Home

Nación

Artículo

Alba Luz Florez Gelves en audiencia del juicio por el caso de las chuzadas del DAS. | Foto: Guillermo Torres

JUDICIAL

‘Chuzadas’: la prueba que no aceptó la Corte

La Corte Suprema no permitió incluír un documento que incriminaría a Bernardo Moreno.

8 de marzo de 2013

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia no permitió la inclusión de un documento de Alba Luz Flórez Gelves, el cual incriminaría al exsecretario de Presidencia Bernardo Moreno con las interceptaciones ilegales.

El magistrado ponente Fernando Castro recordó a las partes que el proceso es voluminoso y las pruebas ya han sido determinadas previamente.

"La objeción es fundada, por lo cual, la Corte considera oportuno que no sea incluida la prueba en el proceso, ya que no tiene cadena de custodia y no es presentada por la misma interviniente", aseguró el alto tribunal.

El magistrado señaló que "la Corte Suprema de Justicia señala que el disco duro entregado por Alba Luz Flórez Gelves a la Fiscalía, fue suministrado durante una diligencia de interrogatorio".

La Corte investiga a Bernardo Moreno por los delitos de interceptación ilícita de comunicaciones y abuso de función pública, por lo cual, se le dictó medida de aseguramiento el 30 de julio del 2011.

La 'Mata Hari'

En mayo del 2010, SEMANA reveló quién era Alba Luz Flórez Gelves, la funcionaria del DAS que fue comisionada para espiar a los magistrados. En ese momento, este medio la referenció como "una curtida detective que llevaba un poco más de 10 años en el organismo de inteligencia y quien desde el 2007 hasta hace un poco menos de dos meses fue la encargada de espiar para el DAS y el gobierno a la Corte Suprema de Justicia en su propia sede".

Una de las últimas áreas en las que trabajó Luz fue en la Dirección de Protección del DAS, que es la dependencia encargada de prestar seguridad a personalidades y altos funcionarios del país. Para el 2007, las investigaciones por parapolítica empezaron a generar enfrentamientos entre el Palacio de Nariño y la Corte. Conocer información de primera mano sobre lo que pasaba con los magistrados se había convertido en una prioridad para algunos miembros del gobierno y para el organismo de inteligencia de la presidencia, el DAS.

Unos grupos, siguiendo instrucciones, se dedicaron a 'chuzar' y seguir a magistrados. Aunque esa estrategia permitía conocer algo de información para el gobierno, era indispensable saber qué discutían los magistrados en privado, algo a lo que no tenían acceso simplemente 'chuzando' teléfonos. Era crucial tener a alguien adentro de la Corte. La elegida para esa misión fue Luz. Con el conocimiento de la dirección del DAS, la dirección de inteligencia y contrainteligencia, ella fue asignada a hacer parte de los esquemas de protección de miembros de la Corte.

Esto le permitiría no solo convertirse en la sombra de algunos de ellos sino tener acceso sin levantar sospechas a prácticamente cualquier lugar de las instalaciones de la Corte. Podía ver con quiénes se reunían, qué testigos iban, quiénes eran los investigadores de la Corte. Su personalidad le permitía entrar rápidamente en confianza con gente clave en el alto tribunal.

En lugares claves de la Corte se realizan inspecciones de rastreo para verificar que no haya micrófonos ocultos. Eso no fue un problema para Luz. Como se movía como 'Pedro por su casa', registraba las reuniones que eran de interés en una grabadora que instalaba y retiraba sin dejar huella. Luz también lograba conseguir apartes claves de expedientes. Le entregaba esa información a Gustavo Sierra, funcionario de la dirección de análisis, quien a su vez se encargaba, según el material, de llevar los datos a sus jefes en el DAS o a miembros de la Casa de Nariño.