Home

Nación

Artículo

“Colombia no es un país serio para negociar”

En entrevista con SEMANA, el poderoso capo Juan Carlos Ramírez Abadía renegó de la justicia y dijo que le tenían que demostrar que el dinero de las caletas era de él y que son muchos los que se tienen que arrepentir de haberle hecho tanto daño al país.

13 de octubre de 2007

S­EMANA: ¿Qué relación tiene usted con el empresario Ricardo Morales?

Juan Carlos Ramírez: Ninguna. No sé quién es Ricardo Morales y no tengo ninguna relación con él

SEMANA: Él aparece como propietario de una isla en Barú que usted disfrutó durante mucho tiempo.

J.C.R.: Mire, yo he comprado muchos bienes de personas que nunca saben que yo soy el comprador. Yo he vendido muchos bienes de los que tampoco saben que soy el dueño. Porque esas operaciones inmobiliarias se hacen siempre a través de un comisionista y yo jamás estoy interesado en que nadie sepa que yo estoy comprando una propiedad o la estoy vendiendo, porque nadie va a querer comprarla. Entonces puede haber personas que se llaman terceros de buena fe, no son testaferros.

SEMANA: ¿Hasta cuándo tuvo usted esa isla?

J.C.R.: No me acuerdo bien, pero hace mucho tiempo que la vendí. Ahora les tocará a estas personas demostrar que son terceros de buena fe.

SEMANA: ¿Y cómo es que aparece Ricardo Morales en su contabilidad con el seudónimo de 'Rímax'? ¿Por qué esa coincidencia?

J.C.R.: No sé explicarle ni sé quién es 'Rímax' y eso de la contabilidad hay que verlo porque una contabilidad cualquiera la puede construir. Eso habrá que demostrarlo.

SEMANA: Esa contabilidad refleja que usted es uno de los hombres más ricos y poderosos de la mafia de los últimos años. ¿Qué fortuna tiene usted?

J.C.R.: No tengo fortuna.

SEMANA: No me puede salir ahora con que usted es un hombre pobre.

J.C.R.: Yo he tenido muchos problemas en la vida y la plata me la he gastado arreglando los problemas o me la han quitado.

SEMANA: ¿Entonces qué piensa entregarle a Estados Unidos? ¿No le va a entregar parte de su fortuna o qué negociación es la que va a hacer con la justicia norteamericana?

J.C.R.: Yo quiero ser extraditado porque tengo que enfrentar el problema ahora, o en cinco años o en ocho años, entonces lo enfrento de una vez y he contratado a un abogado para ir a juicio. No tengo más remedio, además tengo mucha familia. Y cómo cree que voy a estar negociando si estoy en Brasil, y para negociar tengo que estar allá. Ni siquiera tengo mi situación clara en Brasil.

SEMANA: Usted dice que es un hombre pobre. Pero con las caletas que le encontraron, usted el dinero o lo entierra, o lo esconde en bancos. ¿En qué momento pensó en enterrar los 100 millones de dólares de las caletas?

J.C.R.: Hay que probar que ese dinero es mío.

SEMANA: ¿Por qué, es que parte de esas caletas eran de Víctor Patiño Fómeque?

J.C.R.: No le puedo contestar esa pregunta. Pero todo eso lo voy a aclarar si soy extraditado.

SEMANA: ¿Por qué cree que su amigo José Orlando Alzate Alzate lo traicionó al entregarle las caletas a la Policía, y su contabilidad a la DEA?

J.C.R.: Yo sí lo conozco. Pero cuando yo estaba en Colombia, él no tenía funciones de contabilidad, ni de trabajo. Yo no sé de dónde saca esas cosas él.

SEMANA: Pero él formó parte de su organización

J.C.R.: Formó parte no. Yo lo conocí en la cárcel y fue de la Armada, pero él no formó parte delictiva. Él nos ayudaba en la cárcel en lo de la Universidad, pero nada más.

SEMANA: ¿Le dolió la muerte de Laureano Rentería?

J.C.R.: ¿Me dolió la muerte de Laureano Rentería? Él era amigo de mucha gente. Claro que me dolió mucho.

SEMANA: ¿Quién lo mató?

J.C.R.: Él se suicidó. Eso es lo que todo el mundo dice.

SEMANA: Por resarcir el daño que le ha hecho al país, ¿usted no estaría dispuesto a hablar sobre la corrupción en Colombia?

J.C.R.: No. Sobre la corrupción no tengo nada que decir.

SEMANA: En este momento se le va a abrir de nuevo el proceso por el 8.000 al ex presidente Ernesto Samper por el aporte que ustedes dieron para aprobar la extradición sin retroactividad. Usted formó parte de esa organización que puso ese dinero.

J.C.R.: Yo no sé nada de ese dinero. No participé ni sé nada sobre ese asunto.

SEMANA: ¿Usted considera que Colombia es un país muy fácil de corromper?

J.C.R.: Me parece un país de falta de seriedad por parte del Estado. Yo tuve la oportunidad de someterme a la justicia. Dejé de delinquir totalmente, entregué mi organización, bienes, dinero y después vino la presión de los norteamericanos. Al principio yo era del cartel de Cali. Después pasé a ser del Norte del Valle y, en pocas palabras, era mucho mejor para nosotros arreglar el problema con Estados Unidos a habernos puesto a creer y perder tiempo en Colombia. El Estado colombiano no es un Estado serio para negociar.

SEMANA: ¿A usted hay que tenerle miedo?

J.C.R.: No, ¿miedo por qué?

SEMANA: Porque de usted se dice que es un hombre sanguinario y peligroso. Pero también dicen que es inteligente. ¿Cómo deja que secuestren a tres amigos suyos y se deja extorsionar por un grupo de policías brasileños?

J.C.R.: Ellos tendrán que explicar su situación. Yo aquí dije que no conocía nada de esos hechos.

SEMANA: Usted mismo negoció el secuestro. Usted les dio un jet ski, una camioneta. Usted les dio más de un millón de dólares por la liberación. A usted incluso le ofreció la misma Policía pagar el rescate con coca.

J.C.R.: No es así.

SEMANA: ¿Usted se arrepiente de todo el daño que le hizo a Colombia?

J.C.R.: Me arrepiento, pero tenemos que arrepentirnos muchos. Parece que fuera yo la única persona que le ha causado daño al país, y usted sabe que somos muchísimos.

SEMANA: ¿Usted quiere ser extraditado antes que Diego Montoya?

J.C.R.: ¿Por qué voy a querer ser extraditado antes que Diego Montoya?

SEMANA: Porque usted se puede ver acorralado con la información que él les dé a las autoridades norteamericanas antes que usted.

J.C.R.: Yo no tengo ninguna información que dar de Diego Montoya.

SEMANA: ¿Usted le pide perdón al país?

J.C.R.: Le pido perdón.

SEMANA: ¿Es sincero?

J.C.R.: ¿Usted qué cree... que no? n