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"Claro que el partido de La U existe y persistirá, porque es mucho más contemporáneo que cualquiera de los tradicionales que se han acabado en casi toda Latinoamérica"

Al paredón con María Isabel

¿Cómo evitará La U que se repita la infiltración del paramilitarismo en las elecciones de octubre?

El presidente del Partido de La U, Carlos García Orjuela, le responde a María Isabel Rueda.

24 de marzo de 2007

M.I.R.: ¿Todavía existe el Partido de La U?
C.G.O.: Para responderle la pregunta tengo que comenzar con la evolución de las ideas políticas a partir de 1950, al final de la Segunda Guerra Mundial…

M.I.R.: Huy, me va a echar un carretazo. A usted le entregaron un supuesto partido. ¿Existe, o no?
C.G.O.: Claro que existe. Con la evolución tecnológica, los períodos de la sociedad se redujeron. Las eras antes duraban 100 años, como la del tren, la de la máquina al vapor, la del fonógrafo, la del teléfono, ahora cada cinco años se producen cambios tecnológicos de tremendo impacto para la sociedad. Eso ha generado un cambio ideológico, porque los partidos están para administrar los problemas de la sociedad y resolver sus conflictos sociales. Los partidos contemporáneos se nutren de los eventos que pasan muy lejos porque los tiene en un segundo al frente. Y en ese sentido La U es un partido bastante contemporáneo.

M.I.R.: ¿Eso no refuerza la teoría de que La U es un partido coyuntural?
C.G.O.: Es un partido más contemporáneo y más permanente que los tradicionales, que son los que se han acabado en casi toda América Latina. Aquí llevamos 12 años sin que logre el poder ni el Partido Conservador ni el Liberal. La real politic en Colombia la está haciendo el Partido de La U.

M.I.R.: ¿Eso me lo va a poder sostener si a La U le va mal en las elecciones de octubre?
C.G.O.: Le va a ir muy bien porque no veo a nadie que quiera devolverse, por ejemplo, al Partido Liberal, que cada vez está más lejos de las soluciones modernas de la sociedad. Está en contra del TLC, del ajuste y la sanidad fiscal, se quedó con el discurso mamerto de lo social, que no es repartir la pobreza y administrar la injusticia, sino crear riqueza, globalizar el conocimiento, generar una vía para la prosperidad económica…

M.I.R.: ¿No será que si a La U le va bien en las próximas elecciones es gracias al presidente Uribe?
C.G.O.: Al revés. Si a Uribe le va bien en las próximas elecciones, es porque a La U le fue bien. Todos los que integramos La U ya estábamos en la política antes de Uribe, y ahora apoyamos su programa de seguridad democrática. Sin el apoyo de La U en el Congreso, el gobierno no habría sacado adelante la semana pasada el plan de desarrollo, ni la reforma tributaria que le mejoró los índices fiscales y los recaudos para que la balanza casi esté llegando al grado de inversión, ni las reformas a la ley de transferencias…

M.I.R.: Pero el presidente Uribe se queja por la fragilidad de su partido. No le hacen quórum, no le aprueban los proyectos, le ponen zancadillas, se la pasan pidiéndole puestos…
C.G.O.: Eso es mentira.

M.I.R.: ¿Mentira del Presidente?
C.G.O.: Si dice eso, es mentira del Presidente. Lo que hay que ver son los resultados legislativos.

M.I.R.: ¿Cómo va a hacer usted para otorgar los próximos avales y que no se repita la infiltración del paramilitarismo? ¿Si entre los 20 senadores que eligió La U ya van dos indagados, cómo va a evitar que le suceda lo mismo en unas elecciones mucho más complejas como las de octubre?
C.G.O.: Se le colaron a la sociedad los dineros narcos para financiar campañas presidenciales, se colaron la presión y el crimen del paramilitarismo para elegir concejales y ediles, se coló la corrupción de los contratos en los municipios, se coló el abuso del poder de los gobernadores para elegir a sus hermanos, sus primos, sus mujeres, sus amantes en los concejos, asambleas… Esta es una sociedad que debe aprovechar esta coyuntura para que se vaya depurando la política, pero eso aún no lo vamos a lograr en estas elecciones.

M.I.R.: ¿Con qué criterio va usted a escoger a la gente que La U le va a poner en bandeja a la sociedad para que vote bien?
C.G.O.: La gente tiene que confiar en el Partido de La U que, al contrario de otros partidos de la coalición, no está calculando cuántos concejales va a sacar en Bogotá. Queremos antes que nada un programa para la ciudad. No nos vamos a medir por la cantidad de votos, sino por las ideas que logremos que la sociedad apoye.

M.I.R.: Eso es medio paja. ¿Acaso no sería un tremendo golpe para La U, y por consiguiente para el gobierno Uribe, que el Polo repita en la Alcaldía de Bogotá?
C.G.O.: Desde luego que eso le daría al Polo una ventaja política. Pero lo que se debe construir en estas elecciones de alcaldes y gobernadores es el programa local. Cuando se van a hacer acueductos, bibliotecas, aulas escolares, mejorar el transporte, los hospitales y la seguridad, eso no tiene distinciones políticas. No debe ser una herramienta para la politiquería. Por eso Lucho Garzón subió a la Alcaldía y entendió que no podía hacer demagogia con las finanzas de Bogotá. Y muchas de sus obras las ha hecho con el apoyo de la inversión del gobierno. La plata de la salud la aprobamos los uribistas en el Congreso. Lo mismo el 70 por ciento de la plata de los TransMilenios, y de las escuelas con las transferencias. El incremento de la Fuerza Pública para la seguridad de la ciudad, la plata para los desplazados y la plata para la vivienda de interés social la ha dado el gobierno. Lucho y el presidente Uribe, con dos ideologías distintas, han trabajado intensamente por Bogotá.

M.I.R.: El Polo podría arrancar con la ventaja de que su candidato en Bogotá termine apoyado por el Partido Liberal, a falta de candidato propio…
C.G.O.: Hay un desánimo de los liberales, que no parecen tener la posibilidad de recuperar la Alcaldía de Bogotá. Pero me parecería un error que volvieran a ponerse detrás del candidato del Polo, como hicieron con Garzón, porque se dejó absorber, como diría el embajador venezolano. Desde hace tiempos avizorábamos que el liberalismo tenía conflictos internos graves, y hoy salen a flote los problemas éticos que surgieron entre el 94 y el 98, que nos dieron la razón para separarnos del liberalismo. Nos acusaron de tránsfugas, pero a uno no lo pueden obligar a seguir perteneciendo a la iglesia cuyos pastores se corrompen.

M.I.R.: Aterricemos. ¿A quién va a apoyar La U en Antioquia y en Medellín?
C.G.O.: En la Gobernación, a Luis Alfredo Ramos porque así lo ha decidido el comité departamental de La U. Para la Alcaldía, lo resolveremos la segunda semana de abril, entre Alonso Salazar, el candidato del alcalde Fajardo, que a una gran mayoría de La U en Medellín le gusta por la continuidad, la transparencia y el programa, o Luis Pérez, que le gusta a otro sector por inteligente y trabajador, o Ignacio Cuervo… No vetamos a ninguno.

M.I.R.: Y en Bogotá, a falta de candidato propio, ¿La U apoyaría a Peñalosa?
C.G.O.: Es cierto que todavía La U no tiene candidato propio y primero estamos definiendo cuál va a ser el programa que necesita Bogotá. ¿Es hacerle el tren a Faca, Zipaquirá y Sibaté, o mejorar la seguridad y resolver el problema de la contaminación visual, auditiva y atmosférica, la quinta en ciudades del mundo en peor rango? ¿Cual es la vocación de Bogotá? ¿Será una ciudad para servicios financieros como Londres? ¿De servicios médicos y educativos como Boston? ¿Turística como París? ¿O una ciudad industrial? Frente a la globalización, ¿qué es Bogotá? No he oído a ninguno de los precandidatos decir nada al respecto.

M.I.R.: No me ha respondido. ¿Es factible que La U termine apoyando a Peñalosa?
C.G.O.: No me ponga a tomar decisiones que le corresponde tomar al Partido. No excluimos a Peñalosa, pero lo que sí puedo decirle es que el candidato del Polo no puede ser el de La U, porque esa es la oposición al gobierno, que nos ha hecho la vida imposible en el tema de la seguridad democrática, que ha sido fundamental para Bogotá.

M.I.R.: Uno de los socios del gobierno, Germán Vargas Lleras, ya decidió que se va con Peñalosa…
C.G.O.: Me parece muy bien que lo haga, puede ayudarle a mejorar el programa.

M.I.R.: ¿Peñalosa a Germán, o Germán a Peñalosa?
C.G.O.: No se puede apoyar un candidato a la Alcaldía con el cálculo de que después me va a devolver los votos.

M.I.R.: ¿Está sugiriendo que ese pacto existe entre Peñalosa y Vargas?
C.G.O.: Usted fue la que me preguntó que en esa alianza quién es el que vota por quién, no fui yo.

M.I.R.: Por último, lo vieron almorzando la semana pasada en el delicioso restaurante Criterión con la disidencia del Partido de La U, los senadores Gina Parody y Armando Benedetti… ¿Es que ya no son disidentes?
C.G.O.: (Risas). No hay disidencias en el Partido de La U. Lo que hay son maneras de decir las cosas. Gina, Armando, la senadora de Rincón y Nicolás Uribe siempre han votado los proyectos como los vota La U. Yo vivo platónicamente enamorado de Gina. Me parece carismática, capaz, serena, con mucho futuro para Bogotá. Me habría gustado que hubiera tomado el riesgo de haber sido candidata a la Alcaldía ahora, y no después.

M.I.R.: Si todas las disidencias fueran como la que usted tiene, ¿para qué necesita aliados? (Risas).