Colombia insiste en la extradición de Yair Klein

Por considerar que el mercenario israelí Yair Klein tiene la obligación de responder ante la justicia colombiana, el gobierno colombiano pidió formalmente al gobierno de Israel su extradición.
 
La petición se hizo a través del embajador colombiano en Tel Aviv, Isaac Guilinski, quien radicó este jueves la solicitud de extradición ante la cancillería de Israel.
 
Pero además, en Bogotá, el ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras, se reunió con el embajador de Israel en Colombia, Avraham Haddad, a quien le pidió colaboración con la solicitud del Gobierno colombiano.
 
Vargas Lleras dice que la extradición de Klein debe ser un propósito nacional, y las explicaciones que le tenga que dar a la justicia las calificó de útiles para el proceso de reparación a las víctimas del paramilitarismo.
 
Yair Klein es requerido en Colombia por el juez Primero de ejecución de penas y medidas de seguridad de Manizales para que cumpla una pena de diez años y ocho meses de prisión. Una sentencia que le fue impuesta como autor responsable de los delitos de instrucción y entrenamiento en tácticas, técnicas y procedimientos militares o terroristas. Un delito que según la justicia colombiana está agravado por haberse cometido con mercenarios y que también constituye un concierto para delinquir.
 
Esta condena le fue impuesta a Klein, en segunda instancia, por la sala penal del Tribunal Superior de Manizales.
 
Aunque no hay un tratado bilateral de extradición con el gobierno de Israel, el Ministro del interior aseguró que se pretende recurrir a los principios de colaboración internacional para que Israel acepte este requerimiento.
 
En la reunión que sostuvo con el diplomático israelí, Vargas Lleras insistió en que los procesos judiciales adelantados contra Klein respetaron todas las garantías. Un argumento con el que el gobierno colombiano cree que se facilitaría su extradición.
 
Sobre todo después de que el pasado mes de noviembre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos negó la extradición de Klein por presunta falta de garantías en Colombia.
 
Durante este proceso, la defensa del mercenario recordó una frase del entonces vicepresidente, Francisco Santos, en la que dijo que Klein “debería pudrirse en una cárcel colombiana”, para argumentar los supuestos riesgos que corría su cliente si era extraditado.

En ese entonces el mercenario estaba detenido en Rusia, pero después de la decisión del Tribunal europeo fue deportado a Israel, su país de origen.