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Chucho, el oso de anteojos que triunfó en la Corte Suprema de Justicia

La Corte Suprema de Justicia falló un Habeas Corpus a favor del animal que había sido trasladado de una reserva de Manizales al zoológico de Barranquilla, para que pueda ser reubicado en un ambiente con "plenas y dignas condiciones de semicautiverio".

27 de julio de 2017

Chucho llegó a la reserva ambiental de Río Blanco hace 19 años. Era apenas un cachorro cuando salió de Nariño junto con la osezna Clama, como parte de un programa de repoblamiento del oso andino en el país.

A pesar de que nació y siempre vivió en cautiverio, en "una área de media cuadra, encerrada por una malla alambre de púas y cerca eléctrica" como la describió la Corporación Autónoma Regional de Caldas, fue hasta la muerte de su compañera Clama, -hace cerca de 9 años- que realmente se deprimió y comenzó a escaparse por la ciudad de Manizales.

Según explican los medios locales que siguieron su historia,  en ese momento empezó a notarse en él un deterioro físico propio de una mala alimentación y de la falta de un hábitat ideal, así como del contacto con animales de su especie.

Ese fue el motivo que llevó a las autoridades ambientales a decretar su traslado al zoológico de Barranquilla. Pero la decisión no convenció a todo el mundo. El abogado Luis Domingo Maldonado fue el primero en considerar que la privación de libertad del mamífero no presentaba una mejora en su caso, sino que empeoraría sus condiciones de vida y sobre todo, sus derechos fundamentales.

Si la muerta de Clama lo había vuelto "depresivo, más sedentario y pasivo", su traslado sorpresivo al zoológico de Barranquilla el 14 de junio agravó su condición y conmocionó a la sociedad caldense. Para mejorar su estado anímico, Luis Domingo Maldonado interpuso un Habeas Corpus a nombre de Chucho que fue negado en primera instancia por la sala civil del Tribunal Superior de Manizales. (Ver el habeas corpus)

La argumentación del órgano jurisdiccional fue que tanto la tutela como el Habeas Corpus eran mecanismos propios a los seres humanos y que por lo tanto no podían proteger a un animal, para el que se podían interponer acciones populares o acciones administrativas.

En respuesta, Maldonado impugnó la medida al considerar que no existía un "mecanismo propio e idóneo que permitía (...)proteger a los seres sintientes" en Colombia, cuando países como Argentina ya habían sentado precedentes con el fallo a favor de un chimpancé que tuvo que ser trasladado a "la reserva de grandes monos en Brasil".

El caso siguió su curso hasta la siguiente instancia en la que convenció al magistrado Luis Armando Toloso Villabona. Después de estudiar la propuesta, Toloso Villalbona concluyó que no habían llegado los estudios científicos que justificaran el traslado del oso a la Corte Suprema de Justicia, ni se había remitido la hoja de ruta para su liberación en la fauna silvestre nativa decomisada, lo cual no permitía establecer a ciencia exacta la estrategia de conservación de Chucho. Toda vez que el cambio de altitud y de temperaturas podrían vulnerar su desarrollo.

Por ello, el magistrado revocó la decisión de primera instancia y ordenó su traslado desde el zoológico de Barranquilla a una zona más adecuada con "con plenas y dignas condiciones de semicautiverio". Presuntamente en la reserva La Planada del Departamento de Nariño, dónde podría reencontrarse con otros osos y quizá con algún familiar lejano, de los que dejó cuando se fue a Manizales.

¿En qué van los derechos de los animales en Colombia?

En la ponencia del magistrado también se hizo un recorrido por la evolución de los derechos de los animales en el país.

Hasta la reforma de 2016, los animales eran considerados como bienes muebles por el Código Civil Patrio, pero a partir de la ley 1774 de 2016, su estatuto cambió cuando se establecieron sus derechos mínimos en el artículo 3.

Entre estos se tiene en cuenta los derechos que tienen a 1) no sufrir de hambre ni sed  2) no sufrir injustificadamente malestar físico ni dolor 3) que no les sean provocadas enfermedades por negligencia o descuido 4) que no sean sometidos a condiciones de miedo ni estrés 5) que puedan manifestar su comportamiento natural. Además de que también se sancionaron con penas los actos de crueldad hacia los animales.

Sin embargo, para Maldonado todavía hacen falta avances en ese campo, ya que en Europa existen países como Suiza o Alemania que tienen derechos más avanzados para todos los seres vivientes, en tanto que Ecuador, por ejemplo, protege al derecho de la naturaleza en su constitución.

En el caso de Cucho, cuya especia conocida como Tremarctos ornatus (oso de anteojos) se encuentra en vía de extinción, el abogado estima que se deberán considerar condiciones particulares para garantizar la sobrevivencia de un mamífero importante para la naturaleza en su condición de "dispersor de semillas y transformador del bosque".