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Construcciones que matan

La Contraloría Distrital revela que desde hace más de 10 años no se frena el daño ambiental a la reserva forestal de los cerros orientales.

9 de enero de 2005

El paisaje de los cerros orientales de Bogotá ha cambiado. Hace unas décadas el verde de las montañas -declaradas reserva forestal en 1976 por el Inderena- era extenso e intenso. Hoy en día basta una mirada para descubrir construcciones de todo tipo y de todos los estratos en amplias zonas que antes hacían parte del pulmón de la ciudad. Ante este panorama devastador, la Contraloría Distrital hizo una auditoría a cada una de las entidades del Distrito encargadas de planear el desarrollo urbano de la ciudad y de impedir los daños ambientales de esta. Los resultados son desconcertantes. Desde hace más de una década ninguna de las administraciones ha hecho una gestión orientada a evitar que la reserva forestal de Bogotá, en donde se encuentran recursos hídricos, de fauna y de flora invaluables, se mantenga. Por el contrario, desde 1990 se han construido 61 barrios en más de 350 hectáreas de reserva natural, muchos de ellos legalizados por las administraciones. Seis meses de estudio bastaron para que el ente de control encontrara acciones irregulares y omisiones de las entidades responsables del orden distrital y nacional. Es el caso del Ministerio de Medio Ambiente, que tiene el control de la reserva forestal por ser un bien nacional. Según el informe -que fue trasladado a la Contraloría General de la Nación por ser el ente de control de la entidad-, la responsabilidad de ésta comenzó desde el mismo momento en que el Inderena declaró la zona reserva forestal. En 1976 hizo la declaratoria, pero olvidó inscribir en el Registro de Instrumentos Públicos el área delimitada como reserva. Lo grave es que ni siquiera ha hecho una delimitación clara de cuáles y cuántas son las hectáreas de los cerros que hacen parte de la reserva. Estas omisiones le acarrearon una acción de cumplimiento ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, pero hasta el momento no se ha hecho ni la delimitación ni la inscripción. El Ministerio asegura que está trabajando con el Agustín Codazzi para la delimitación y así poder en los próximos días hacer la inscripción obligatoria en el Registro de Instrumentos Públicos. Aunque las omisiones del Ministerio son imperdonables, las acciones inconsistentes de Planeación Distrital no son menos graves. El Código Nacional de Recursos Naturales señala claramente que sólo se estudiará la posibilidad de una construcción en área de reserva si hay razones evidentes de utilidad pública o interés social. Después de realizar los pertinentes estudios de impacto, el Ministerio debe ordenar la 'sustracción' virtual del terreno a construir, del área de reserva. Sin embargo la auditoría encontró que Planeación Distrital incorporó 21 predios al área urbana sin que el Ministerio previamente permitiera la sustracción de dichos predios del área de reserva. SEMANA buscó respuesta del Departamento Administrativo de Plantación Distrital sobre la auditoría de la Contraloría, pero sus representantes afirmaron que la entidad aún no tiene una respuesta oficial. El Plan de Ordenamiento Territorial obliga a la CAR, al Ministerio y al Dama a la creación y ejecución de un Plan de Ordenamiento y Manejo de los Cerros Orientales, pero cuatro años después no existe. Ello y las acciones contradictorias de las entidades distritales en contravía de las disposiciones nacionales demuestran que de poco ha servido que 28 años atrás se hayan declarado los cerros orientales como área de reserva. Hasta el momento, en lugar de políticas serias y acciones tendientes a su conservación, solo crecen las edificaciones que aplastan el pulmón de la ciudad.