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Según un informe de la Contraloría, los departamentos no están invirtiendo en la disminución de la pobreza. | Foto: Archivo particular

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El Contralor Maya y las perlas del Caribe

El funcionario halló un alto nivel de corrupción y baja capacidad de ejecución en 10,9 billones de pesos de regalías girados a la región en los últimos cinco años.

8 de septiembre de 2016

En un informe de rendición de cuentas presentado el miércoles en Barranquilla sobre las actuaciones que la Contraloría General de la República viene realizando a las entidades territoriales sobre las vigencias 2012 a 2016, el contralor Edgardo Maya Villazón reveló una interminable lista de irregularidades en programas como la alimentación escolar, la salud y los carteles que la tienen postrada, la corrupción e ineficiente inversión de los recursos de regalías, la crisis del agua y el saneamiento básico.

El panorama expuesto por el contralor es desolador, pues si a la pobreza que agobia a los habitantes de la costa caribe se agregan ingredientes como la indebida utilización de recursos, baja ejecución, altos niveles de riesgo por corrupción y ausencia de controles, la expectativa de un futuro mejor es al menos incierta.

Al referirse a los programas de alimentación escolar, señaló que en la investigación que han realizado en los siete departamentos han encontrado que a los niños les sirven alimentos descompuestos, las cocinas y los comedores son inapropiados y antihigiénicos, los prestadores incumplen con las raciones nutricionales contratadas entregando en promedio sólo el 57 % aunque cobran y les pagan la totalidad.

Destaca en este informe como un asunto de gravedad porque la mayoría de los operadores son contratados de manera directa o como únicos oferentes en procesos licitatorios. En los contratos tomados al azar, que no reflejan la totalidad, los hallazgos ascienden a 12.745 millones de pesos.

El segundo tema al que se refirió fue al Cartel de la hemofilia, una modalidad de defraudación de los recursos del Sistema General de Participación de recursos girados por la nación a las secretarías de salud departamentales. En los dos últimos años la CGR ha detectado hallazgos escandalosos en Bolívar y Córdoba.

En el caso de Bolívar, señaló puntualmente que ya se hizo imputación de responsabilidad fiscal por sobrecostos de medicamentos NO POS, pago de medicamentos POS como si correspondieran a NO POS y pagos indebidos en el suministro de servicios a pacientes hemofílicos pertenecientes a la población pobre no asegurada por una cuantía de $20.184.000.000 de pesos sólo en el 2014.

En Córdoba los hallazgos ascienden a la suma de $44.812.000.000 y la investigación se remonta a los años 2013, 2014 y 2015, cuando de repente aparecieron unos pacientes con la enfermedad con exámenes clínicos clonados. Pero así como llegó a haber 120 personas con la enfermedad, de la misma manera desparecieron, es decir, se curaron de una enfermedad que es incurable.

Al tema de las regalías el contralor Maya le dedicó gran parte de la presentación alertando sobre la baja capacidad de ejecución de 10,9 billones de pesos girados a departamentos y municipios desde el 2012. Los departamentos a los que se han girado mayores recursos son La Guajira y Córdoba (dos billones cada uno), Cesar 1,9, Bolívar 1,6, Sucre 1,3, Magdalena 1,2, Atlántico 800.000 millones y San Andrés 227.000 millones.

Le preocupa al contralor que en una región donde la mayoría de los municipios no tienen agua potable ni saneamiento básico, deficientes estructuras educativas, déficit de vivienda, pocos y malos hospitales y centros de salud, la inversión en estos sectores sólo sea del 35 %, mientras que a un sólo sector como el transporte se destine el 33 %. Por el contrario, Ciencia y Tecnología y Cultura y Recreación son las cenicientas, con el 12 % y el 9 %, respectivamente.

Los departamentos no están invirtiendo en la disminución de la pobreza, sino en obras de carreteras o de infraestructura que terminan como elefantes blancos. Es tan grave la situación que el valor de los proyectos terminados es de sólo 2,3 billones de pesos y se trata de los proyectos de menor valor. Departamentos como Magdalena y La Guajira tienen los más bajos niveles de ejecución con 19 % y 32 %, respectivamente.

En la actualidad, se encuentran en ejecución 670 proyectos, 243 de los cuales por valor de 11,5 billones presentan retrasos de un año o más con respecto a la fecha de terminación y en la mayoría de los casos se trata de proyectos con avances por debajo del 80 por ciento. Hay proyectos en riesgo de desaprobación, es decir, aquellos que habiendo sido aprobados no han iniciado su ejecución pero se han entregado anticipos por valor de 187.000 millones de pesos.

Los riesgos de corrupción en regalías son altos en todos los departamentos, siendo Atlántico y Córdoba, los de mayor nivel de ejecución con 76 %. La región Caribe, afirmó Maya Villazón, es la zona del país en la que se encuentra el monto más elevado de irregularidades con un total de 142 hallazgos por valor de 112.707 millones de pesos sólo en el segundo semestre del 2015.

Pero ahí no terminan las irregularidades. Aunque en los siete departamentos hay problemas en los planes departamentales de agua, en la presentación del miércoles se refirió a los casos del corregimiento de Camarones (Ríohacha) donde se invirtieron 10.500 millones de pesos, el municipio recibió la obra a satisfacción pero no está en funcionamiento. En Uribia, donde además de las regalías el desierto devora los recursos del sistema general de participación, hay un detrimento de 1.014 millones de pesos en la construcción de un sistema de almacenamiento para las comunidades indígenas, poniendo en riesgo la vida de 1.680 personas.

El collar de perlas de obras inconclusas, de contratos con anticipos no iniciados, de obras con diseños mal realizados y malas prácticas constructivas se aplica a las viviendas de interés social, a las obras de infraestructura vial, fallas en la planeación de las obras, nula supervisión, incumplimiento de los contratos o convenios y pagos por encima del avance de las obras.

El contralor anunció que en los próximos días se conocerán los resultados de investigaciones sobre la refinería de Cartagena, Reficar, donde pudo haber sobrecostos superiores a cuatro mil millones de dólares y en Cormagdalena, donde los usuarios no han pagado las contraprestaciones por el uso de concesiones autorizadas por las concesiones.