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Elsa Noguera se posesionó como alcaldesa de Barranquilla en la Plaza de San Nicolás a orillas del Paseo de Bolívar, zona emblemática de la ciudad.

BARRANQUILLA

Continuidad y cambio, a la vez

Elsa Noguera se la jugó por un gabinete técnico y tiene condiciones favorables para iniciar su alcaldía, pero los barranquilleros esperan resultados rápidos y ambiciosos.

7 de enero de 2012

La mayoría de los secretarios del gabinete de la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera de la Espriella, no tiene padrinos políticos: provienen de la academia o son profesionales dedicados a sus carreras. Casi todos son jóvenes, formados con maestrías y doctorados y han trabajado en el sector privado. La gran pregunta es si podrán enfrentarse con éxito, también, a la administración pública. Porque si bien la ciudad avanzó durante la administración de Alejandro Char, en los próximos cuatro años deberá atender temas pendientes como la sostenibilidad y mantenimiento del sistema de salud, impulsar la calidad de la educación y mejorar la competitividad internacional.

En general, con la elección de Elsa Noguera los barranquilleros buscaron un gobierno de continuidad. La nueva alcaldesa, que fue secretaria de Hacienda de Char durante tres años, conformó un equipo de gobierno -de 30 funcionarios entre secretarios, asesores y jefes de oficina-, con 19 funcionarios nuevos, 12 de la administración anterior y cinco trasladados a otras dependencias. Dejó en sus cargos al titular de la Secretaría de Educación y al secretario de Movilidad, y al jurídico lo nombró en la Secretaría del Interior. Noguera también se jugó cartas con connotación política y hasta se especula que Jaime Pumarejo -quien ocupará la cartera de Movilidad- y Guillermo Polo Carbonell -asesor de seguridad- podrían ser candidatos de relevo en el futuro.

Pero si bien el equipo de gobierno no sobresale por las cuotas otorgadas por Elsa Noguera a los jefes políticos que apoyaron su candidatura en la campaña (Fuad Char, Roberto Gerlein y José David Name), la independencia de la nueva mandataria se pondrá en juego también a la hora de la asignación de los contratos. En Barranquilla existe una altísima concentración de la contratación en una decena de firmas con estrechos nexos con la política, como es el caso de los Gerlein, que tienen la concesión de la malla vial, y José Manuel 'Yuyo' Daes, que tiene varias concesiones, de amoblamiento urbano y semaforización, y que influye abiertamente en la política distrital.

Elsa Noguera conoce a la ciudad como pocos, su padre fue alcalde y tiene el respaldo del grupo Char, que además es el más poderoso grupo empresarial. En esta semana Elsa Noguera, sin alzar la voz y sin hacer demagogia, ha enviado un mensaje inequívoco de su carácter y de su conocimiento para dirigir los destinos de una ciudad que no ha sido fácil de gobernar.

Las condiciones políticas con las que inicia su mandato Elsa Noguera son favorables. Su victoria electoral fue amplia. Los principales medios de comunicación la apoyan. Casi todos los partidos están con ella. Y por primera vez en la historia, prestó el juramento de posesión, en la Plaza san Nicolás, en compañía del nuevo gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre. Aunque las bases que apoyaron las candidaturas de Noguera a la Alcaldía y de Segebre a la Gobernación no fueron idénticas, ambos tienen factores comunes como la cercanía al mundo empresarial y una relación con la clase política en la que hay distancia pero no confrontación. Segebre, a la hora de jurar, recordó su paso por el galanismo y subrayó la validez de las ideas de Luis Carlos Galán. No hay que olvidar que un hijo del caudillo asesinado, Carlos Fernando, fue candidato de Cambio Radical a la Alcaldía de Bogotá, y ese es el partido al que pertenece la nueva alcaldesa. Hay posibilidades de cooperación y entendimiento entre los dos gobernantes.

En su discurso al asumir el mando Noguera fijó tres prioridades: la lucha contra la pobreza y la desigualdad, fortalecer la competitividad de la ciudad, y mejorar la seguridad y la convivencia. También se comprometió con combatir la corrupción. Sus primeros pasos han sido bien recibidos, pero el nivel de expectativas es alto y los barranquilleros le exigirán resultados prontos. ¿Será capaz de lograrlos? Hay pocas dudas sobre la capacidad administrativa de la nueva alcaldesa, pero ahora tendrá que demostrar que tiene, también, habilidad para el manejo político.