El niño que llevó a la captura de la colombiana señalada de terrorismo

Con su largo cabello negro, ondulado y un incipiente bigote que cubre sus gruesos labios entreabiertos, Abou Ismaïl trata de parecer intimidante, pero sólo es un niño embaucado en una cruzada cibernética de la que no comprende realmente la dimensión.

Durante varios meses, el menor de 13 años, originario de los suburbios parisinos estuvo planeando un atentado con cuchillo que nunca logró ejecutar. De acuerdo con el periódico francés L´express, Abou Ismaïl -su pseudónimo en la red- estuvo comunicándose con desconocidos a través de la aplicación encriptada Telegram, hasta que el 20 de octubre lo capturaron los servicios secretos franceses, al salir de su domicilio.

En los chats incautados pueden leerse mensajes que escribió tales como "los hermanos que están en Dar al Kufr (tierra de paganos) actúen!!! Salgan con un cuchillo, apuñalen a los kouffars (infieles), mátenlos como puedan. Actúen, realicen el ghusl (la ablución) y recen, luego salgan, bismillah (en nombre de Dios)".

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Además de otros mensajes en los que el resto de miembros de la red se burlan de él y lo empujan a cometer el asesinato.

Sin embargo, la captura del menor -el más joven imputado por tentativa de atentado en Francia- no se dio a conocer en ese momento, sino varios meses después, para poder desmantelar la red de contactos con los que estuvo hablando durante todo ese tiempo a través de Telegram.

Y en particular, para poder concretar la captura del hombre de 27 años que se hace llamar Abd al Muhaymin al-Bosnie. Un suizo de origen bosnio, acusado de adoctrinar a jóvenes a través de la red; emparejado con una mujer colombiana que también fue capturada durante la operación.

De la mujer se sabe muy poco hasta el momento: su nacionalidad, que tiene 23 años y que que convivió con Milutin J -el verdadero nombre de Abd al Muhaymin al-Bosnie- en el municipio de Yverdon, en Suiza. Antes de ser arrestada en Lausanne, en donde se encuentra detenida en estos momentos.

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Esa nacionalidad, inusual en fenómenos de terrorismo yihadistas, fue un dato que intrigó a los periodistas franceses y suizos que escribieron la noticia de la captura conjunta realizada entre ambos países, en la que quedaron detenidas 9 personas de entre 18 y 65 años de edad.

De acuerdo con la información de policía recogida por el diario suizo Le Temps, los sujetos capturados en suiza -de los que forma parte la mujer colombiana- habrían sido detenidos bajo sospecha de haber violado la ley federal que prohíbe la afiliación o el soporte a organizaciones terroristas como Al-Qaida, el Estado Islámico o grupos emparentados.

Mientras que los que fueron detenidos en Francia e imputados este viernes 10 de noviembre lo fueron por "asociación de malhechores en vista de cometer una empresa terrorista".

En este caso, los cargos de inculpación se dieron por haber intentado convencer al joven parisino Abou Ismaïl de que saliera a cometer un atentado con cuchillo el día de la fiesta de la música en Francia.

Según el medio la Tribuna de Ginebra, Milutin J., pareja de la colombiana capturada sería originario de los balcanes pero habría crecido en el municipio de Yverdon, en donde trabajó en el sector de la construcción. Aparentemente, el hombre se habría radicalizado hace menos de 3 años, en 2014, cuando comenzó a frecuentar a jóvenes europeos con interés de partir hacia medio oriente para participar al Djihad, la cruzada santa decretada por el autoproclamado califato islámico.

En las capturas de pantalla de su Facebook, las autoridades descubrieron que Milutin se confesó con un amigo cercano, a quien explicó que no se radicalizó en una mezquita, sino solo, mirando videos en internet.

"Me decía que su hijo lo alejaba de Allah, que su niño le impedía hacerse estallar", explicó un amigo suyo a la policía. Por lo que a pesar de no ser Imam, Abd al Muhaymin al-Bosnie se dedicó a tratar de adoctrinar jóvenes en internet.

Hasta el momento se desconoce el papel que pudo tener la mujer colombiana en la presunta red de soporte a grupos islamistas radicales, pero se espera que en los próximos días la policía suiza lo aclare, mientras se pronuncia al respecto la Cancillería.