Conservadores, ¿arrepentidos con la reelección?

El partido Conservador fue clave para que en el año 2004 el Congreso modificara la Constitución para permitir la reelección presidencial inmediata. Tan decisiva fue la actuación de algunos de sus congresistas que hoy Yidis Medina y Teodolindo Avendaño (portadores del carné azul) fueron condenados por recibir dádivas a cambio de votar a favor de esta figura, que dos años después estrenó Álvaro Uribe.

Casi diez años después otro dirigente conservador, Juan Manuel Corzo, parece arrepentido de la decisión que tomó su propio partido. Este jueves decidió proponerle al Congreso que elimine la figura de la reelección y a cambio ampliar los periodos presidenciales en un año, es decir que ejerzan su gobierno durante cinco años.

La propuesta de Corzo apareció en el Senado una semana después de la tormenta que desató la interpretación de unas declaraciones del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo que solo se reelegiría para dos años y después los periodos presidenciales serían de seis años.

Corzo dice que su propuesta es ajena a la coyuntura y sólo pretende que el Congreso evaluar si la reelección presidencial le sirvió a la política del país. Corzo tiene sus argumentos para decir que esta figura fue “negativa”.

La reelección presidencial genera “debilitamiento del Estado de Derecho porque lo pone en función de los intereses del presidente candidato”, dice en la exposición de motivos de su reforma.

Incluso Corzo considera que debido a la reelección “puede haber aprovechamiento del erario público, para favorecer los intereses propios y de quienes vienen apoyando (al presidente candidato). El dirigente conservador también asegura que la reelección puede ser aprovechada para “perpetuarse en el poder, lo que puede llevar a una dictadura”.

Al oponerse a la reelección, la moneda de cambio que propone Corzo es el periodo presidencial de cinco años. Dice que en ese tiempo “se presenta un mayor plazo para la ejecución de los programas propuestos, sin que sea necesario desgastarse en unas elecciones. Es decir, evita que el presidente se distraiga en una campaña política y se paralicen los programas.

También dice que sin reelección y con cinco años de periodo se permitirá “el aprovechamiento de los recursos del Estado, sin que estos se utilicen para la compra de favores y aliados políticos. Corzo considera que con su propuesta la relación entre gobierno y partidos políticos sería más respetuosa e independiente: “evitaría la conglomeración de partidos al lado del presidente candidato”.

A pesar de las críticas que Corzo hace a la reelección, su proyecto “no tiene nombre propio” y no pretende oponerse a la reelección del presidente Santos, pues el proyecto que radicó en el Senado tiene como una especie de cláusula que sólo se aplicaría después del 2018.