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"Chávez mezcla sentimientos imperiales con el socialismo": le dijo Uribe a EE.UU.

Los cables de Wikileaks constatan posiciones que, por diferentes circunstancias, se sospechaban. Por ejemplo, la que tiene que ver con la preocupación de Colombia por el gobierno venezolano.

9 de diciembre de 2010

En uno de los despachos, fechado en noviembre del 2009, el exembajador de Estados Unidos en Colombia William Brownfield señala que una fuente anónima -que según información divulgada por el diario francés Le Monde podría ser el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional- le contó que el entonces presidente Álvaro Uribe estaba molesto con el gobierno de Estados Unidos por su falta de respuesta a las agresiones de Venezuela con Colombia.
 
La misma fuente, además, le dijo al embajador que el Gobierno colombiano había interpretado la cancelación de la visita a Colombia del subsecretario del departamento de Estado, James Steinberg, como una señal política, a lo que el embajador explicó que la visita había sido cancelada por un problema en la agenda.
 
El embajador, según el cable, le pide a la fuente que les diga a Uribe y a su gobierno que no caigan en la trampa retórica de Chávez.
 
En otro despacho del cuerpo diplomático estadounidense en Bogotá, la palabra Venezuela se vuelve a leer. Se trata de un cable en el que el exembajador Brownfield da cuenta de una productiva reunión con Uribe.
 
De acuerdo con el mensaje, en este encuentro la opinión del exmandatario colombiano sobre Venezuela “fue sobre todo sincera”.
 
“Se refirió a Chávez como una persona que mezcla sentimientos imperiales con el socialismo (…) Uribe lamentó los esfuerzos de Chávez para crear un "nuevo socialismo", su dominio total sobre las instituciones venezolanas, la falta de oposición y de contrapesos, las perspectivas de la hiperinflación y la inestabilidad política”.
 
Pero el tema de Venezuela es recurrente en los cables de Wikileaks. Según otro de estos, el excomandante de las Fuerzas Militares general Freddy Padilla de León le dijo al embajador que el presidente Uribe estaba empeñado en concluir un acuerdo para crear una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL) en la base aérea de Palanquero (Puerto Salgar, Cundinamarca).
 
Sin embargo, a continuación el alto oficial comentó que el gobierno colombiano entendía que el anunció de dicha base podría generar una reacción de los venezolanos y ecuatorianos, por lo que habría decidido no decirlo públicamente, aunque lo estuviera buscando.
 
Según el mismo cable, Padilla dijo que “el apoyo de Uribe significaba que el gobierno colombiano respondería rápidamente a una solicitud sobre Palanquero. No sería operacional en el 2008, pero lo querían firmar pronto”.

En otro de los informes, el embajador le dice al excomisionado de Paz Frank Pearl “que el apoyo de Venezuela a las FARC podría cambiar ‘el juego’, sobre todo si Venezuela le diera a las FARC los misiles tierra-aire portátiles”.

Otro cable, fechado en noviembre del 2007, dice que según lo había afirmado el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, el gobierno de Colombia suspendió la mediación del presidente Chávez para la liberación de colombianos porque había roto las reglas que estableció el presidente Uribe.

El mismo cable dice que el Alto Comisionado reconoció que la decisión tenía un costo político, pero que de no haberlo hecho, las consecuencias habrían sido más graves, además compara a Chávez con las FARC y otros grupos armados ilegales, porque "constantemente ponen a prueba los límites del Gobierno".

En el mismo despacho se lee que “Chávez reveló conversaciones presidenciales a la prensa, violó la jerarquía institucional colombiana hablando directamente con el general Mario Montoya y trató de marginar al gobierno colombiano sosteniendo encuentros con figuras políticas de Colombia, como el antiguo presidente Ernesto Samper".

Restrepo menciona además un encuentro en Caracas entre Piedad Córdoba y Chávez, que haría parte de la creación de un plan de ambos para crear una especie de gobierno “alternativo”.

El Comisionado dice también que el gobierno colombiano estaba tratando de difundir una opinión en la región que apoyara la decisión de suspender a Chávez como facilitador. Dice que la interrupción del proceso desencadenó un debate en América Latina y que mientras Chávez favorecía el autoritarismo, Uribe abogaba por una democracia representativa arraigada en libertades civiles, mercados abiertos e instituciones independientes.

En otro de los documentos, se lee una conversación entre Brownfield y el viceprensidente Francisco Santos en el que éste último insiste en que Chávez puede estar detrás de las ‘chuzadas’ del DAS.

“El vicepresidente Santos de manera repetida declaró que él sentía que una fuerza externa o interna -el presidente de Venezuela Hugo Chávez, las FARC, los narcotraficantes, el gobierno cubano, empleados del DAS corruptos o partidos de oposición- estaba detrás de los ataques al DAS. Dijo que esta “fuerza oscura” sabe que puede usar al gobierno de Estados Unidos y al Congreso como puntos de presión y dijo que temía que la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIPOL) fuera el próximo objetivo”, se lee en el cable.