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A principio de marzo la comisión de paz del Congreso viajó a La Habana y a su regreso entregó explicaciones por su visita. | Foto: Daniel Reina

DIÁLOGOS

Comisión de paz: ¿fin a los celos?

Hubo malestar en esa célula del Congreso por la visita de seis legisladores a La Habana.

12 de marzo de 2013

Augusto Posada, presidente de la Cámara de Representantes, en un mensaje que bien podría tener como destinatario el presidente, Juan Manuel Santos, pidió “respetar la institucionalidad del Congreso” en el proceso de paz que adelanta el Gobierno con la guerrilla de las FARC.
 
Este mensaje se produjo una semana después de la visita de seis congresistas a La Habana en la cual se reunieron, autorizados por el Gobierno, con los voceros negociadores de la guerrilla, y que muchos celos e inquietudes despertó en otros miembros del parlamento colombiano.
 
Posada, quien había convocado de forma extraordinaria a la Comisión de Paz, incluso para revisar sus funciones tras el episodio de La Habana, reiteró que esta comisión es la única autorizada para debatir los temas de paz en el Congreso, e incluso advirtió que la delegación de seis congresistas “fue inconsulta” y no representó al parlamento colombiano. “Esa delegación sólo viajó a Cuba para dar una información sobre los tiempos legislativos” y no representaba en pleno al Congreso colombiano. “Las comisiones de paz son las únicas que lo representan. Hay que respetar los canales institucionales”.
 
El presidente de la Cámara también reiteró que el Congreso no puede adelantar ningún asunto referente a la eventual participación política de las FARC ni ningún otro asunto referente al posconflicto, mientras no haya un acuerdo firmado por el propio Gobierno.
 
Posada había convocado a los integrantes de la Comisión de Paz  para revisar sus funciones en el marco del proceso de paz que adelanta el Gobierno con las FARC. Durante más de dos horas se hizo una catarsis en la que quedó evidente el malestar de algunos congresistas por la presencia de seis de sus colegas en La Habana.
 
En la reunión estuvieron dos de los parlamentarios que viajaron a Cuba, Guillermo Rivera e Iván Cepeda, y quedó claro que su visita fue “atendiendo una invitación del Gobierno”, como lo reveló la parlamentaria Gloria Stella Díaz.
 
La principal inquietud era definir en qué lugar quedaban reducidas las comisiones de paz frente a esta delegación de parlamentarios, que tuvieron el aval para hablar de paz con la guerrilla en La Habana.
 
La conclusión, acordada por consenso, es que la Comisión de Paz no se dejará quitar sus funciones, trazadas el año pasado por el propio presidente Santos y reducidas a la “difícil tarea de socializar el proceso de paz”, según Joaquín Camelo.
 
Esa función se mantendrá y este año se concentrará en recoger las voces de las víctimas en todas las regiones del país. Las Mesas Regionales adelantadas por esta comisión han sido exitosas, y han trasladado las voces de muchos colombianos a la mesa de negociación de La Habana”, explicó Camelo.
 
Y frente a la expedición de los seis congresistas, la Comisión de Paz la calificó de “útil” y decidió ponerle fin a la controversia, que en muchos sectores fue calificada como un ataque de celos de los congresistas de esta comisión que no se enteraron del viaje a La Habana.
 
Los miembros de esta comisión acordaron pedirle una audiencia al presidente Santos para que sea él quien explique, en propia voz, los avances del proceso y qué espera de las comisiones de paz.
 
Al pedir esa cita, Joaquín Camelo insistió en la propuesta de convocar el Consejo Nacional de Paz para que más sectores de la sociedad, en coordinación con el jefe de gobierno, puedan participar sin alterar el curso de las negociaciones de La Habana.