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Maria Fernández Tarrá era conocida en Bolívar como la ‘madrina’ de los sicarios. | Foto: Cortesía Policía

ORDEN PÚBLICO

Cayó la ‘madrina’ de los sicarios

Según la Policía de Bolívar, alias la ‘Mona’ era la encargada de darles armas y protección a los homicidas.

20 de febrero de 2013

En el momento en que hacía fila para ingresar a la cárcel de Ternera, en Cartagena, para visitar a su compañero sentimental, fue capturada una mujer señalada de ser una de las principales colaboradoras de los sicarios que delinquen en Bolívar. Se le conoce con el alias de la ‘Mona’, aunque su verdadero nombre es María Fernández Tarrá.

Tiene 36 años, es oriunda de Marialabaja, Bolívar, y su historia reciente da cuenta de que, aprovechando su condición femenina, logró que le fueran arrendados varios inmuebles en esa población que con el paso de los días se convirtieron en guaridas de los gatilleros.

Todo se inició a principios del 2011, cuando a esa población llegó un grupo de los ‘Rastrojos’ a controlar el negocio de los expendedores de droga y a cobrar vacunas. También llegaron a sembrar el terror perpetrando homicidios.

Las casas fueron escogidas de manera estratégica. Cada una de ellas daba a calles que a su vez conducían a las salidas de los municipios. Esa ubicación fue a propósito en caso de un operativo policial.

Desde su llegada a la población, una de las situaciones más críticas se vivió justamente hace un año, cuando en esa población, durante febrero, se contaron ocho crímenes. Aunque todos fueron repudiados, como es apenas natural, fue el asesinato de dos primos, ambos de 14 años, lo que despertó la ira ciudadana.

Las informaciones de inteligencia precisan que detrás de ese crimen estaba un hombre a quien identificaron bajo el remoquete de ‘Rogelio’, quien es el compañero sentimental de la ‘Mona’. De hecho, este hombre se fue para una de las casas arrendadas por la mujer, se encontró con ella y celebraron hasta el amanecer.

Así se desprende de una de las evidencias recopiladas por la Policía de Bolívar, que sirvió de base para que se expidieran 18 órdenes de captura por lo que desplegó un operativo en el que se efectuaron 14 arrestos.

La ‘Mona’ alcanzó a escapar, aprovechando uno de los corredores de fuga que le daban las casas que alquiló. Quien no corrió con la misma suerte fue ‘Rogelio’, a quien sí detuvieron y tras las respectivas audiencias fue enviado a la cárcel Ternera.

Daría la impresión de que la ausencia de su compañero sentimental fue lo que obligó a la ‘Mona’ a verse con ‘Rogelio’. De allí que hubiera madrugado el domingo anterior para ser una de las primeras mujeres que llegaron al penal en calidad de visitantes. En la guardia se presentó con una cédula falsa, pero alguien la delató y se dio aviso a las autoridades.

“Unidades de la Sijín la identificaron plenamente y le hicieron efectiva la orden de captura expedida por un juez de Riohacha, La Guajira, por el delito de concierto para delinquir agravado”, precisó el coronel Jorge Octavio Vargas, comandante de la Policía de Bolívar.

El oficial agregó que dentro de la estructura de los ‘Rastrojos’ esta mujer era la encargada de conseguir y entregarles las armas a los sicarios para que cometieran los asesinatos. Luego de los crímenes, la ‘Mona’ se encargaba de resguardar a los homicidas y darles protección.

La mayoría de las personas que conseguían como sicarios eran menores de edad que le decían ‘Madrina’ a la ‘Mona’ por el apoyo que les daba. Pero con la mujer tras las rejas, se les acabó su benefeactora.