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Conquistadores del mundo

Vives no es único. Nunca antes tantos colombianos habían triunfado internacionalmente.

1 de diciembre de 2002

Durante varias decadas Gabriel García Márquez y Fernando Botero han sido los colombianos más famosos y prestigiosos en el mundo. Mientras que Macondo y el realismo mágico conquistaron a los lectores en los cinco continentes, las figuras hipervolumétricas y graciosas de Fernando Botero sellaron en las calles, galerías y museos más importantes de Europa y América una nueva imagen de Colombia, que va más allá del café y las esmeraldas. Si bien por ahora no hay otro colombiano que esté al nivel de Gabo y Botero, en este momento hay un grupo de cantantes, deportistas y escritores que están en la lista de aspirantes para acompañarlos en el futuro en el pedestal de la gloria.

Shakira no sólo es la cantante pop latina más importante del mundo sino que ya ha logrado llegar al top de la música mundial y hoy tiene su propio espacio, junto a grandes estrellas como Britney Spears o Madonna. No cualquiera logra la hazaña de llegar al número uno de las listas británicas y al tercero en las de Estados Unidos (como lo hizo con su álbum Servicio de lavandería) y mucho menos si no es originaria del ámbito anglosajón. Ahora, con sus canciones poéticas y su voz y baile únicos, Shakira puede consolidarse dentro de las grandes estrellas de la música del planeta.

Y mientras Carlos Vives internacionalizó el vallenato y Cabas ha logrado comenzar con éxito este camino con porros, puyas y bullerengue, Juanes, con tan sólo dos discos como solista, ya ha logrado ganar tres premios Grammy y posicionarse como uno de los cantantes jóvenes más importantes de la música hispana. Y lo ha hecho no sólo en América sino también en España, un país donde muy pocos hispanohablantes extranjeros logran consagrarse. Estos cantantes son la mejor generación de músicos latinos de la actualidad y han logrado presentar una nueva imagen del país, cuya diversidad musical y las posibilidades de sus ritmos comienzan a valorarse en otras latitudes.

En deportes también esta es la era de los colombianos internacionales. Sin duda, después de Michael Shumacher, Juan Pablo Montoya es el mejor piloto de la Formula 1. Con dos años en la máxima categoría ha logrado posicionarse como el corredor más rápido. Por lo menos así lo demuestran las siete poles conseguidas en la pasada temporada, en la que no ganó ningún Gran Premio porque su vehículo nunca estuvo a la altura de los Ferrari de Schumacher y Rubens Barrichello. Gracias a la sangre fría y a la audacia que ha demostrado en las pistas la mayoría de expertos han designado a Montoya como el sucesor de 'Schumi' y el futuro rey de la categoría. Sólo le falta conseguir un automóvil con el que pueda competir en igualdad de condiciones con los Ferrari.

A menor velocidad, pero con grandes esfuerzos, Santiago Botero no sólo le dio en los pasados mundiales de ciclismo de Bélgica el título más importante a Colombia en toda su historia, sino que marcó el relanzamiento de este deporte luego de una década en la que el país le dio la espalda. De ser considerados los escarabajos los ciclistas colombianos se han convertido en todoterreno, condición necesaria para ganar las grandes competencias del mundo, como el Tour de Francia. Por eso, en los próximos tres años, Botero tendrá en sus piernas la posibilidad de traer este y otros títulos, como la medalla olímpica de oro, por primera vez para Colombia.

Mientras esta nueva generación va en camino de reemplazar en pocos años a Gabo y a Botero, Alvaro Mutis parece estar más cerca de este pedestal. Tras pasar buena parte de su vida por el periodismo y la poesía, Mutis llegó a la prosa y se convirtió en las últimas dos décadas en uno de los escritores vivos de habla hispana más importantes del momento. Los premios que se le han otorgado, como el Cervantes, son una muestra de que está listo para entrar en la selecta baraja de los futuros premios Nobel de Literatura.

Una lista que completan colombianos que se destacan en círculos académicos y culturales más restringidos, como el médico Rodolfo Llinás o la cantante lírica Juanita Lascarro.