Con 5.000 bultos de arena se cerró jarillón en la U. de la Sabana

Trescientos pilotes de madera, 5.000 bultos de arena, 120 personas y tres días fueron necesarios para cerrar el boquete que la fuerza del río Bogotá abrió en el jarillón ubicado en la parte posterior de la Universidad de la Sabana el lunes de esta semana.

Con este trabajo terminado, los expertos ahora empiezan con el desagüe del millón de metros cúbicos de agua que ingresó y que inundó el 90 por ciento de las cien hectáreas que tiene de extensión la institución educativa.

El proceso no será rápido. Aunque el nivel del agua del río ha bajado, el desagüe deberá realizarse de manera paulatina para evitar que poblaciones río abajo se afecten o inunden por la cantidad de agua que hoy reposa en el campus.

Seis motobombas fueron destinadas para este proceso y son manejadas bajo la asesoría técnica de la CAR de Cundinamarca.

Entre tanto, un equipo médico de la Clínica Universitaria (antigua Teletón) trabaja en conjunto con la Secretaría de Salud del municipio de Chía para atender oportunamente a las personas que trabajan en el desagüe y a quienes deben ingresar a la universidad para rescatar objetos, con el fin de evitar problemas de salubridad.

Según informó la Universidad de la Sabana, de los 8.500 estudiantes, 4.000 están en normalidad académica y reciben clases en sedes alternas.
 
Los 4.500 restantes comenzarán a tener clases desde este lunes 2 de mayo. Para ello se habilitaron cuatro instituciones educativas: Instituto de Posgrados –FORUM–, calle 80; La Caro, antigua Universidad Católica; Arrayanes, antiguo Colegio Nuestra Señora del Rosario; y Clínica Universidad de La Sabana.