Holguín alza (tímidamente) la voz a Venezuela

La canciller María Ángela Holguín viajará el próximo lunes a Caracas para expresar la molestia por las constantes referencias al país de ser “la causa de los problemas” que ocurren allá.

Los ejemplos abundan: contrabando, aumentos de la inseguridad, el asesinato del diputado chavista Robert Serra, entre otros. Para el presidente Nicolás Maduro, todas estas situaciones provienen de Colombia. La canciller expresó en la mañana de este jueves que eso “no puede seguir así”. La funcionaria se apartó así del discurso políticamente correcto hacia Caracas y levantó su voz de inconformidad. Eso sí, lo hizo de manera tímida y no con la vehemencia usada hacia Panamá por la confrontación creada por la declaratoria de paraíso fiscal.

En efecto, hacia Panamá Holguín fue enfática: “Panamá tiene que hacer un análisis global de la relación con Colombia antes que tomar alguna medida. Nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer, lo que le piden todos los países a Panamá y es un acuerdo de cooperación financiera que varía. Lo que no nos parece es esta andanada de retaliaciones cuando con el resto del mundo han venido trabajando y dando información”.

Respecto a Caracas señaló que espera llegar a un “entendimiento” con su homólogo de Venezuela, Rafael Ramírez. “Yo voy el lunes a Venezuela y uno de los temas a tratar es ese”, dijo la canciller sobre el asesinato del diputado chavista Robert Serra, planeado, según el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, por un paramilitar colombiano.

Maduro aseguró el miércoles en Caracas que habían identificado a ocho supuestos autores materiales del asesinato de Serra, dos de ellos originarios de Colombia, y que además el ataque estuvo planificado por un paramilitar colombiano. “Este es un asesinato que se preparó durante algo más de tres meses, se preparó de manera directa, dirigido por un colombiano”, declaró el presidente venezolano.

Serra fue asesinado el pasado 1 de octubre junto a una mujer identificada como María Herrera, en su residencia, ubicada en el oeste de Caracas, en un hecho perpetrado con armas blancas que las autoridades venezolanas atribuyen a un crimen político por encargo.

Poco después de conocerse los hechos, Maduro acusó al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y a “criminales” protegidos por el gobierno de Estados Unidos como autores intelectuales.

Holguín consideró, al ser preguntada por estas acusaciones, que desprenden “demasiada” agresividad, y dijo que abordaría la cuestión el próximo lunes.

Las dificultades para mantener unas relaciones estables con Venezuela se explican en gran medida porque este es un país esencial para los diálogos de paz que el gobierno de Santos adelanta con las FARC en La Habana, Cuba. De hecho, la última revelación fue la de dos viajes realizados a la isla por parte de Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', número 1 de esa guerrilla.

La noticia fue divulgada por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien citó a fuentes de inteligencia militar. Luego fue corroborada por el propio Santos. Lo que nunca se estableció fue de dónde salió el jefe insurgente. Todo apunta a que fue de Venezuela y en ningún momento desde Colombia porque si hubiera sido así, el Gobierno habría tenido que pedirle a la Fiscalía el levantamiento de las órdenes de captura que pesan en su contra.

Es por situaciones como esta que la canciller si bien se molesta, debe tener precaución en no herir la sensibilidad de Maduro. Mientras tanto, este insiste: “El compañero Robert Serra, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue asesinado por un paramilitar colombiano identificado como Padilla Leyva”, dice. “Sabemos dónde se mueve, pero falta la identificación legal (...) un paramilitar colombiano dirigió todo el proceso de preparación del crimen de manera meticulosa”, insiste. A la pregunta de si este matón tenían un alias, Maduro es categórico: “Si”. ¿Cuál? “El Colombia”, responde.