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| Foto: Archivo particular

JUDICIAL

¿Caso Pretelt se va a vacaciones?

Sólo tres días de labores le quedan a la Cámara de Representantes y el país espera una decisión frente a la acusación del magistrado Jorge Pretelt. Todo apunta a que se aplazará hasta el 2016.

14 de diciembre de 2015

Este lunes, y por quinta vez en tres semanas, la plenaria de la Cámara de Representantes volvió a ser citada para resolver la acusación contra el magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt. Desde el pasado 2 de diciembre, se ha venido aplazando sistemáticamente la decisión, como si los representantes quisieran eludir esa responsabilidad.

El caso Pretelt se ha convertido en una auténtica ‘papa caliente’ para la Cámara. Deberá decidir si acusa ante el Senado al expresidente de la Corte Constitucional por el delito de concusión, por haber pedido, supuestamente, $500 millones para favorecer una tutela de la firma Fidupetrol.

Desde el pasado mes de septiembre, la polémica Comisión de Acusaciones aprobó un proyecto de acusación contra el magistrado Pretelt. Por primera vez, desde la acusación al presidente Ernesto Samper, una investigación culminaba de esa manera. Pero desde cuando el caso llegó a la plenaria, la decisión ha estado afectada por maniobras dilatorias de la defensa y por estrategias de reducción del quórum por parte de los congresistas.

La primera vez que la plenaria abordó el tema, a puerta cerrada, 13 representantes presentaron impedimentos. Al siguiente intento fue el abogado Abelardo de la Espriella quien recusó a ocho parlamentarios. Una semana después recusó a otros siete. Durante dos semanas, cada vez que se abren las puertas, la noticia es la misma: aplazada la decisión.

Además, el proceso contra Pretelt se ha desarrollado en el más absoluto hermetismo. Entre otras, la estrategia de las recusaciones ha llevado a los congresistas a evitar pronunciarse en público sobre el asunto, sumado al hecho que cualquier declaración podría ser considerada una violación a la reserva del sumario.

Sin embargo, ha trascendido que un numeroso bloque de parlamentarios ha hecho lo suyo para dilatar la decisión. Por un lado, los uribistas han exigido aplazar la decisión hasta tener acceso a todo el expediente, y varios de ellos, en privado, han manifestado que no hay pruebas para acusar a Pretelt, que fue ternado por el presidente Álvaro Uribe.

Los del Centro Democrático se han prestado para reducir el quórum. Lo mismo que los conservadores, afines con Pretelt, y los representantes de la costa caribe, paisanos del magistrado. Se dice que en el momento de la decisión la bancada uribista y la conservadora votarían por precluir la investigación.

Y de otro lado se dice que desde la Fiscalía se estaría impulsando la acusación del magistrado, y hasta que al Gobierno le serviría que el magistrado postulado por Uribe saliera de la Corte, ante las decisiones que el máximo tribunal deba adoptar frente al plebiscito y al acto legislativo por la paz.

Para completar, el caso Pretelt también se ha visto atropellado por razones de la propia agenda legislativa de la Cámara, pues precisamente, el estudio del plebiscito y el acto legislativo por la paz, así como el proyecto de endeudamiento, urgencias para el Gobierno, también han obligado al aplazamiento.   

La dilación del proceso, obviamente, beneficia la estrategia de defensa del magistrado Pretelt. Y también pone en tela de juicio a la Cámara de Representantes, de quien se esperan resultados.

El próximo miércoles el Congreso finalizará sesiones y saldrá de vacaciones hasta el 16 de marzo. Eso significa que la Cámara tendrá sólo tres días para resolver este caso, como lo viene reclamando la opinión pública, pero el ambiente que se percibe apunta a que no habrá decisión, y que el caso Pretelt también saldrá de vacaciones.