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Aureliano Hernández - Finalista Categoría Ciencias Agrícolas | Foto: Juan Carlos Sierra

INVESTIGADORES EMÉRITOS 2014

Científico de altura y defensor del agro

Aurelio Hernández y Luis Carlos Villamil, finalista en la categoría Ciencias Agrícolas.

5 de julio de 2014

Científico de altura
Aurelio Hernández

Era el final de los años sesenta y Aureliano Hernández Vásquez no sabía si estudiar veterinaria o ser músico. Esta última opción le daba miedo porque pensaba que terminaría muerto de hambre, así que optó por estudiar vete-rinaria en la Universidad Nacional. Luego de una maestría en reproducción ovina en la Universidad de Bristol (Gran Bretaña) y un doctorado en la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) ha trabajado con la industria avícola para entender por qué los pollos de engorde en Bogotá mueren súbitamente, causando grandes pérdidas económicas. Ve la necesidad de desarrollar una estirpe colombiana de pollos que se adapte mejor a las características climáticas del país. Ha escrito 80 publicaciones, cuatro libros y, a través de los programas de maestría y doctorado en veterinaria de la Universidad Nacional que ayudó a consolidar, ha formado 23 maestros y 11 doctores. Y le quedó tiempo para la música. Ha sido un destacado barítono. Trabajó siete años con la Ópera de Colombia, ganó premios de canto,y grabó discos. “Pero lo más importante para mi es haber sembrado la semilla de la investigación en todos mis estudiantes”.

Defensor del agro 
Luis Carlos Villamil

A lo largo de cuatro décadas, Luis Carlos Villamil ha formado equipos de investigación con proyección internacional como el Grupo de Epidemiología y Salud Pública, calificado como A1 por Colciencias, y ha educado a varias generaciones de profesionales, maestros y doctores en las ciencias agropecuarias. De 65 años, se graduó de médico vete-rinario en la Universidad Nacional y allí mismo obtuvo una maestría en Medicina Preventiva. Luego viajó a Gran Bretaña para realizar un doctorado en Epidemiología en la Universidad de Reading. 

Todo esto lo logró en parte gracias a subsidios del estado colombiano, por lo cual decidió quedarse en el país para contribuir a la transformación social y productiva mediante la educación y la investigación, que él considera las herramientas más poderosas para lograrlo. La labor de la docencia no la abandona porque le gusta cumplir el principio de “aprender haciendo y enseñar demostrando”.