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Sergio Zuluaga Peña, contralor de Antioquia. | Foto: Archivo particular

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"Me opero donde se opera la gente pobre": contralor de Antioquia sobre su liposucción

El funcionario no considera antiético haber utilizado los servicios del hospital al que audita. Pese a las inconsistencias en facturas y fechas de los recibos, asegura que sí pagó y que hay errores de digitación.

19 de octubre de 2016

El contralor  de Antioquia, Sergio Zuluaga Peña, está en el ojo del huracán por haberse practicado una cirugía estética de alta definición en el hospital E.S.E. La María, ese al que tiene por obligación auditar.

El hecho fue revelado por Semana.com, en medio del escándalo por una serie de procedimientos similares a los que se sometieron dos hermanas y dos sobrinas del gerente del hospital, William Marulanda Tobón, quien renunció a su cargo luego de que se hizo público que varios de sus familiares también estaban en la nómina de la entidad.

Zuluaga asegura que no tiene nada de antiético haberse practicado una cirugía estética en dicho hospital. Dice no ser consciente de que la cirugía le salió más barata que si se la hubiese practicado en un centro privado. También dice que no significó ningún privilegio que el subgerente del hospital, Diego Ceballos, fuese su amigo de años ni que el cirujano lo hubiese valorado en un apartamento y no en el consultorio.

Aunque el contralor reconoce inconsistencias en una factura, en la historia clínica y en un recibo de pago con fecha distinta, las adjudica a simples errores. Esta es la historia.

Semana.com: ¿Por qué decidió practicarse una cirugía en el hospital La María y por qué hacerse valorar por el médico en el apartamento de Diego Ceballos, subgerente de la E.S.E?

Sergio Zuluaga: Conozco a Ceballos hace mucho rato, es amigo mío. Con él trabajé en los juzgados cuando yo era juez administrativo y él trabajaba en apoyo judicial. Me parece un hombre correcto. Le pedí que me recomendara un cirujano. Yo le dije: ‘pero sabes que no tengo tiempo para estar yendo al hospital o hacer filas’. Me dijo que el médico me hacía una valoración domiciliaria y que fuera a su casa, que él llegaba ahí (…).

Le dije que había visto que en La María prestaban servicios de cirugía plástica y que tenían los instrumentos quirúrgicos para hacerlo bien. (…) Y yo dije: ‘Bueno, La María tiene además una Unidad de Cuidados Intensivos’, entonces si uno se complica, lo pueden atender y pasar de un lado a otro. (…) Para mí ir allá era como enviar un mensaje a las personas para  que no se vayan para clínicas de garaje, sino que confíen en los hospitales públicos. 

Semana.com: Las  opciones que usted tenía para operarse no eran solamente La María o un hospital de garaje, también hay clínicas particulares. ¿Usted considera ético que teniendo la responsabilidad de auditar La María, se haga ese procedimiento allá?

S.Z.: Creo que no hay ninguna conducta antiética. Primero, porque no solamente audito La María, incluso audito cerca de 400 entidades. Entonces, si no puedo usar los servicios de la red pública de salud, tampoco podría estudiar un posgrado en la Universidad de Antioquia. No tiene nada que ver lo uno con lo otro.

Segundo, los hospitales privados en Antioquia también le venden servicios al departamento, si fuera así no me podría operar ni en un privado ni en un público. Esos contratos también los audito. (…) Antiético sería que no estuviera haciendo mi función de auditar.

Semana.com: Aunque usted no lo considera, para muchos esto fue una conducta antiética. Hay quienes han dicho que usted debería renunciar, ¿qué tiene para decir frente a esa petición?

S.Z.: (…) No he cometido ningún exabrupto. Al contrario, estoy mandando dos mensajes en positivo a la sociedad. Primero, que no se operen en hospitales y clínicas de garaje. Y que además hay que confiar en la red pública. (…) Todo el mundo ve el hospital La María como el de los ‘sidosos’, o los ‘tuberculosos’, pero es un hospital que también necesita otros ingresos. (…) Con esto también estoy diciendo que me opero donde se opera la gente pobre. Estoy diciendo que es un servicio tan bueno, que todos podemos ir allá.

Semana.com: ¿Pero usted es consciente de que la cirugía le salió mucho más barata en La María que si hubiera ido a una clínica privada?

S.Z.: No lo hice por más barato, pues ni pedí descuento. Lo hice porque tienen un portafolio de servicios que está habilitado desde el año 2000 y está vigilado por la seccional de hospitales. (…) Yo no era consciente de que fuera más barato, yo sabía que iba a pagar lo que valía. No me puse siquiera a mirar cuánto me costaba aquí o allá. (…) Lo hice pensando en que era un hospital que tenía una Unidad de Cuidados Intensivos y que me lo estaban recomendando.

Semana.com: ¿Usted tiene claro que al ser contralor tenía una ventaja respecto a cualquier persona que quisiera solicitar ese servicio, tanto así que el subgerente del hospital lo invitó a la casa? ¿No se sintió privilegiado por ser contralor, tener el amigo subgerente y no hacer fila?

S.Z.: No me sentí privilegiado. Yo no pedí ningún tipo de circunstancia especial. Me dieron una recomendación y simplemente dije que sí. Ellos se encargaron del tema de los servicios del hospital, pero no hicieron ni descuentos ni nada. (…) Sencillamente pagué por un servicio que tenían que coordinar el hospital y el cirujano, yo no tengo nada que ver. No pedí ningún tipo de prelación, ni pedí que me trataran mejor, ni que me saliera más barato.

Semana.com: ¿Cuántos días después de reunirse en el apartamento del subgerente Ceballos fue programada la cirugía?

S.Z.: Realmente no sé cuánto. No sé si fueron cerca de 15 o 20 días, porque generalmente el cirujano se encarga de eso (…).

Semana.com: Ceballos es amigo suyo, ¿él le habló del procedimiento o usted le preguntó?

S.Z.: Yo había verificado eso por internet y luego le pregunté. El servicio estaba habilitado, entonces lo tomé.

Semana.com: El médico cirujano dijo que pasó un mes y medio sin que le pagaran la cirugía. Le reconocieron sus honorarios cuando le preguntó a Integra Salud, la cooperativa que lo contrató.  

S.Z.: Eso no es cierto. Es absolutamente falso. (…) Yo le mandé la plata con Diego (Ceballos, el subgerente). No se la mandé al otro día, seguramente me demoré un mes, pero yo le mandé la plata con Diego. (…) Yo había dado por hecho que Diego había entregado esa platica, él me dijo que sí se la había pagado. ¿Por qué con Diego? Porque él me lo presentó, me lo recomendó.

Semana.com: Usted mandó el dinero con el subgerente del hospital Diego Ceballos, ¿por qué no hacer el proceso como un paciente normal de La María? ¿Por qué no pagar en caja?

S.Z.: Yo pagué los servicios de La María en la caja del hospital. En cuanto al médico, es una relación de servicios profesionales entre un particular y otro particular. Entonces habíamos quedado en que yo le pagaba la plata a él. No es que uno le pague al hospital y el hospital le pague luego al médico.

Semana.com: Pero si usted hizo el proceso por La María, todo se debería pagar al hospital. Y luego esta entidad se encarga de pagarle sus honorarios al cirujano.

S.Z.: No. Lo que el médico hace es decirle al hospital “me alquila los quirófanos para operar este paciente y yo le pago por eso”. Es un servicio que tiene el hospital, que le presta para que los médicos cirujanos operen. (…) Entonces yo pagué al hospital los servicios que me prestó a mí. Y al médico le pagué sus honorarios.

Semana.com: Entonces de lo que usted le paga al médico, ¿él tuvo que sacar para pagar los quirófanos?

S.Z.: No. Yo pagué al hospital los servicios que me prestó. Es decir, el hospital me factura a mí los servicios de la sala de cirugía. (…) El médico le dice al hospital: ‘Bueno, yo voy a traer a este paciente acá, y como ustedes tienen una sala de cirugía que alquilan, entonces el paciente paga esos servicios’. Y yo le pago a él como particular la operación.

Semana.com: ¿Cuándo se expidió el recibo del médico?

S.Z.: Como yo le mandé la plata con Diego (Ceballos), yo nunca había pedido los recibos. En estos días los pedí. (…) No me había preocupado, sólo cuando lo requerí le pedí.

Semana.com: El recibo tiene fecha del 16 de abril, pero usted reconoce que un mes después no le había pagado al cirujano. ¿Cómo se firmó un recibo sin que se hubieran cancelado los honorarios?

S.Z.: Yo le mandé la plata. (…) El señor expidió el recibo con esa fecha, esa es la firma de él. El médico certificó eso.

Semana.com: Usted, que es contralor, sabe que si un recibo se firma el 16 de abril es porque se tuvo que pagar el dinero en esa fecha.

S.Z.: El error fue del médico, no mío. Es un médico particular con un señor que finalmente está pagando.

Semana.com: Pero el tema es importante porque usted es el contralor y además fue en un hospital público.

S.Z.: No creo que sea tan relevante porque el asunto que se está tratando allí es que él certifica que se le pagó. Le estoy pagando sus honorarios.

Semana.com: Este portal no tuvo acceso a la historia clínica, pero han dicho varias fuentes, como el concejal Bernardo Alejandro Guerra, que usted fue valorado por una prostactectomía pero luego salió con una liposucción. ¿De dónde salió eso?

S.Z.: (…) En la historia clínica aparece una nota de un señor al que le hicieron una cirugía de próstata. No soy yo. Yo no me he hecho una prostactetomía. Entré por una cirugía plástica desde el principio (…).

Entonces, hice un derecho de petición y le pregunté al urólogo por qué en la historia clínica aparecía eso. Él me respondió lo siguiente: ‘Yo como Fernando Vásquez, urólogo, con cédula y registro médico (…) me permito aclarar que la nota que aparece a mi nombre no corresponde al paciente Sergio Zuluaga Peña, identificado con cédula (…). Esta nota surge de un error de sistema que cargó la nota al primer paciente de la lista, iba dirigida a otro paciente’.

Semana.com: ¿Entonces fue un error con otro paciente que, coincidencialmente, tiene su misma edad, 44 años?

S.Z.: Bastante extraño, pero ahí aparece. Él está reconociendo que fue un error y yo estoy diciendo que jamás me hice una prostactectomía (…). Es muy importante aclarar que no estoy disfrazando una cirugía con otra. Yo entré por una liposucción y salí con una liposucción.

Semana.com: Lo preguntamos porque es muy curioso que en las nueve cirugías plásticas que hizo el médico -de las cuales cuatro son de familiares del gerente y el resto de empleados- ocurrió que ingresaban por una enfermedad y se terminaban practicando una cirugía estética. Eso se repite.

S.Z.: En este caso es completamente falso. En la historia clínica está especificado que ingreso por una cirugía plástica. Allí dice ‘motivo de ingreso: mejorar el contorno corporal’. Es un error con el que se ha armado este entramado, pero un error que reconoció el médico.

Semana.com: En las facturas del hospital La María dice, en la parte superior, que todo está dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS). ¿Cómo es eso?

S.Z.: Eso es un error. (…) En la respuesta que me dieron al derecho de petición aparece como No POS.

Semana.com: En esas facturas que aparecen como POS se cobran la habitación, unos lipoinjertos…

S.Z.: Así como pusieron lo de la prostactectomía por error, eso fue un error de digitación que aparezca como POS.

Semana.com: ¿Pero los errores están en las tres facturas que conoció Semana.com?

S.Z.: Sí, es un error porque es No POS. Allí también dice que es particular.