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Un miembro del Ejército vigila la población de Toribío (Cauca). | Foto: EFE

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CICR asiste a 1.500 desplazados por combates en Cauca

La ayuda llega a la comunidad de El Mango, aldea rural de Argelia. El responsable regional del CICR dijo que es preocupante "el gran número de personas que no tiene a dónde volver una vez se normalice la situación, pues muchas perdieron sus casas".

14 de julio de 2012

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia anunció una campaña de asistencia a 1.500 desplazados por los combates entre militares y guerilleros en Argelia, Cauca.

La ayuda tiene como destino la comunidad de El Mango, aldea rural de esa población, afectada la semana pasada por enfrentamientos armados, precisó el jefe de la subdelegación del CICR en Cali, Benno Kocher, en un comunicado público.

Kocher indicó que su institución envió al caserío catorce toneladas de alimentos, artículos de aseo y materiales para la reconstrucción de casas dañadas por los recientes enfrentamientos.

Además de los desplazados, los choques armados afectaron 74 viviendas de civiles que "recibieron impactos mayores que las hacen inhabitables", advirtió el subdelegado del CICR, quien indicó que la escuela y dos salones comunales también sufrieron destrozos.

"Muchas otras (casas) sufrieron daños estructurales, pero son reparables", continuó Kocher, cuyo organismo cuenta con la cooperación de la Cruz Roja Colombiana (CRC) para distribuir la ayuda.

El responsable regional del CICR dijo que es preocupante la afectación psicológica que ha sufrido esta población, así como "el gran número de personas que no tiene a dónde volver una vez se normalice la situación, pues muchas perdieron sus casas".

El municipios de Argelia es uno de las más afectados por la actividad de las FARC, que hace una semana lanzaron una campaña de ataques y hostigamientos.

Las FARC afirman haber derribado un avión de combate Súper Tucano de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en el municipio de Jambaló, pero el mando militar señala que no hay indicios de derribo y que todo apunta a un accidente.

El Súper Tucano, de fabricación brasileña, era tripulado por un teniente y un suboficial, quienes perdieron la vida y cuyos cadáveres fueron recogidos el jueves por una misión del CICR.

Además de los dos militares, los hechos de la última semana en el Cauca dejan al menos un muerto y quince heridos, muchos de ellos indígenas del pueblo de los nasas o paeces, que se declararon en "resistencia permanente" para exigir a las fuerzas de seguridad y a los guerrilleros que se retiren de sus territorios ancestrales.

La situación en el Cauca llevó al presidente Juan Manuel Santos a celebrar el pasado miércoles un consejo de ministros en Toribío, donde fue recibido con abucheos y protestas por los aborígenes.

En su comunicado, el responsable del CICR en Cali reiteró que "todas las partes en conflicto tienen la obligación de respetar y proteger a la población civil y sus bienes, según lo establece el derecho internacional humanitario".

Por su parte, la agencia de noticias EFE aseguró que las acciones guerrilleras, los enfrentamientos y los bombardeos del Ejército han causado en los últimos días el desplazamiento forzoso de más de 2.800 indígenas y mestizos.

La preocupación del CICR es compartida por las autoridades de las localidades afectadas por la actividad armada y por los líderes del pueblo de los nasas o paeces, etnia mayoritaria en el norte del Cauca, con casi 100.000 personas, y que se ha propuesto desalojar de su territorio ancestral a las fuerzas de seguridad y los guerrilleros.

El alcalde de Toribío, el nasa Ezequiel Vitonás, dijo a Efe que, en su municipio, el éxodo mayor se ha dado entre familias mestizas de la zona urbana que tradicionalmente han controlado el comercio.

Unas cien familias, conformadas por medio millar de personas, han salido con destino Santander de Quilichao y Caloto, poblaciones del Cauca, y también a Cali.
 
"Mestizos que vivían del comercio en el pueblo han emigrado rápidamente, por temor", insistió Vitonás.
 
La marcha masiva de los comerciantes ha hecho que sus negocios hayan sido adquiridos por los nasa o paeces, una etnia rural y sin tradición comercial.

Santander de Quilichao, que sirve de sede a la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACÍN), acoge a otros 800 desplazados de varias localidades de la etnia de los nasas.

Uno de los consejeros mayores de la ACÍN, Carlos Andrés Alfonso, indicó a Efe, también por teléfono desde Santander de Quilichao, que este pueblo vivía este viernes una tensa calma.

Pero "son muy delicadas las circunstancias en las que nos estamos moviendo", admitió Alfonso, cuyo etnia se ha declarado en "resistencia permanente" contra los "actores del conflicto".

Este consejero de la ACÍN manifestó que la Guardia Indígena, cuerpo de seguridad de los nasas armado con simbólicos bastones de madera, continuará en su tarea de retomar el "control territorial" en sus asentamientos.

Es una campaña para expulsar a militares y guerrilleros de los resguardos indígenas, que ya han iniciado con el desmonte de tres barricadas policiales en el casco urbano de Toribío y el desalojo de las tropas del Ejército en una base cercana a esta aldea, en las montañas del Cauca.

Los aborígenes también han obligado a los guerrilleros a retirarse de dos carreteras en las que mantenían controles de tráfico y ahora buscan contactar con los mandos regionales de las FARC para exigirles que abandonen su territorio.

EFE