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| Foto: Montaje SEMANA / Archivo

SALUD

'Títulos exprés' dividen a los gremios de cirujanos plásticos

La Asociación que reúne los especialistas que estudiaron en Brasil asegura que hay intereses de la Sociedad de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva por monopolizar la especialidad. Pero esta agremiación explica sus razones.

15 de agosto de 2016

Los testimonios de víctimas de cirugías plásticas mal realizadas encendieron un debate que tiene a congresistas y académicos en la construcción de un proyecto de ley que mejore los procedimientos quirúrgicos, ponga reglas claras y evite que se sigan conociendo casos de víctimas, como el de la periodista Lorena Beltrán.

La polémica se encendió cuando se conoció que el cirujano de la comunicadora, Francisco Sales Puccini, supuestamente se había especializado en cirugía plástica y estética en la Universidad Veiga de Almeida en Brasil, donde hizo un curso (lato sensu), que puede durar entre seis meses y dos años. En Colombia hay 43 cirujanos que obtuvieron estos llamados ‘títulos exprés’.

El gran problema es que mientras en Brasil estos cursos no son válidos para ejercer la profesión de cirujano plástico, como explicó Luciano Cháves, presidente de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica, hace un par de semanas el Ministerio de Educación colombiano los validó.

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Desde ese momento el debate está en su punto álgido y cada uno de los gremios ha expuesto su posición frente al tema. La Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva –que lleva 60 años como entidad gremial- ha manifestado públicamente su desacuerdo con las convalidaciones de estas supuestas especializaciones e, incluso, se ofreció a contribuir en la revisión de los procesos.

Y por otro lado, está la Asociación Colombiana de Cirugía Plástica Estética, que lleva tres años como agremiación y reúne, entre otros, a los 43 cirujanos que obtuvieron los títulos en Brasil. Ellos han recalcado, sin titubear, que el proceso está bien hecho y que la reacción contra ellos tiene otros intereses de fondo.

¿Títulos válidos?

Los estudios que hicieron los cirujanos en la universidad Veiga de Almeida en Brasil se convirtieron en uno de los temas que pusieron al Ministerio de Educación en el ojo del huracán. Aunque la cartera intentó mantenerse firme con el tema de las convalidaciones, al final la ministra Gina Parody decidió enviar 39 casos a la Fiscalía para que fuera el ente investigador el que defina si son o no ‘títulos exprés’.

Pero pese a las críticas, estos cirujanos se mantienen con la convicción de que cumplieron con los estudios e hicieron todo de manera correcta. Según la Asociación, la falta de cupos (unos 18 por año) “para una especialidad que realiza más de 350.000 procedimientos anuales” los obligó a buscar opciones en el extranjero que cumplen –según manifestaron- las exigencias académicas para convalidar en Colombia.

“El hecho de que en portugués se llame curso lato sensu no significa que la traducción sea curso. La traducción apropiada es especialidad. (…) En Brasil, como en España, hay lato sensu y stricto sensu, este último es como una maestría o un doctorado. Lato sensu son el resto de especialidades. (…) Entonces no es cierto que hayan hecho un cursito, hicieron un proceso serio de convalidación”, dijo José María de Brigard, abogado de la Asociación.

Según explicó también Óscar Sandoval, presidente de esta agremiación, hay siete cirujanos que estudiaron cinco años en la Universidad porque tenían una experiencia menor a los cinco años, entonces debían hacer el programa completo. Sin embargo, los otros 36 -que estudiaron entre seis meses y dos años- tenían muchos años más de experiencia que pudieron demostrar en la universidad de Brasil. Fue así como, según él, les homologaron.  

En este punto el abogado José María de Brigard aprovechó para asegurar que lo dicho por Luciano Cháves no es completamente verídico, pues esa sociedad en Brasil es la homóloga de la colombiana. “Son como sociedades hermanas. (…) Es un privado, no es una entidad oficial, y también está en competencia con una asociación allá en Brasil”, dijo. 

Para la Sociedad de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva las cosas no son así. Ricardo Galán, miembro de la junta directiva nacional de esta agremiación, aseguró que “no hay problema que (cirujanos) se formen afuera, lo que sí necesitamos es que los profesionales que se formen en cualquier parte del mundo adquieran las competencias formales para hacer la equivalencia al título colombiano”.

Y explicó: “En Brasil, incluso, en los programas formales se hacen cinco años de especialidad, un año más que en Colombia. El lío es que ahora muchos hacen programas de posgraduación (que son como una maestría), cuando en teoría eso lo deben hacer quienes estén graduados como cirujanos plásticos. (…) Sin contar que esos cursos de la Veiga de Almeida no están avalados por las entidades científicas y el Ministerio de Educación en Brasil”, dijo Ricardo Galán.

Según dice, el problema está en la terminología. Galán explicó que muchos estudian en Brasil sólo cirugía plástica y estética, pero en Colombia los convalidan además como si hubiesen estudiado cirugía reconstructiva. “Además de que no hicieron las horas de práctica necesarias”, recalcó.

¿Monopolio de la especialidad?

El presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía Plástica Estética cree que detrás de esta situación sólo hay intereses de fondo por parte de la Sociedad de Cirugía Plástica para “monopolizar el ejercicio de la profesión”.

¿La razón? Primero, que, según Sandoval, ese gremio quiere ser el encargado de revisar las convalidaciones de los títulos de cirujanos plásticos que lleguen del exterior. Pero no es todo. Él también cuestionó que solamente la Sociedad esté aportando en la construcción del proyecto de ley, y ellos no.

Ambos puntos son cuestionados por la sociedad. Primero, Ricardo Galán aseguró que el proyecto de Ley se está manejando con varias sociedades, como la de oftalmología, la de dermatología, la de medicina estética entre muchas otras.

“¿A nosotros qué nos interesa? Que si usted se quiere hacer una blefaroplastia, se la pueda hacer un cirujano plástico o un oftalmólogo, porque está dentro de sus competencias. Que una cirugía de nariz la pueda hacer un cirujano plástico, pero también un otorrino. Un rejuvenecimiento vaginal también lo puede hacer un ginecólogo”, dijo.

Galán recalcó que el proyecto de ley no pretende reglamentar la especialidad, sino “reglamentar los procedimientos médicos, quirúrgicos y estéticos” para que los haga quien tenga los competencias. Además de eso, Galán puntualizó que la Asociación no está en la mesa de trabajo del proyecto de ley porque no está “avalada” por las Sociedades Científicas.

Y por último, el miembro de la junta directiva de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva explicó que hicieron  un convenio con el Ministerio de Educación para ser una de las instituciones que verifica las convalidaciones.

“Nosotros somos quienes estamos a la cabeza de los programas de posgrados debidamente aprobados y certificados por el Ministerio de Educación. Lo que hacemos es facilitar las cosas. Tenemos un consejo de educación que hará el estudio de las convalidaciones. No será el cirujano de la clínica ‘Z’ el que hará el estudio de las convalidaciones. Son personas altamente calificadas que conoce el proceso”, aseveró.

El debate sigue sobre la mesa. Ahora es responsabilidad de las autoridades definir si los 43 cirujanos que estudiaron en Brasil se prepararon o no como correspondía. Y queda esperar a que el proyecto de ley reglamente los procedimientos y ponga fin al número de víctimas de cirugías plásticas estéticas mal realizadas.

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