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Arturo Yepes Alzate es uno de los conservadores que le escribió a Juan Manuel Santos. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Conservadores rechazaron carta para pedir ministerios

La mayoría de representantes a la Cámara se abstuvo de firmar la polémica carta de exigencias al presidente Santos.

31 de julio de 2014

Una tormenta política se desató al interior de la bancada de representantes a la Cámara del Partido Conservador por cuenta de una carta en la que algunos de sus miembros le hacían exigencias burocráticas al presidente Juan Manuel Santos.  

La carta, cuyo contenido conoció Semana.com, fue fechada el 30 de julio y en ella los conservadores manifestaron su apoyo al Gobierno y pedían mantener la representación burocrática en el gabinete. Al final, esta no llegó a manos del presidente ya que al menos 18 de los 28 representantes se abstuvieron de firmarla.

La misiva fue promovida el martes en un almuerzo al que asistieron 10 congresistas de la Cámara baja. Según Arturo Yepes, ahí estaban representados tanto los del ala santista como aquellos que no apoyaron la reelección del mandatario.

“Nos reunimos 10 congresistas para analizar la situación política. Nos iban a quitar el Ministerio de Agricultura, como a la postre sucedió. Éramos sólo los 11 los congresistas que estábamos con Santos y teníamos que buscar un consenso que permitiera que toda la bancada estuviera con el presidente, no como 11, sino como 28”, dijo Yepes. 

En ese encuentro algunos representantes informaron que los 18 senadores conservadores habían redactado una carta en la que todos manifestaban su apoyo al Gobierno. Entonces, con esa información como precedente, surgió la propuesta entre algunos de ellos de hacer una carta en la que manifestaban su apoyo, pero también que aspiraban a que en el segundo tiempo del gobierno Santos se mantuviera la representación burocrática del partido. 

Los representantes Yepes y Humprey Roa se encargaron de redactar la misiva con el compromiso de que después sería revisada por todos los parlamentarios. En la plenaria de la Cámara de Representantes del miércoles, Yepes y Roa fueron los encargados de rotarla entre sus copartidarios para que la firmaran. 

Lo cierto es que los términos de la carta causaron molestia en la mayoría de representantes conservadores. David Barguil, el mayor elector conservador en la Cámara, no la firmó y la calificó como “vergonzante”. Le dijo a Semana.com que su firma no estaba en el documento y además recordó que él no votó por el presidente Juan Manuel Santos y que lo suyo no es pedir puestos, sino presentar iniciativas en el parlamento. 

Orlando Guerra, representante de Putumayo, dijo que no estuvo en el almuerzo donde se propuso la carta y que no la firmó. “Yo no tengo esa forma de actuar, manejo la política de forma diferente, no estoy detrás de la burocracia. Creo que esa carta genera un conflicto de intereses”. 

Por su parte, Mauricio Salazar, representante de Risaralda, consideró que no conoció la carta. “Si esa carta existe y está firmada por otros compañeros, sería una desafortunada posición porque el partido debe preocuparse es por los asuntos de interés público, que son muchos, y no sería aceptable que la bancada cambie el respaldo por puestos, eso es violatorio de la ética y de la ley”.

Telésforo Pedraza, representante por Bogotá, también se abstuvo de firmar dicho documento y aclaró que no tuvo participación alguna en el proceso de redacción. Así mismo, rechazó completamente el contenido de la carta.

Horacio Gallón, representante de Antioquia, fue el encargado de distribuir la misiva en la plenaria. “Me la entregó Arturo Yepes y me dijo fírmela, la leí y se la pasé a un colega, dije que eso no se podía firmar y que se debía cambiar la redacción. Se la devolví a (Arturo) Yepes porque la consideramos inconveniente”. 

El también antioqueño Nicolás Albeiro Echeverry dijo que no estuvo presente en el almuerzo donde se propuso la carta y que conoció el documento en la plenaria, pero no aceptó firmarlo. “Ni la firmaría, ni estoy de acuerdo con ella. Yo apoyé a Santos con base en el propósito de la paz”. 

Heriberto Sanabria, del Valle del Cauca, calificó de impresentables los términos del mensaje. “Estaba junto a Pedrito Pereira cuando circularon la carta, la rechazamos de inmediato, nos produjo asco y vergüenza”. Sanabria además dijo que ese documento le hace mucho daño al conservatismo, “este partido históricamente lo han señalado de burocrático, de ‘mermelado’ y esta bancada de ahora es renovada. Nuestra relación con el Gobierno debe ser autónoma y propositiva y cualquier respaldo no se puede hacer bajo esos términos que estaban en esa carta”. 

En eso coincide el representante por el departamento de Bolívar Pedrito Pereira al señalar que la relación con el Gobierno no debe ser burocrática. Por eso no firmó el documento. Mientras el risaraldense Juan Carlos Rivera dijo que el presidente Juan Manuel Santos tiene toda la autonomía de nombrar su gabinete y que es hasta ofensivo sugerirle candidatos. “Yo no apoyé la reelección, estoy de acuerdo con el proceso de paz, pero ese respaldo no debe significar pedirle puestos al presidente”.

Álvaro López Gil, también representante del Valle del Cuaca, aclaró a Semana.com que tampoco firmó la carta entre otras "porque nunca he estado deacuerdo con esas prácticas".

Arturo Yepes asume la responsabilidad del contenido del borrador de la carta. Asegura que sus compañeros de bancada le están poniendo “más música” que la que merece el asunto. “Quién hace política para quedar fuera. Las políticas no se ejecutan solas, las hacen los ministros y nosotros queremos liderar algunas políticas. Nadie pide un puesto, sino un estilo de implementar políticas”. 

Yepes dijo que al partido le pareció una mala idea lo de la carta y que lo mejor era no entregarla. Dice que se encargó sólo del borrador, pero finalmente el responsable del documento era Humprey Roa, quien es el vocero de los 11 representantes santistas del partido. “No sé si la entregó o no, creo que eso no se cristalizó”. 

Lo cierto es que el presidente de la República le confesó a Marta Lucía Ramírez, jefa de la colectividad azul, que había llegado una carta de los congresistas conservadores. Pero, según el representante Mauricio Salazar, 18 representantes se abstuvieron de firmarla.