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En esta humilde panadería de El Paso, Cesar, fue vendido el máximo premio que se ha rifado en Colombia. La mayoría de sus clientes son humildes mineros.

SUERTE Y AZAR

¡Cayó!

Alguien en un pueblo de Cesar ganó casi 42 millones de dólares con el Baloto, el sorteo de lotería más grande que se haya hecho en Colombia.

27 de agosto de 2011

El miércoles, pasadas las once de la noche, millones de colombianos hacían fuerza frente al televisor. No era para menos, pues se trataba del sorteo oficial del Baloto, con un acumulado de infarto: 74.000 millones de pesos (41,8 millones de dólares), una cifra sin precedentes en la historia de los juegos de azar en el país. A las pocas horas se supo la noticia. Se lo ganó un solo apostador, que consiguió el sueño de medio país: convertirse en multimillonario de un momento a otro.

Evelia Carreño, en el corregimiento de El Paso, Cesar, se acostó con una mueca de desencanto e igual de pobre, porque su boleto solo atinó un número. Sin embargo, pasadas las seis de la mañana, tras abrir su negocio y ver en la máquina del Baloto que la cifra acumulada ya no estaba, empezó a recibir llamadas de todo el país en las que le anunciaban que allí habían vendido el premio anhelado.

El creciente nivel del acumulado había hecho crecer como espuma el furor de la balotomanía en todo Colombia. Para el supersorteo del miércoles se habían hecho en total 1.315.334 apuestas. Entre ellas, 145 personas que lograron cinco aciertos, pero solo van a recibir un millón y medio de pesos.

Como es normal en estos casos, el ganador aún no se ha reportado en la empresa. Como dice María Clara Martínez, la gerente de Gtech, la firma que opera el popular juego desde hace 11 años, "suelen tomarse un par de semanas, mientras se asesoran sobre lo que deben hacer. Es como si se escondieran porque la vida les cambia definitivamente. Ya nunca van a volver a ser los mismos".

Baloto ha entregado en 43 ocasiones premios acumulados, aunque ninguno tan grande como el de la semana pasada. Tampoco es la primera vez que 'el sueño' se hace realidad en una población pequeña: Funza, El Plato, Anapoima y Sevilla han corrido con la suerte que esta semana tuvo El Paso. Y no solo sueñan los apostadores. A las oficinas de Gtech llegan semanalmente cartas -generalmente de niños y ancianos- para pedir alguna ayuda y hacer realidad innumerables sueños.

En El Paso, Elvia cuenta que el miércoles vendió 681 boletos y que la mayoría de sus clientes son humildes mineros que en vísperas del sorteo van a su panadería para comprar el Baloto, soñando con salir de pobres. El corregimiento entero espera que, sea quien sea el afortunado ganador, tenga algún detalle con el pueblo. Entre tanto, el chiste de moda es este titular: "Misterioso costeño compra fábrica de Old Parr en Escocia".