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COCA ERES... Y EN POLVO TE CONVERTIRAS

El "factor Malvinas" está ayudando no solo a la oposición argentina sino a la boliviana

5 de julio de 1982

El general presidente boliviano. Celso Torrelio, acaba de anunciar una amnistía amplia a todos los políticos y el retorno a las actividades normales de los partidos políticos en el país, como etapa que corona un proceso de presiones militares 'constitucionalistas', políticas y sindicales que ya le habían arrancado la promesa de celebrar elecciones a corto plazo.
Comienza a desmoronarse así la llamada 'república de la coca' inaugurada por el general Luis García Meza con su golpe sangriento a mediados de 1980, y que contó con lances tan oscuros como la financiación con "cocadólares", la represión que costó la vida de Marcelo Quiroga Santacruz y varios centenares de víctimas anónimas y el esquema de miedo, de terror, basado en los grupos paramilitares financiados por la mafia cruceña de la cocaína y organizados por nazis como el tristemente famoso carnicero de Lyon.
No contentos con entrar a ese esclusivo club de los traficantes de cocaína, los militares bolivianos que seguían a García Meza entraron en otros muchos negocios oscuros, entre los que resalta la explotación ilícita y contrabando de piedras semipreciosas, que diariamente salían del país hacía Brasil en avionetas de la red mafiosa de la droga. Lo curioso de este negocio es que García Meza y los comandantes de la marina y la fuerza áerea que con él integraron la primera junta militar tras el golpe, tuvieron la osadía de registrarlo ante la notaría, en un acta que, divulgada, demostró que el 50 por ciento del valor global de las piedras debería ser depositado en una cuenta bancaria abierta en Santa Cruz de la Sierra, y que sólo podía ser movida con la firma del propio general García Meza.
Cuando fue obligado asalirde la presidencia de la república, sobre todo por las presiones externas, García Meza dejó en su lugar al brigadier Bernal, su socio en la junta y en el negocio de las piedras quien no resistió mucho tiempo a las presiones e intentos de golpe de los militares "constitucionalistas". Como un acuerdo momentáneo para evitar el enfrentamiento en el seno de las fuerzas armadas bolivianas, se designó para ocupar la presidencia al general Celso Torrelio, ubicado entre una y otra corriente, pero congestos de fidelidad a García Meza críticados por sus compañeros de uniforme.
La posición de Torrelio mejoró cuando en febrero el nuevo gobierno militar argentino adoptó la 'decisión política' de seguir apoyando a los militares que estaban en el poder en Bolivia, a quienes concedieron de inmediato un crédito de 30 millones de dólares. Era público que la Argentina había ayudado al golpe de los militares y traficantes a mediados de 1980 y que incluso les habían facilitado su técnología de la represión'. En febrero, la decisión del gobierno Galtieri fue para evitar que Bolivia se convirtiera en reducto izquierdista. Pero...
Se calcula que los bolivianos deben a los argentinos más de 700 millones de dólares, y ese objetivo de evitar estratégicamente que el vecino país se convirtiera en un santuario izquierdista ya no sirve, cuando los militares argentinos están coqueteando directamente con los rusos y con los cubanos y pueden aceptar de uno a otro momento su ayuda en la guerra que mantiene contra los ingleses en las Malvinas.
Así, el "factor Malvinas" no sólo ayuda internamente a la posición argentina sino también externamente a la boliviana, ya que puede acabar con este plan trienal que Torrelio había planeado: reordenamiento económico, reforma de la Constitución, ley de los partidos políticos, ley electoral... Eso era para cumplirse entre este año y el próximo, y las elecciones se dejaban para el 84. Mas las presiones aumentaron, las ayudas externas comenzaron a fallar y el régimen boliviano tambien naufraga, alcanzado por un lejano torpedo de esa batalla de las Malvinas.
Pero los "duros" militares comprometidos con los traficantes de coca todavía tienen algunas cartas a jugar, entre ellas los más de mil millones de dólares que entran en el país por el tráfico de esa droga cada año, de los cuales destinan entre 50 y 100 millones a "relaciones públicas" y"actividades especiales". Entre estas últimas, se cuenta el mantener ese ejército de paramilitares que aterroriza y tortura y asesina a los bolivianos que pretenden enfrentarse al régimen.
Más ahora, parece que el régimen tendrá que cumplir la sentencia divina, con una ligera variación: "coca eres... y en polvo te convertirás".
José Fajardo, corresponsal de SEMANA en America Latina.