Siguen acercamientos entre Piedad Córdoba y militares condenados

Rito Alejo está condenado por el asesinato de un campesino en Urabá, y Mejía es el excomandante del batallón La Popa, procesado por vínculos con jefes paramilitares de la costa caribe, así como por ejecuciones extrajudiciales.

Después de una primera reunión hace unos semanas y como lo reveló Semana.com, el coronel Mejía le envió una carta a la exsenadora en la que le agradeció esa visita. En la misiva, le aseguró que ella será la persona que los ayude a “abrir la puerta que muchos no han querido abrir”.

Piedad Córdoba, junto a su grupo Colombianos y Colombianas por la Paz, ha sostenido nuevas reuniones con militares retirados de alto rango que están de acuerdo en avanzar en el camino de buscar fórmulas de justicia alternativa que los cobijen también a ellos, y no sólo a los guerrilleros que lleguen a un eventual acuerdo de paz con el Gobierno.

El 5 de junio, Piedad respondió a la carta del coronel Mejía. Le dice que apoyarán decididamente el proceso para el esclarecimiento de la verdad y que “la sociedad colombiana y las víctimas de este largo conflicto armado que nos ha arrebatado lo mejor de nuestra condición humana, necesita saber la verdad y conocer a los responsables, para lograr la reconciliación”.

Según Piedad Córdoba, esa verdad la tienen, al igual que guerrilleros y paramilitares, los militares que han hecho parte de un conflicto donde muchos de los responsables aún se mantienen en la sombra.

“No sé si el tema se tocará en La Habana o en Ecuador cuando se abra la mesa de diálogo con el ELN. Esto va a contribuir con la verdad, pues los militares condenados y procesados tienen mucho que decir. Hay que abrir esa puerta”, dijo Piedad a Semana.com.

La dirigente liberal añadió: “Aquí tiene que haber justicia y reconciliación. Los militares también son colombianos y hacen parte de la guerra”.

Una complicación especial es que, a diferencia de otros delitos, los denominados ‘falsos positivos’, por los que son procesados decenas de militares, podrían no quedar cubiertos por los mecanismos de justicia transicional que se definan, pues a la luz de la legislación internacional no se considerarían ocasionados por el conflicto armado.

Sin embargo, el tema está sobre la mesa y anuncia convertirse en un importante debate, ligado a lo que ocurra en las negociaciones de La Habana con las FARC y en Ecuador y otro país, con el ELN.

¿Qué ocurrirá con este delicado asunto? ¿Podrán los militares obtener eventuales beneficios? ¿Cuáles delitos quedarían incluidos y cuáles no? ¿Qué opina el Gobierno? Preguntas que seguramente tendrán próximas respuestas y que, por lo pronto, han llevado a este insólito acercamiento entre la líder de Marcha Patriótica y los militares condenados por esos crímenes.