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Antonio Navarro Wolff, secretario de Gobierno de Bogotá. | Foto: Archivo SEMANA

PREVENCIÓN

Con modelo hidráulico buscan evitar nuevas inundaciones en Bogotá

El secretario de Gobierno, Antonio Navarro Wolff, explicó cómo la capital se está preparando ante una nueva temporada de lluvias. Entre los proyectos están un simulacro y la construcción de una variante en la vía Suba-Cota.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
17 de enero de 2012

En diciembre del 2011 la Oficina de pronósticos y alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) informó que a mediados de marzo comienza la primera temporada de lluvias del año 2012, que se extenderá hasta mediados de junio.
 
El instituto informó que La Niña del segundo semestre del 2011 está alcanzando su etapa madura (periodo en el cual las aguas del Océano Pacífico alcanzan su enfriamiento máximo), por lo que se generarán precipitaciones por encima de lo normal en los tres primeros meses de este año.
 
¿Bogotá está preparada para una nueva temporada de lluvias? El secretario de Gobierno, Antonio Navarro Wolff, explicó en diálogo con Semana.com cuáles acciones preventivas se están adelantando para evitar las inundaciones que se presentaron en localidades como Bosa y Kennedy.
 
El secretario señaló que las inundaciones que se registraron el pasado mes de diciembre obedecieron a fenómenos sin precedentes en la capital, entre los que se destacan las lluvias breves pero muy intensas, un manejo insuficiente de la evacuación de las zonas de amortiguación -como los canales de bombeo-, la falta de válvulas que evitaran el reflujo por las alcantarillas y una falta de aprestamiento suficiente para poder actuar con la celeridad que se necesitaba.
 
Navarro advirtió que en las zonas afectadas se construyeron viviendas por debajo de la cota del río Bogotá y en ese sentido, se contemplaron mecanismos de amortiguación como el jarillón y el sistema de canales, entre los que se destaca el canal de Cundinamarca, "el cual albergó primero aguas lluvias y luego, las aguas que van desde la avenida Ciudad de Cali hasta el occidente".
 
El funcionario precisó que el canal de Cundinamarca es de 10 kilómetro de largo y alcanza a almacenar más de un millón de metros cúbicos.
 
En su criterio, estas son las causas de la dramática situación que vivieron miles de personas al suroccidente de Bogotá.
 
"Cuando el agua del canal de Cundinamarca está a una altura de más de 4,80 metros, empieza el agua a estar al mismo nivel de las casas y por eso se devuelve. En la emergencia llegó a seis metros, estaba 1,20 metros por encima de su cota máxima. El agua se devolvió por los canales que llegan al canal de Cundinamarca y una vez esos canales se llenaron, se devolvió por las alcantarillas", explicó.
 
El funcionario indicó que junto a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el Fondo de Prevención y Atención de Emergencias (FOPAE) y un equipo de Gobierno, se establecieron medidas de corto plazo que determinaron un protocolo de manejo de las aguas o modelo hidráulico, que revisarán este miércoles.
 
En su criterio, el protocolo servirá para saber qué hay que hacer frente a cada nivel del canal de Cundinamarca.
 
"Buscamos saber qué debemos hacer cuando los niveles del canal lleguen a dos metros, si hay que tener dos o tres bombas trabajando. Saber todo lo necesario para tener en ese canal una capacidad de almacenamiento para una noche que llueva con demasiada intensidad", indicó.
 
En ese sentido, el funcionario reconoció que las anteriores inundaciones se debieron a una lluvia de 12 horas que "superó la capacidad de almacenamiento del canal y la capacidad de evacuar agua al río Bogotá".
 
"El modelo hidráulico nos permitirá hacer un bombeo adicional al río Bogotá. En la estación Gibraltar hay unas bombas que están permanentemente debilitadas y se demostró que no es suficiente. Se va a construir una nueva bomba de tornillo que sube el agua hasta el nivel del río Bogotá, pero tomará un año comprarla, instalarla y construirla", explicó.
 
Navarro anotó que se revisará y reforzará el jarillón para evitar inundaciones que lleguen hasta la avenida Ciudad de Cali y afecten a unas 300.000 o 400.000 personas.
 
A las medidas que evitarán nuevas inundaciones en Bogotá se suma duplicar la capacidad de bombeo existente.
 
"Se estaban bombeando cerca de cinco metros cúbicos por segundo. Hay que tener capacidad de bombeo instalada en el sitio que sea doble. En la emergencia pasada no estaban las bombas y cuando llegaron a instalarlas, el agua les ganó", dijo Navarro.
 
En ese sentido, el secretario promete tener bombas instaladas y listas ante la emergencia. Agregó que al finalizar este mes, estarán ubicadas las válvulas que eviten el reflujo por las alcantarillas.
 
Navarro señaló que el Distrito considera que el aeropuerto El Dorado y el humedal Jaboque, en el norte de la capital, son zonas de riesgo de inundaciones debido a que tienen entradas del río Bogotá.
 
"El Dorado sigue estando en riesgo por posibles inundaciones en las pistas. Es un tema que trataremos con la Aeronáutica Civil. Queremos hacer unas obras de mitigación y tener la capacidad de bombeo para ser capaces de retornar los excesos de agua al río", explicó.

Aseguró que además de las obras de dragado del río y el aumento de la capacidad de conducción de agua, se tendrá la posibilidad de hacer inundaciones controladas en lotes preparados para ese efecto y se regularizará, bajo un acuerdo con Emgesa, el uso de un tubo que no genera energía eléctrica y puede conducir 15 metros cúbicos por segundo.

"La CAR compró seis lotes para hacer inundaciones controladas, uno de ellos puede almacenar tanta agua como el canal de Cundinamarca, está cerca de Bosa", dijo.

Añadió que entre las medidas de mediano plazo se contempla incrementar el curso del río Bogotá, "de manera que el río se pueda salir un poco de su cauce corriendo los jarillones".

Navarro anunció que espera que en el mes de febrero se realice un simulacro sobre el modelo hidráulico que se aplicará. Hizo un llamado a la Gobernación de Cundinamarca para que preste atención especial a Soacha, municipio que, según el funcionario, se podría ver afectado por el protocolo que se impulsará en la capital.
 
"Contenemos las aguas en Bogotá pero estas tendrán que tomar un curso, van a salir más adelante. Las inundaciones se van a presentar en Soacha y ese es un asunto de la Gobernación de Cundinamarca", explicó.

Con respecto a las inundaciones eventuales en la vía Suba-Cota, Navarro aseguró que existe un declive de 900 metros de largo que, en su criterio, "no tiene una solución distinta que hacer una variante cercana en una zona más alta y dejar que esa vía se inunde". El secretario dijo que se espera que esta vía esté terminada antes de finalizar el 2012. "Ya hicimos una visita y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) ya comenzó el proceso".

Lo que más perdieron los afectados de Bosa y Kennedy

Navarro aseguró que las acciones preventivas costarán "mucho menos de lo que costó la atención a los damnificados del pasado invierno".
 
"Mientras los damnificados van a recibir decenas de miles de millones de pesos, las medidas que estamos tomando podrían costar unos pocos miles de millones de pesos, incluida la nueva vía. Puede llegar a ser el 20 por ciento", precisó.

En su opinión, el principal problema de al menos 25.000 habitantes de Bosa y Kennedy es la desvalorización de sus propiedades. "¿Quién va a querer comprar una casa en una zona que se inunda?".

El funcionario aclaró que la emergencia "fue mucho más grande de lo que estaban preparadas las oficinas del Distrito en atención y respuesta".
 
Agregó que este miércoles se revisará el censo definitivo de los afectados de Bosa y a inicios de la semana entrante se hará la revisión del censo en Kennedy.

"Hay gente que recibió más o que no debió recibir el dinero, pero lo recibió. Por alguna razón hubo equivocaciones", lamentó Navarro.

Finalmente, anunció que se dirigirá una solicitud al gobierno nacional para que sea posible entregar un subsidio a los afectados que habitan los condominios pero no vivían en los primeros pisos.
 
Recordó que entre las ayudas que reciben los afectados están los subsidios de arriendo, la exención de impuestos para los comerciantes y la disminución en las facturas de los servicios de acueducto y alcantarillado y en los impuestos.