una tesis que considera aceptable dentro del derecho. Para ellos, la muerte del joven de 16 años a manos de un policía es un “crimen institucional”. La razón, en los hechos hay ocho miembros de la Policía vinculados, entre ellos, el mismísimo general Patiño, además del coronel José Javier Viva y el teniente coronel Nelson de Jesús Arévalo -subcomandante de la Policía Metropolitana y comandante de la estación de Suba para la época-.

En la respuesta a un derecho de petición, el fiscal sexto que adelanta la investigación dijo que por ahora no puede entregar copias del proceso para que sean llevadas al CIDH, pues todavía hacen parte de la reserva.

Proceso

A pesar del ascenso del general, este debe responder por los señalamientos en su contra. Patiño, quien para el momento de los hechos era el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, se ha declarado inocente.

En una reciente diligencia dijo que en ningún momento conoció de la supuesta manipulación de la escena del crimen y que únicamente se enfocó en cumplir su papel de comandante, que era el de estar al tanto de todo lo que pasaba en la institución.

Por ahora, la familia espera que con las pruebas que tiene la Fiscalía, en aproximadamente dos meses se le llame a imputación de cargos al hoy mayor general. Existe una duda, pues para algunos el alto oficial formalmente no está investigado por la Fiscalía. Lo que en la práctica permitió su ascenso.  

El argumento es que según la normatividad penal (Ley 906 de 2004) el trámite sólo inicia formalmente cuando se realice una imputación de cargos. En el citado derecho de petición, quedó claro que existen nuevas ordenes de Policía judicial con el objetivo de determinar nuevas pruebas que incriminen al general Patiño con los hechos.